Jueves 28 de marzo 2024

Si estamos en el ocaso de Alto Valle y de sus frutos

Redacción 07/02/2016 - 08.16.hs

De los productores de frutos de la tierra siempre hemos escuchado quejas.
Esto es lo que se oye decir y que a veces repetimos como si se tratase de una de esas verdades que no necesitan demostración. Sin embargo, eso que "se dice" debe tomarse con precaución, como pasa con los refranes, que surgen de experiencias repetidas, aunque no por eso invariables. Basta pensar que el refranero alberga dichos que se contradicen entre sí, como es el caso de "A quien madruga, Dios lo ayuda", al que se contrapone el que advierte que "No por mucho madrugar amanece más temprano". Contradicciones de este tipo no desmerecen al refrán sino que revelan la condicionalidad de nuestros saberes, puesto que el resultado de cualquiera de nuestros actos siempre está condicionado por circunstancias que no manejamos. Desde este punto de vista no hay contradicción, pues los dichos nacidos de la experiencia se complementan, como si viniésemos a decir que está bien madrugar, porque eso nos da una ventaja sobre los dormilones y luego, al decir que no amanece más temprano se advierte que para cualquier propósito nuestro el éxito dependerá de la propia madurez o capacidad personal para lo que se pretende y de una multitud de circunstancias externas. Los refranes, al cabo, confirman que el futuro no se construye por nuestra voluntad. A veces nos encontramos con premios o castigos no pensados ni merecidos, pero esto no quita mérito al acto voluntario (madrugar, estudiar, prepararse para ser la mejor opción o una buena opción). El madrugador necesita que "Dios lo ayude", porque a un dios se le atribuye la capacidad de manejar todas las variables que concurren para gestar un hecho.

 

Culpables.

 

Las quejas de los productores: chacareros, tamberos, fruticultores, quinteros dan cuenta de insatisfacción. En casos la queja viene acompañada de una denuncia o acusación: ya contra el gobierno ("piove?, governo ladro; non piove?, governo ladro"), ya contra algunos de los que hacen la cadena de valor de la producción. En el caso de los fruteros del Alto Valle esa cadena incluye a los acopiadores (que tienen capacidad de almacenaje y disponen del frío) los cuales, incluso cuando se trata de cooperativas, son los que fijarán el precio de la producción recibida porque tienen los medios para la gestión comercial; y de los exportadores, pues nuestra producción primaria tiene un destino decisivo de exportación. La fruta, por ejemplo, depende principalmente de Brasil y en segundo lugar de Rusia, justamente dos economías que pasan por severas dificultades. ¿Dónde está el culpable de los bajos precios si además de los intermediarios mencionados se depende de la capacidad de pago de quienes necesitan esos productos y también se depende de la buena o mala cosecha de los productores de todo el mundo? Y se depende igualmente del mercado interno, de la capacidad de compra de la mayoría del propio pueblo. Si hay desocupación o si cae el salario real (su capacidad de compra) el mercado interno se deprime y consume menos. También influye el control de las importaciones, que a veces es cuestión del gobierno y a veces decisión del gobierno, la de abrir o condicionar la entrada.

 

Ocaso.

 

El periodista y economista argentino Claudio Scaletta dice que el Alto Valle asiste "al ocaso de su economía" y explica que cae en cantidad y en calidad, ambas razones porque no se hacen las inversiones necesarias para controlar plagas y mejorar calidad, en parte porque la dependencia de los concentradores y los exportadores ha hecho que las empresas fruticultoras más fuertes estén cambiando de rubro (se vuelcan a la ganadería o a la producción de forrajes o se relacionan con la producción de hidrocarburos). Muchos productores alquilan o venden sus tierras, a veces loteándolas. Van quedando los más chicos y con menos capacidad para competir. O sea que aguantan los más débiles, pero su debilidad se acrecienta y su producción decae.
Dice Scaletta que se acusaba al gobierno anterior (FpV) por los aranceles y los tipos de cambio, pero desaparecidas estas causales con el nuevo gobierno la situación de los productores no mejoró. Ahora, ya iniciada la cosecha, no hay precio. Brasil y Rusia disminuyen sus compras.
Los productores han tirado toneladas de fruta, en estos días, frente al ministerio de Fruticultura rionegrino. Gran parte de la fruta derramada salió de los pocos depósitos cooperativos existentes.
Cuando nuestra crisis de hace casi un siglo, por sequía y cambio del sistema de siembras, muchos de nuestros productores y muchos jóvenes de los pueblos hallaron destino en el Alto Valle, el Valle Feliz, dueño del porvenir.
Jotavé

 


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