Sabado 16 de marzo 2024

Ola de despidos como un rasgo de identidad

Redacción 12/01/2018 - 01.52.hs

Una nueva oleada de despidos en la TV pública estuvo precedida por la presencia de patrulleros y camiones de la policía en ese lugar de trabajo. "En previsión de la protesta", se dijo y así nos enteramos que se niega el derecho al pataleo de los nuevos cesanteados: todo el personal que quedaba de Paka Paka y más personal de otros programas.
En 2015 se adujo que era personal muy identificado con el gobierno precedente. Ahora se completaría la eliminación de quienes hacían un ensayo novedoso de programa infantil, de lo que "sobra" por la eliminación de Fútbol para Todos y de los que presentaban la noticia, todo lo cual ahora queda a cargo de canales privados muy partidarios del gobierno e inclinados al uso de material de procedencia extranjera, en especial de Estados Unidos, con héroes y heroínas de igual procedencia.
El argumento es la necesidad de aligerar el gasto público, sostenido a pesar de que en la TV oficial, en el mismo momento de estos despidos, se nombra a una funcionaria que cobrará un sueldo de más de 190 mil pesos mensuales.
Todo coincide con el lanzamiento de una campaña contra el dirigente del sindicato de encargados de casas de renta. Dado que este gremialista es también titular del Grupo Octubre, que tiene la radio AM750 y el diario Página/12 entre otras propiedades, se entiende que culmina el proceso de hostigamiento de todo medio que difunda un mensaje no coincidente con los canales privados que se encargan de preparar y luego "interpretar" las medidas encaminadas a excluir toda voz opositora. Esta presión ya determinó el alejamiento de Verbitsky como columnista de Página/12, pues él optó por dar un paso al costado, aduciendo que quiere concentrarse en la edición de libros propios en preparación.

 

Persona.
Francisco Romero escribió en 1930 Filosofía de la Persona. Allí habla del origen de "persona" en Grecia.
En este teatro inicial, un actor representaba a la tragedia y otro a la comedia. Para diferenciarlos utilizaban una máscara representativa de estos dos géneros. La presencia de la máscara modificaba la voz del actor, al producirse una resonancia, de modo que parecía transformarlo. Andando el tiempo la voz persona se hizo indicativa de una transformación importante del hombre originario, que enriquece la condición humana y que todo individuo humano debe repetir con fuerte intervención propia a partir de su estado al nacer. Hacerse persona significa la capacidad y voluntad de ajustarse a las leyes y reconocer y tratar de enriquecer los valores gestados en el proceso de socialización y que no transmitimos por vía genética.
Esta situación de resonar a través se repite ahora cuando el neoliberalismo llegado al poder por vía de las urnas, pretende fundar su legitimidad en el voto y, para ello, mantener por lo menos la máscara de la democracia. Así vemos que en Alemania y Francia, que tienen gobernantes de esa tendencia, éstos estiman necesario conservar esa legitimidad de origen, pero asisten al crecimiento de una oposición de ultraderecha que en Alemania exalta la memoria nazi y en la Argentina se expone con la represión de la protesta y con las liberalidades concedidas a los condenados por crímenes de lesa humanidad, permitiéndoles residir en sus domicilios y hasta tomar vacaciones en sitios de la costa, como Mar del Plata.
La Merkel no obtuvo mayoría propia en las recientes elecciones y hasta ahora no avanza en el intento de construir alianzas, puesto que los verdes y en particular el socialismo, han comprobado que aliados pierden votos y separados los ganan, La Merkel puede estar haciendo su último intento negociando con los socialistas. Si fracasa, deberá convocar a una nueva elección, cuando la extrema derecha crece a ojos vista. Esta misma comprobación hace que los socialistas tengan en cuenta este riesgo al obligarse a optar por sí o no en esta nueva alianza.
En Francia sucede un fenómeno semejante y el presidente Macron, que ganó con holgura, ha denunciado todos los intentos ultraderechistas que desbaratarían el piso de legitimidad (o la máscara) de su gobierno.

 

Máscara.
Rostro y máscara no son la misma cosa. En la Argentina, al piso de legitimidad democrática se lo arriesga al producir hechos como los de Milagro Sala, Maldonado y el hostigamiento a los mapuches y otros grupos aborígenes, los despidos discriminatorios y el desarrollo de una capacidad represiva incompatible con los cánones elementales de un gobierno democrático. La diferencia con Alemania y Francia parece tener que ver con el mayor arraigo en Europa de las tradiciones democráticas.
Atentamente:
Jotavé

 

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