Domingo 21 de abril 2024

Obras sociales: la unión hace la fuerza

Redacción 21/02/2017 - 01.25.hs

En el campo de la salud actúan varios jugadores y los intereses cruzados con frecuencia provocan duros encontronazos entre ellos. Las relaciones de fuerza son las que inclinan la balanza hacia uno y otro lado aunque, por lo general, en estas lides las que suelen perder son las obras sociales más modestas que no pueden plantarse en igualdad de condiciones frente a las asociaciones médicas que pueden enarbolar una carta de triunfo muy contundente: los cortes de servicios.
En nuestro pequeño medio hemos presenciado más de una vez estas turbulencias que suelen finalizar con una de las partes imponiendo sus condiciones y la otra resignando las suyas. Por lo general son las obras sociales más débiles, muchas de ellas pertenecientes a sindicatos, las que terminan con la espalda en el suelo.
En este marco hay que ubicar la iniciativa que se acaba de conocer por estas horas: la Asociación de Obras Sociales Solidarias (Addos), cuya finalidad principal será la de sentarse a negociar desde una posición de mayor fortaleza estratégica. El flamante nucleamiento cuenta con el respaldo del propio gobierno provincial, pues la obra social del Estado, el Sempre, estará presente y jugará, a no dudar, un rol preponderante a causa de su propio peso específico. El resto de los 17 miembros son, todos ellos, obras sociales gremiales, aunque no todas dieron el presente en esta etapa y dejaron trascender que por el momento continuarán negociando por cuerda separada con los prestadores.
"La salud no es pública ni privada", dijo el ministro del área al explicar las razones que llevaron a motorizar esta asociación entre una entidad pública y sus pares sindicales, en tanto desde estas últimas no ahorraron críticas contra la corporación médica al acusarla de llevar a cabo maniobras "extorsivas" y señalar que las negociaciones por separado debilitan a las obras sociales más pequeñas y sobre ese desbalance de fuerzas se impone siempre la ley del más fuerte.
La Pampa pudo desarrollar hace más de cuarenta años un servicio provincial de salud pública que fue modelo en todo el país. La dictadura militar, primero, y otros factores políticosociales, después, conspiraron para volver a repetir esa experiencia o perfeccionarla. El sector privado comenzó a jugar cada vez más fuerte sus fichas, muchas veces con la anuencia o complicidad del público, y terminó siendo derrotada la visión de una medicina como servicio antes que como negocio.
Las expectativas desmedidas de una parte considerable de los profesionales de la salud con relación a sus ingresos han privado a algunos de ellos de una mirada abarcativa de los intereses del conjunto de la sociedad. Se ha terminado aceptando -bajo los valores de la sociedad capitalista- que la práctica médica haya pasado a ser una escalera de rápido ascenso social antes que una actividad que pone al hombre en el centro del sistema. La práctica desleal -e ilegal- del denominado "plus médico" es solo un ejemplo de los extremos a que se puede llegar en el ejercicio de una profesión que tiene, como contrapartida, ejemplos de nobleza también muy conocidos. Por lo demás, varios períodos políticos en el país -como el que hoy justamente estamos viviendo- han reforzado esa mirada individualista e instrumental de la medicina. Así, el equilibrio entre los jugadores del sistema es muy difícil de lograr y la balanza termina inclinándose siempre para el lado del más fuerte.
Esta asociación de obras sociales gremiales con la estatal aparece como un intento por quebrar la hegemonía del sector de los prestadores y defender los intereses de los asalariados que ya vienen sufriendo estrecheces por muchas otras razones. Todos miran con gran expectativa este movimiento porque se trata de uno de los bienes más preciados de nuestra sociedad: el acceso a la salud en condiciones dignas.

 

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