Otra de Nación

Colocado entre la espada de la opinión pública y la pared de la indiferencia política del gobierno nacional el intendente santarroseño optó por una solución que, aunque afecta y no poco las arcas comunales, al menos no lo dejará mal parado ante la población. Se trata del costo que insume el transporte escolar para que el pasaje siga siendo gratuito en la ciudad.
La elogiable actitud del municipio ante el problema no deja de tener un costado amargo para el intendente ya que la quita -significativa en lo económico pero también en lo político- provino de un gobierno aliado de la agrupación partidaria a la que pertenece.
La medida aparece como una respuesta a la decisión de Nación de congelar los aportes indiferente a los aumentos constantes en el costo del transporte a causa, entre otros rubros, de la disparada de los combustibles. En verdad, esta medida no puede sorprender demasiado por parte de un gobierno que sigue descargando el mayor peso de su plan económico sobre los sectores populares y que, además, viene discriminando ostensiblemente a La Pampa a la hora de la distribución de recursos del tesoro nacional.
En lo que concierne a nuestra ciudad las cifras son elocuentes: más de siete mil niños y jóvenes que cursan desde la escuela primaria hasta la universidad se benefician con el programa que, según las aspiraciones del sector estudiantil, debería se extendido hasta las localidades cercanas a Santa Rosa. Esta mala nueva, que implica un esfuerzo adicional para las arcas municipales, conspirará para hacer realidad ese interesante proyecto.