Martes 16 de abril 2024

Sobre males cíclicos y su motivación repetida

Redacción 21/10/2017 - 02.02.hs

Señor Director: Hace poco se vio una película norteamericana, dirigida por un argentino residente. Está basada en una novela de Stephen King. Lo común entre película y novela es poco, incluyendo el título It, voz inglesa que se traduce como Eso: algo no conocido o de difícil definición o pronóstico.
No es mi propósito hablar del libro de King ni de la película, ambos de notorio éxito a pesar de las muchas diferencias entre ambas realizaciones. Desde luego, me había llamado la atención que el filme incitara a diarios, revistas y programas de tevé a establecer comparaciones, señalar los cambios entre novela y película y, en casos, el intento por enunciar una conclusión sobre el sentido último de ambas obras. A pesar de que existen efectivamente muchas diferencias, la información hizo saber que King dio su conformidad y se manifestó complacido por la versión.
También me ha atraído una nota periodística de Jorge Elbaum (en el diario Página/12) porque propone una conclusión que creo ayuda a dar respuesta a algunos interrogantes, por lo menos interrogantes míos, surgidos del análisis de los procesos sociales y del dibujo de avances de tipo progresista y el retorno de lo que pudo creerse confinado en el pasado, en el sentido de que sería un lugar por el que se pasó y al cual nunca se retornaría. Como profesor en filosofía y ciencias de la educación he sabido y valoro la "batalla contra el oscurantismo" y su consecuencia la educación universal, o sea el rescate del saber como un derecho humano, algo inherente a la persona y al que toda persona debe tener acceso. Al considerar aspectos el neoliberalismo que hoy se ha universalizado o poco menos, en las naciones de Occidente, entre ellos su tendencia a reducir o eliminar la enseñanza universal, pública y gratuita, a favor de una mercantilización del saber que presupone un reapoderamiento de ese bien común de la humanidad por parte de una nueva minoría, esta vez no guerrera sino financiera, no he podido dejar de preguntarme si el pasado, lejos de ser motivo del relato de algo que fue y ya no es, en cambio es parte de la materia de una realidad humana que está ahí, al parecer adormecida o muerta, pero siempre en capacidad de retornar aunque no sea con la misma apariencia.
El escrito de Elbaum comienza por recordar que en la novela de King y en el filme reciente, que comparten el título IT (Eso) hay un ente, que en el filme toma la forma precisa de un payaso con un rostro de apariencia burlona, pero con aire siniestro, que se hace presente en la realidad de las sociedades cada siglo, cada 27 años (según King) y que es causa de males graves. Lucha contra él un grupo juvenil, que deberá volver a enfrentarlo en su próxima aparición. Los que enfrentan a "eso", dice Elbaum, son demasiado débiles para ese cometido, pero aprenden a que la manera de vencer les impone no ocultar sus propias debilidades ni sus errores y sus dolores. Saben también que ese payaso no muere y que volverá de sus letargos para comenzar un nuevo ciclo contra la indolencia popular que ha facilitado su retorno. Elbaum cita asimismo el final de La peste, novela de Albert Camus, cuando éste advierte que el bacilo de la peste no muere: permanece escondido, adormecido, pero en condicione de retornar.
En suma, que Elbaum lee en estos relatos un mensaje y una advertencia para no dormirse sobre los laureles, porque no existen las conquistas finales absolutas: que el adormecimiento, el olvido de la experiencia histórica, es la condición previa para los retornos del payaso.
Leo también que en USA gana terreno un movimiento llamado AntiFA (antifascista) que sale a enfrentar agresiones como las del Ku Klux Klan y equivalentes. En un lugar ya ha librado riñas sin armas de fuego. Preferiblemente a puñetazo limpio. La información hace saber que desde algunos sectores demócratas (hoy opositores) se ha pedido darles el tratamiento de terroristas.
Atentamente:
Jotavé

 

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