Miércoles 24 de abril 2024

Todos contra Macri

Redacción 02/05/2019 - 00.59.hs

El paro que por primera vez se concreta sin la convocatoria de la CGT nacional, tuvo un buen acatamiento a pesar del boicot de la UTA (transporte) y de las bravuconadas de la ministra Bullrich.
IRINA SANTESTEBAN
El paro del 30 de abril, fue convocado por el Frente Nacional por el Modelo Nacional, que dirige Pablo Moyano, junto a las dos CTA y los movimientos sociales, como continuidad de la jornada de protesta del 4 de abril, y se concretó sin la CGT nacional, dirigida por Héctor Daer y Carlos Acuña (Juan Carlos Schimdt se retiró del otrora triunvirato).
En su discurso de cierre, Pablo Moyano ponderó que la convocatoria había sido ratificada por un plenario de 70 regionales de la CGT. Prefirió no tensar la cuerda con aquellos dirigentes, a quienes les reclamó que se sumen para no quedarse "detrás de la historia". Pablo Micheli, en cambio, líder de la CTA Autónoma, fue más crítico y los trató de "traidores o boludos".
En realidad son lo primero y no tienen nada de lo segundo, ya que tanto Daer como Schmidt, junto a Gerardo Martínez, Luis Barrionuevo, Armando Cavalieri, entre otros, están más preocupados por sus "negocios" que en realizar paros en defensa de los derechos de sus representados. Por ello, apenas el gobierno nacional les habilitó una parte del pago de los fondos de las Obras Sociales sindicales (unos 13.000 millones de pesos), abandonaron cualquier actitud de (tibia) rebeldía.
Fue muy ridiculizado en las redes sociales, el modo que eligió el presidente para demostrar su oposición a la medida de fuerza. "Nosotros elegimos trabajar" mientras otros "deciden no hacerlo", escribió Macri en su red Twitter. Justamente él, que acostumbra vacacionar por largos períodos de tiempo!

 

HAMBRE DE VERDAD. Fogoneada por una situación social cada vez más desesperante para la mayoría de la población, la medida de fuerza se hizo sentir, y fue vista con buenos ojos aún entre aquellos que no pudieron cumplirla y debieron concurrir a sus trabajos, en épocas de ajuste y despidos.
Es que el hambre se está haciendo sentir, debido a los aumentos en los productos de la canasta alimentaria, no son pocas las familias y en particular las personas de la tercera edad, que sólo pueden hacer una comida al día, en el "país de las vacas y el trigo", que exporta granos y carnes a todo el mundo.
Los comedores populares se ven abarrotados, por lo que el reclamo de la Emergencia Alimentaria que hacen los movimientos sociales, es una necesidad que se palpa en la calle. Se cuentan por miles las personas que buscan lo que sea (alimentos, cartones, ropa) en contenedores de la basura. Pero ni ese derecho les está quedando, porque el jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, ordenó poner dispositivos para que se puedan abrir sólo con una tarjeta magnética. Para el gobierno de Cambiemos y los vecinos que todavía los apoyan, es más feo que haya basura en las calles, que gente que tiene que revolverla para encontrar algo qué comer.

 

EL PARO. La huelga fue una apuesta importante de los convocantes, ante la ausencia de la CGT nacional, y tuvo alto acatamiento en la ciudad de Buenos Aires, aunque se sintió menos en ciudades del interior, donde el papel del transporte fue decisivo. Es que la CATT (Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte) no adhirió a la medida, pero sí llamó al paro para el día de ayer, 1º de Mayo, tradicional feriado por el Día del Trabajador. Curiosa forma de protesta, en día no laborable, para regocijo de los empresarios a quienes esa huelga no les hace ni cosquillas, al contrario, les evita pagar jornada doble por el feriado. Ahora la CATT llamó a parar ¡el 25 de mayo!
El documento acordado por las organizaciones convocantes fue leído por el titular del gremio de Canillitas, Omar Plaini, donde se rescató la unidad de los sindicatos con los sectores productivos, cooperativas y pymes, y se planteó el rechazo al acuerdo con el FMI y a la reforma laboral, la exigencia de paritarias libres, aumento salarial de emergencia y retrotraer el valor de los servicios públicos y el precio de los combustibles a diciembre de 2017.

 

AMENAZAS Y REPRESION. Antes del paro, la ministra Bullrich y el secretario de Trabajo, Dante Sica, se encargaron de estigmatizar a los convocantes llamándolos "mafiosos" y advirtiendo que no se iba a tolerar cortes de puentes ni de calles. Más que una demostración de fuerza, fue todo lo contrario, pues dejó en claro que ante el descalabro de la situación económica y el descontento que crece entre la población, el gobierno apela a la represión y las amenazas. Así fueron detenidas 17 personas por pintadas y escraches a entidades bancarias, como el JP Morgan. La furia represiva continuaría luego contra manifestantes en la embajada de Venezuela, que se habían acercado para expresar su apoyo al gobierno constitucional de Nicolás Madura; allí se encontraban centenares de venezolanos partidarios del autoproclamado presidente Juan Guaidó, pero la policía de Bullrich y de la ciudad arremetió contra los primeros, con gases lacrimógenos y balas de goma, hiriendo gravemente a Rodolfo Martín Dagnaro, por un disparo a escasa distancia en un oído.

 

UNIDAD. Casi todos los oradores hicieron un llamamiento a la unidad para "ganarle a Macri en octubre", sin demasiadas precisiones, pero remarcando que debe ser una unidad "sin exclusiones", en lo que se entiende una referencia a la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien ha subido en la intención de voto en las encuestas camino a las elecciones presidenciales, pero sin que hasta el momento se sepa si va a ser o no candidata.
El compromiso de los convocantes fue continuar con las acciones, las que serán resueltas en una nueva reunión dentro de 20 días.

 

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