Miércoles 24 de abril 2024

Ríos cordilleranos pierden caudales

Redacción 01/03/2017 - 01.27.hs

Los ríos cordilleranos vienen perdiendo caudales sostenidamente en las últimas décadas a causa del cambio climático. Menos precipitaciones y aumento de las temperaturas reducen las áreas nivales de donde se alimentan estos ríos.
"En las últimas décadas, el cambio climático ha producido cambios en la temperatura y en las precipitaciones, variables que inciden directamente en la distribución de los caudales de los ríos a lo largo del año y, en consecuencia, en la generación de energía hidroeléctrica. De hecho, se observa una tendencia declinante de los caudales de la mayoría de los ríos cordilleranos. El aumento de la temperatura ambiente incidió directamente en la elevación de la isoterma de 0ºC (indicador de la posición de la línea de nieve), lo que reduce las áreas de acumulación de nieve durante el invierno provocando, por un lado, el aumento de los escurrimientos superficiales en invierno y, por otro, la reducción de los caudales resultantes de la fusión de la nieve acumulada en alta montaña" comienza señalando el trabajo del ingeniero Guillermo Malinow publicado en la revista Hydria.
"Los caudales de los ríos de las regiones Comahue y Cuyo vienen cayendo significativamente desde la década del ochenta y, en algunos casos, desde mediados del siglo pasado. Debido al aumento de las temperaturas durante los últimos 100 años los glaciares de montaña han disminuido su tamaño, al punto que algunos ya han desaparecido", expresa el profesional.

 

En Cuyo.
"Los ríos muestran una leve tendencia negativa en su caudal desde inicios del siglo XX, pero ésta se acentúa marcadamente desde la década del ochenta. El proceso de fusión de la nieve comienza más temprano, incrementando el caudal en los meses de primavera, con el pico de máximo que se presenta más temprano en el ciclo hidrológico y una disminución de los caudales de verano. La variabilidad de las precipitaciones (con tendencia negativa) y de la temperatura (con tendencia positiva) han ocasionado una disminución de las masas de hielo cordilleranos", explica el autor.

 

En el Comahue.
"En el periodo 1967-1998 se observan tendencias negativas y significativas en las precipitaciones anuales. Los caudales medios de los principales ríos de la Patagonia norte y central muestran en general tendencias variadas desde inicios del siglo XX: el río Colorado, para el período 1940-2003, muestra una tendencia positiva en dicha variable. El río Neuquén muestra una cierta conservación de caudales medios anuales. El río Limay (el que concentra la mayor cantidad de aprovechamientos hidroeléctricos) muestra una tendencia negativa en su caudal medio anual, y ello resulta más marcado desde la década del ochenta del siglo pasado. Respecto de las temperaturas, en la región del Comahue, para el período 1961-2004, éstas aumentaron en 1ºC; consecuentemente la altura de la isoterma de 0°C muestra una tendencia ascendente muy marcada", afirma Malinow.

 

En la Patagonia sur.
"Los ríos Futaleufú y Chubut muestran una tendencia negativa en su caudal medio anual, circunstancia que resulta más significativa desde la década del ochenta del siglo pasado. El río Santa Cruz, cuyas nacientes se encuentran en la zona de los hielos continentales, que son los que regulan sus caudales, muestra una tendencia creciente en el caudal máximo, que podría estar indicando variaciones en los procesos de generación de los mismos. Debido a la gran probabilidad de que continúe el retroceso de los glaciares, se espera un aumento temporario del caudal de los ríos de esta cuenca
"En el extremo sur del país, la mayoría de los glaciares están en pleno retroceso debido al cambio climático regional, a excepción de los glaciares Perito Moreno y Spegazzini que estarían en equilibrio. El glaciar Upsala es el que ha sufrido el mayor retroceso en las últimas décadas.
"Respecto de las temperaturas, en la Patagonia sur se produjo un calentamiento más pronunciado, como el registrado en Río Gallegos entre 1931 y 1990, donde la temperatura media anual aumentó 2,5ºC", sostiene el trabajo.

 

Impactos proyectados.
"Los escenarios climáticos indican que continuará la persistencia de disminución de la precipitación nival en la Cordillera de los Andes, tanto en Cuyo como en la Patagonia, previéndose que continuará el retroceso de los glaciares. Hay pocas dudas de que en los oasis del piedemonte andino de Cuyo, la conjunción de mayores temperaturas y menores precipitaciones llevará a la reducción de los caudales de los ríos.
"Utilizando escenarios provistos por el Informe especial del Panel Internacional de Cambio Climático (IPCC) y el modelo climático regional de alta resolución se establecieron valores de temperatura, precipitación y altura de la isoterma de 0°C proyectados para los años 2020-2030 para cada una de las cuencas de los principales ríos cordilleranos de la región cuyana.
"Los resultados sobre la disminución de la carga nival indicada por el modelo y la consecuente disminución de los caudales emergentes indican notables diferencias en cada cuenca. La del río San Juan, que es la cuenca más extensa, es la que presenta una mayor disminución relativa en los caudales durante el período 2020-2030.
"El río Mendoza, cuya cuenca es la de mayor altura media, presenta una disminución del caudal medio, mientras que las cuencas de los ríos Tunuyán y Diamante indican valores similares de disminución. El río Atuel, ubicado en el extremo sur de la región considerada, presenta la menor pérdida de caudal
"En el Comahue y en la Patagonia Sur el aumento de la altitud de la isoterma 0ºC se producirá también en esta región y, con el aumento progresivo de la temperatura, por ser más baja esta zona de cordillera, disminuirá significativamente o virtualmente desaparecerá en algunas cuencas la superficie montañosa de acumulación nival. Los caudales de los ríos Limay, Negro, Colorado y Chubut continuarán con una tendencia decreciente, no disponiéndose aún de estimaciones de las mermas esperadas, mientras que no se esperan reducciones en los ríos más australes como ser el río Santa Cruz.
"La franja cordillerana puede presentar fuertes reducciones de la precipitación y los descensos serían más pronunciados durante el invierno que en el verano, afectando a las cuencas de los ríos", advierte el estudio de Malinow.

 

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