Robaron en la casa de Sábato

El escritor no se enteró del hecho, ya que "estaba durmiendo", según lo confirmó su hijo y su nieta. También le sustrajeron la tapa enmarcada del libro "Antes del Fin". Los ladrones huyeron por los gritos de una empleada.
Dos delincuentes asaltaron la casa del escritor Ernesto Sábato en la localidad bonaerense de Santos Lugares y robaron la tapa enmarcada de un libro, dinero y dos teléfonos celulares, aunque finalmente huyeron del lugar asustados por los gritos de una empleada.
Fuentes policiales informaron que el robo se cometió alrededor de las 5 de la madrugada de ayer en la casa del autor laureado con el Premio Cervantes en 1984, situada en la calle Langeri al 3100, a pocas cuadras de la iglesia de Santos Lugares. Si bien en un principio algunas fuentes policiales que luego se retractaron aseguraron que Sábato no estaba en la casa al momento del hecho, su nieta y su hijo confirmaron que sí se encontraba, aunque no se enteró de lo que había pasado "porque estaba durmiendo". "Ahora está descansando, está bien, perfecto", aseguró la nieta, que dijo que prefería que su abuelo no se enterara de lo acontecido.
La joven sostuvo que "en 60 años acá nunca hubo un robo ni nada" porque "hay mucha confianza en el barrio. La gente lo conoce, lo respeta". "Hace 60 años, éstas eran todas quintas, pero por suerte es un barrio tranquilo todavía", agregó. Las fuentes dijeron que de la casa principal el asaltante robó la tapa enmarcada del libro de Sábato "Antes del Fin".

Ruidos.
Según la Policía, los ladrones entraron por el fondo de la finca, donde hay una reja y gran cantidad de plantas y árboles que utilizaron para trepar al techo de la vivienda. Luego, sólo uno de los asaltantes ingresó a la habitación del ama de llaves de la casa, que está separada de la vivienda principal.
Según explicó un alto jefe policial, allí el delincuente que tenía la apariencia de ser muy joven, sorprendió a la mujer y le robó dos teléfonos celulares y una suma de dinero que había para el manejo de la casa y que no fue precisada.
Según el mismo informante, la enfermera escuchó ruidos extraños, ya que al revisar el lugar uno de los delincuentes habría pateado una olla. La mujer llamó a la Policía y abrió a la puerta de la casa para ver qué sucedía y allí fue sorprendida por el mismo delincuente que ya había asaltado al ama de llaves y usaba una gorra con la visera baja para ocultar su rostro. La enfermera, asustada, comenzó a gritar, por lo que el ladrón tomó lo que tenía a mano y salió corriendo advertido de que la Policía estaba en camino. (Télam)