Presentaron “Verona”

Claudia Piñeiro, novelista, guionista de TV, escritora de literatura infantil y dramaturga, es la autora de “Verona”, pieza teatral que presentó el grupo Es lo que hay de Eduardo Castex.

Susana Llahí *

La obra de teatro “Verona”, de Claudia Piñeiro, se presentó hace pocos días en la sala “Ruidos y Nueces”, de General Pico.

Hablar de Piñeiro (Burzaco, Gran Buenos Aires, 1960) nos transporta a la lectura de Elena sabe Premio Clarín de novela, año 2005. Pero quizás, la obra que más trascendió de la totalidad de su producción como escritora fue Las viudas de los jueves, novela llevada al cine, estrenada el 10 de septiembre de 2009, dirigida por Marcelo Piñeyro. La escritura de Claudia Piñeiro se caracteriza por la lucha recurrente en favor de los derechos humanos, con rasgos policiales y psicológicos que agilizan la narración con un toque cercano a la oralidad. Posiblemente, en Verona, la aguda escritura de Claudia Piñeiro podría haber profundizado con mayor fuerza, en temas referidos al abandono del que son objeto los ancianos, quienes, parecen no tener derechos al amor, al deseo, a tener proyectos y sueños por cumplir. Y también, a la insatisfacción femenina y al maltrato del que a veces es objeto.

Verona se presentó por primera vez en el mes de abril de 2007 en el IV Festival Nacional de Humor de Zapala y en el Festival de Teatro de Rafaela (Santa Fe) del mismo año. En diciembre de 2008 participó en el Teatro Cervantes de un festival especial para compañías teatrales del interior. Además, estuvo en reiteradas oportunidades en Cipolletti.

Verona, en una época de mezclas y cruces, pastiches y dialogismos presenta un realismo costumbrista que tiene amplia llegada al público. Sin grandes complejidades la pieza de  Claudia Piñeiro plantea las miserias del ser humano con nitidez “contextual”, son aquellas cosas que cotidianamente vemos en nuestra sociedad. Tres hermanas acuden a la casa materna para celebrar los ochenta años de la anciana. Casualmente, se encuentran en el baño y allí comienzan a contar sus desdichas, trabajos, deseos incumplidos y paulatinamente irá apareciendo la ausencia de valores o más precisamente, la capacidad de transgredirlos llevadas por la conveniencia, dejando a la vista la falta de sensibilidad ante las necesidades, en este caso, de los adultos mayores, ¿tercera o cuanta edad? O simplemente ancianos. La hermana que cuida a la madre ya no podrá hacerlo porque necesita independizarse para seguir un nuevo amor, la hermana con hogar estable tampoco podrá porque tiene que atender a su esposo y cuatro niños y la hermana soltera porque tiene que trabajar. ¿Cuál es la solución?: un geriátrico pero… no contaban con otra salida posible. La anciana señora y su hermana se irán con el cuarto hermano, varón, a vivir a Verona, Italia. Y allí surge el enojo, cómo es posible que no se les haya consultado. Finalmente se consuelan pensando que ellas podrán visitar a su madre, pura y exclusivamente para conocer Italia, en especial, Verona. Escenografía minimalista pero suficiente para recrear el espacio, claramente un baño. Las actuaciones naturalistas como conviene a una puesta realista y teatralista (por sus gestos y tonos exagerados) en el caso de la molesta tía que continuamente quiere entrar y saber de qué están hablando, lo que lleva el personaje a la caricatura y que en cierta forma desbalancea el equilibrio de los demás elementos. Las actrices logran un buen manejo del espacio escénico y con la gestualidad, desarrollar el humor que presenta el texto.

Una puesta integrada que evidencia el entusiasmo y el amor por el teatro en los numerosos grupos de teatro independiente de los pueblos pampeanos.

El elenco de Verona está conformado por Cecilia Aguilar, Bibiana Buffa, Luciana Fuchs y Susana Fernández. En la dirección: Marta Coiro.

* Licenciada en Letras - Investigadora y Crítica de Teatro