Una semilla que ha prendido rápido

En un acto que no deja de ser llamativo dentro de lo positivo de su acción, representantes bonaerenses y pampeanos de una veintena de localidades de la zona limítrofe entre ambas provincias, se reunieron en Trenque Lauquen para aunar esfuerzos para la reactivación ferroviaria de la región, de "la vuelta del tren", como se suele nombrar popularmente a tan anhelada posibilidad. El movimiento y su intención no es nuevo y, en algunos lugares de ambas provincias, lleva al menos un par de años de gestión y solicitudes, con ciertos logros dignos de consideración, como el de los servicios que llegan semanalmente a Realicó. Sin embargo, lo singular es el rápido crecimiento de la idea, acorde por la importancia que el gobierno nacional parece haberle dado al tema ferrocarriles desde hace un par de años.
No se puede dejar de reconocer que, saturada de propaganda hábilmente diseñada y dirigida, la sociedad argentina no le dio la importancia debida al arrasamiento de los ferrocarriles nacionales durante el menemismo, una iniciativa cuyo propósito último era favorecer al capital privado en materia de transporte. Muchos de los actores de aquel desbarajuste alguna vez tendrán que explicar porqué aplaudieron el desguace ferroviario, cuya nacionalización había sido uno de los mayores orgullos de su propio partido. Por cierto que aquella jugada del gran capitalismo se concibió a nivel internacional, ya que se anuló también los sistemas ferroviarios de otros países latinoamericanos.
Lo más notable de la cumbre regional de jefes comunales y otras autoridades en pro de volver a contar con trenes que vinculen sus localidades con la capital del país y, a la vez, interconecten sus zonas productivas y pequeños pueblos, es la unanimidad en el propósito y la certeza de que el proyecto es factible. De hecho, las vías parecen no estar tan intransitables como se creía -o se decía- y son pasibles de soportar a los nuevos trenes chinos, una maravilla que el país puede conseguir y utilizar. Al respecto, las palabras del representante santarroseño fueron acertadas: "la reunión se caracterizó por un sentido regionalista, más que localista. No se piensa en una u otra ciudad sino, a la vez, por todas".
Se advierte que de momento las conversaciones apuntan a reimplantar servicios de pasajeros, pero si el avance del país es consecuente, el propio peso de la actividad volverá a la utilización de los convoyes de trasporte, aunque más no sea en los suministros básicos, actualmente en manos de algunos privilegiados cuya concesión prácticamente obsequiara el gobierno menemista a sus amigos y aliados.
La promisoria reunión de Trenque Lauquen fue también lúcida en otros aspectos. Advirtió que los principales protagonistas de este emprendimiento serán los intendentes, pero que "la mucha energía positiva" existente en la idea es afín a "un momento político ideal" y debe ser respaldada por las fuerzas vivas de las zonas interesadas en la reactivación ferroviaria.
Después de tantos años de retrocesos y frustraciones, la intención de solicitar una pronta audiencia al ministro de Interior y Transportes habla de una disposición firme y orientada en la posibilidad cierta de revertir uno de los más grandes errores de nuestro reciente pasado político y económico.