Miércoles 24 de abril 2024

Sobre cosas que ocurren en este singular mundo

Redacción 21/05/2015 - 04.49.hs

Señor Director:
Cuando hablamos de mundo rara vez queremos abarcarlo todo. Incluso hay quien dice que somos ciudadanos de varios mundos simultáneos y, como se sabe, nuestra estada es breve, siempre. ¿Acaso necesitamos más?
La porción de mundo que me motiva ahora es la que, desde enero de este año se conoce con la denominación general de "caso Nisman". Cuando se supo de la muerte de este fiscal en mi nota inicial sobre el tema tomé los recaudos habituales del manual periodístico y de la prudencia, de modo que no expresé certezas ni usé un lenguaje categórico. No obstante, dije que mi impresión personal podía ser expresada con hipótesis: que el problema AMIA no era un caso circunscripto a la jurisdicción argentina y que no lo fue desde el primer día: se convirtió en un suceso condicionado por los servicios de inteligencia de Israel y de los Estados Unidos. Mi segunda hipótesis inicial fue que Nisman se había quitado la vida al advertir que carecía de pruebas de los "delitos" que imputaba a la presidenta argentina, al canciller y a otros funcionarios, aparte de que los cargos a que hacía referencia no constituyen delito según el juicio de juristas. Han pasado cuatro meses y no he tenido motivo para moverme de tales conjeturas.
Al leer todo lo que llega a mi conocimiento sobre el desarrollo del caso Nisman advierto que va quedando al descubierto la trama general, en particular su relación con las diferencias entre Estados Unidos e Irán. Ya en enero había trascendidos de un cambio de política de Washington: desistiría de la posibilidad de ir a una confrontación con Teherán a cambio de ciertas seguridades acerca del uso del poder y el saber iraní en materia nuclear. Irán aceptaba controles a cambio de que cediera el riesgo de una guerra. Ambas partes buscaron un reaseguro al comprometer en el acuerdo a las naciones que son miembros permanentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas más Alemania: 5 más 1. O sea también Rusia, China, Reino Unido y Francia. Israel vio en el avance de este acuerdo una señal de alarma y buscó la manera de impedirlo. El primer intento, que contó inicialmente con el apoyo de la inteligencia norteamericana, incluyó actualizar el caso AMIA, reforzado con denuncias sobre aumento de la influencia iraní en América latina. En un momento cesó el apoyo de la CIA y entonces Israel apeló a sus relaciones con los republicanos para mantener la presión sobre Obama (más tarde, el jefe de gobierno de Israel llegó a instalarse en Washington para abogar por su causa aprovechando la mayoría de congresistas republicanos, más no pocos demócratas). Con todo, el acuerdo se concretó. ¿Cómo se ligó el caso Nisman con esta trama? Porque hay congresistas republicanos ligados a los llamados fondos buitre, que parecen haber aprovechado la ocasión para meter presión al gobierno argentino, con apoyo de sectores políticos y económicos de Buenos Aires. Pero Nisman, al momento de tener que mostrar sus cartas, cayó en la cuenta de que estaba sin el marco general de la trama y sin una causa defendible.
Digamos que son conjeturas, pero no se trata de disparates. Es posible que "la verdad verdadera" (recuerdo el lema de Abdo) tarde en conocerse o no se conozca nunca por completo. Cuando un hecho conmocionante (como fue la muerte de Nisman) es solamente un hilo en una trama de espionaje, el caso individual pierde entidad. Una vida o muchas vidas no pesan. Es la guerra. Lo que sigue en nuestro país es la presión de los buitres, cuyo más reciente intento fue el relato de un depósito millonario de Máximo Kirchner y Nélida Garré en bancos del exterior. Esta trama ha caído ante el informe de los bancos involucrados. También en este caso se dijo que esos fondos procedían de Irán, a manera de coima por el "arreglo" con sus acusados. No hubo arreglo, no hay fondos externos de las personas nombradas, pero nuevos relatos acudirán a llenar la oquedad.
Atentamente:
JOTAVE

 


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