Domingo 21 de abril 2024

Treinta años de compromiso

Redacción 29/07/2014 - 04.22.hs

Quizás sea esa palabra, "compromiso", la que mejor pueda sintetizar la trayectoria de la Fundación Chadileuvú que arriba a sus treinta años de vida.
No es casualidad que la institución tuviera su origen con el retorno de la democracia tres décadas atrás. Heredera directa de aquellas movilizaciones masivas que jalonaran la primera mitad de la década de los setenta cuando, inesperadamente, la sociedad pampeana se viera sacudida por nutridas manifestaciones populares que colmaban la capacidad de clubes deportivos o del municipio santarroseño en reclamo del mítico río robado que cantaran poetas de la talla de Castilla, Bustriazo Ortiz o Morisoli.
La Fuchad adquirió estatus institucional luego del negro período de la última dictadura militar. No podía ser de otra manera. El absolutismo castrense no hubiera tolerado a una institución democrática e incisiva que, entre muchos otras tareas, no dejó de hacer oír su voz ni de confrontar si se imponía tal necesidad en la arena política pampeana.
Un puñado de dirigentes atentos a las necesidades y aspiraciones de la comunidad permitió ese puntapié inicial con el que empezó a rodar en nuestro medio la entidad ambiental que se destacaría por su continuidad, especialmente en la brega por promover el desarrollo de políticas hídricas. Tal coherencia y persistencia a través del tiempo, contrastó notablemente con la errática trayectoria que el Estado pampeano -a través de sucesivos gobiernos- supo demostrar en la materia y en este lapso. El riesgo del olvido injusto disuade de nombrar en esta columna a todos aquellos pioneros. Que la noble tarea del homenaje y el recuerdo quede a cargo de la actual dirigencia de la Fuchad.
La voz de la entidad no conoció descanso ni retiros. Cada vez que el tema hídrico, en particular, y el ambiental, en general, estuvo en el centro de la escena política, se hizo oír con claridad y firmeza poco habituales. Logró demostrar así que no solo desde el Estado o los partidos políticos se puede asumir un activo compromiso militante en favor de los intereses de la comunidad.
Ese ejemplo lo concretó la Fuchad sin alardes, solo con el trabajo cotidiano, persistente, muchas veces desapercibido y hasta ingrato. En un medio reducido como el pampeano, en donde "nos conocemos todos", no siempre es cómodo asumir una postura clara de defensa de los intereses ambientales. En ocasiones se impone la necesidad de enfrentar al poder político, muchas veces ensoberbecido y sordo al clamor de los que plantean horizontes de justicia no siempre advertibles por los que suelen entretenerse con las cuestiones -más atractivas y redituables políticamente- de corto plazo. Por eso adquiere mayor valor este aniversario y se torna imperativa la necesidad de reconocer la labor de quienes han conducido la institución en años políticos no siempre apacibles.
Las publicaciones, conferencias, actos, debates públicos, intervenciones judiciales, pronunciamientos y demás manifestaciones promovidas o protagonizadas por la Fundación Chadileuvú constituyen galardones que merecen el reconocimiento de los pampeanos por encima de las identidades políticas.
Pero, quizás, lo que más debiera destacarse es un valor intangible que no siempre cotiza en alza en los tiempos que corren. Como se dijo al comienzo de este artículo: el compromiso con la comunidad en donde nació, creció y se proyectó esta entidad señera que marca un rumbo, que hace docencia con su pensamiento y su acción, que recuerda, como el tábano socrático, que muchas veces hay que aguijonear a la sociedad para que se mantenga despierta, en movimiento, alerta en la defensa de los intereses populares.

 


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