Jueves 11 de abril 2024

Siguen lloviendo las sorpresas

Redacción 09/02/2016 - 03.37.hs

La Municipalidad de Santa Rosa no deja de asombrar a los vecinos y a las propias autoridades que todavía no cumplieron dos meses de gestión. Cual caja de Pandora, las sorpresas se multiplican y nunca son portadoras de buenas noticias. Las novedades conocidas en las últimas horas no solo desconciertan, también suman nuevas evidencias que desacreditan todavía más la gestión comunal que finalizó su mandato el 10 de diciembre.
Que los funcionarios de la administración larrañaguista estén reclamando una suma millonaria en concepto de "vacaciones impagas" supera todo lo imaginable. Ellos fueron funcionarios políticos e integraron el gabinete del intendente anterior. Como tales formaron parte de la máxima conducción del municipio y, por lo tanto, les cabe también su cuota de responsabilidad en todo lo actuado durante ese período. Su calidad de ex funcionarios políticos debería primar para hacerlos declinar en su reclamo como una pequeña contribución a las arcas municipales que, por acción u omisión, ellos mismos contribuyeron a afectar tan negativamente como se pudo ver apenas cambió el gobierno y surgieron las enormes deudas económicas y de gestión que sorprendieron al vecindario.
Por otra parte, también debe decirse que muchos de ellos ya consiguieron buenos trabajos en la administración pública bajo el generoso poncho del Partido Justicialista que suele pagar de este modo las lealtades políticas. Recordemos que el intendente anterior se alineó con el vernismo y le posibilitó el triunfo ante el jorgismo en la interna del PJ.
Como en la conocida canción, los funcionarios reclamantes deberían considerarse "bien pagaos" a partir de los generosos sueldos de funcionarios de ayer y hoy y retirar sus demandas. Contribuirían así a enmendar, aunque sea en parte, la pobre imagen de la gestión a la cual sirvieron y se podrían reconciliar -también en parte- con el vecindario que con sus aportes les pagó sus sueldos durante esos cuatro años que quedarán para el olvido.
El otro problema que trascendió en los últimos días concierne al servicio de transporte urbano, también un presente griego de las autoridades salientes. A los ya conocidos desencuentros con los empresarios por los ómnibus con piso bajo, para permitir la accesibilidad a personas con movilidad reducida, se acaba de sumar ahora la nada grata novedad de que varias de las unidades no aprobaron la verificación técnica que exige la ley para circular por la vía pública. Ello es demostrativo del poco interés de la empresa por cumplir con un contrato que arrancó mal de entrada y que luego la Justicia pretendió corregir ante la demanda iniciada por varias instituciones locales que representan a personas con dificultades motrices.
Para sumar malestar, los atrasos en los pagos a los empleados y las respuestas de éstos con paros de actividades ha dejado sin servicio a los miles de vecinos que necesitan de este medio de transporte para cumplir con sus actividades laborales y escolares.
Esta seguidilla de problemas que ahora sorprendió a los santarroseños y que viene a sumarse a tantas dificultades que surgieron antes, no hace más que distraer tiempo y esfuerzo de las actuales autoridades. La dedicación que requiere esta pesada mochila cargada con problemas heredados distrae a la actual gestión y le impide abocarse con toda la energía necesaria al mejoramiento de la vida de los habitantes de la sufrida capital pampeana. Esta es la consecuencia más negativa de la pesada deuda de gestión que legó la anterior administración, cuyos funcionarios políticos acaban de sorprender con un reclamo económico por vacaciones no gozadas. Los resultados a la vista permiten preguntar si vacaciones, precisamente, no fue lo que más hubo en esos cuatro años.

 


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