Nuevas perspectivas para el conductor: cámaras en lugar de espejos

Alguien quiere cambiar de carril y por hábito mira hacia afuera en busca del espejo retrovisor, pero no encuentra nada. Eso ocurre en el último prototipo del BMW i8, que en lugar de espejos tiene cámaras de alta definición. Las imágenes aparecen en un display digital con una pantalla ancha, ubicado en la parte superior del parabrisas, que reemplaza también al espejo interior.
Este coche deportivo eléctrico es por ahora un prototipo, pero es probable que al igual que lo que ocurrió con la llave de encendido, las manivelas para las ventanas o las radiocaseteras, los conductores deban despedirse pronto de un nuevo elemento del auto. Los días de los espejos están contados.
Pese a que esta tecnología se conoce desde hace años gracias a los proyectos o los prototipos, por ahora los espejos virtuales sólo se ven por las calles en series reducidas, como el híbrido enchufable XL1 de Volkswagen.
La resolución y visibilidad eran demasiado malas, las imágenes demasiado lentas, las trabas para su aplicación demasiado grandes y los componentes demasiado caros, explica el diseñador de Mercedes Steffen Köhl, cuyo equipo experimentó recientemente con estos sistemas para el prototipo Concept IAA.

 

El proveedor alemán Continental enumera algunas de las ventajas de las cámaras: al ser más pequeñas pueden integrarse mejor en la carrocería, disminuye la resistencia del aire y por lo tanto el consumo. Además, al haber menos vibraciones se reduce el ruido del viento y el auto es más silencioso.
Pero esto solo no amerita todo el esfuerzo, considera Elmar Frickenstein, responsable de desarrollo en electrónica de BMW. El experto cree que en la medida en que mejore el rendimiento se logrará disminuir costos y mejorar el tiempo de transmisión de las imágenes.
Además cuenta con que cada vez se construirán más cámaras para los diversos sistemas de asistencia de los coches. "El espejo virtual no tiene ningún sentido si no podemos ofrecerle información y funciones adicionales al conductor", asegura.
En los prototipos del i8 su equipo programó por ejemplo un sistema de asistencia que al adelantar advierte sobre la presencia de vehículos en el ángulo muerto con un triángulo que va creciendo.

 

Frickenstein se imagina que en el futuro habrá símbolos de advertencia para peatones o ciclistas, líneas que sirvan de guía para cambiar de carril o una integración de las indicaciones de conducción. "Cuanto mayor sea la vinculación con otros sistemas de asistencia, mayor será la ventaja frente a los espejos convencionales".
Otros fabricantes decidieron poner manos a la obra. A partir del próximo año, el Chevrolet Bolt, eléctrico, contará no sólo con una nueva generación de batería recargable, sino que en lugar del espejo interior convencional, y pagando un costo adicional, se podrá tener un sistema de cámaras en la parte trasera que ofrece al conductor una visión más amplia sin el ángulo muerto.
La misma técnica utiliza General Motors para los modelos convencionales de Cadillac CT6 y XT5 y promete una mejor perspectiva: un campo de visión tres veces más grande.
Panasonic fue más allá y para el fin de la década anunció un espejo retrovisor electrónico que puede ajustarse individualmente. En un prototipo la empresa programó la pantalla y las cámaras de tal manera que al mover o volcarse el display cambia la dirección y las imágenes que se ven, como en un espejo convencional.
Aunque la investigación avanza rápidamente y la tecnología se impone cada vez más en el mercado, es posible que aún pase un tiempo hasta que los espejos digitales sean usados a gran escala en los autos, advierte Frickenstein, de BMW, y pide como mínimo entre tres y cinco años de paciencia.
Y más allá del entusiasmo por la nueva tecnología, cree que los espejos convencionales aún tienen un tiempo de vida. No sólo porque ayudan al conductor desde hace más de 100 años, sino porque tienen un par de ventajas muy prácticas: "Un espejo de vidrio no sufre distorsiones, muestra una imagen en tiempo real y cuesta mucho menos que un sistema de cámaras".

 

Por Thomas Geiger (dpa)