El obispo Williamson partió en un vuelo a Londres

El polémico obispo del lefevbrismo ultraconservador Richard Williamson, quien fue conminado a irse de la Argentina por el Gobierno, embarcó ayer por la tarde en un avión de la compañía British Ayrways con rumbo a Gran Bretaña, su país natal, provocando un incidente con la prensa. Mientras caminaba hacia la puerta de embarque, el prelado se negó a hacer declaraciones al periodista Norberto Dupesso, el acreditado del canal Todo Noticias en el aeropuerto de Ezeiza, ante quien levantó su puño derecho en señal de amenaza. Además, sus guardaespaldas forcejearon con el hombre de prensa, tomándolo de sus brazos, en un intento de apartarlo del religioso.
Williamson se presentó espontáneamente en el mostrador de British Airways y allí compró el boleto aéreo a Londres, de forma que no figuraba en las listas de pasajeros elaboradas previamente por la compañía de aviación, pasando antes de embarcar por las oficinas de la Dirección Nacional de Migraciones. A la mañana un vocero del Distrito de América del Sur de la Fraternidad San Pío X, a la que pertenece el polémico prelado inglés, informó que "el obispo ya se fue del país y los superiores mantienen en reserva su nuevo destino", aunque dejó trascender que Williamson viajó "presumiblemente a Europa". El vocero dijo que esa Fraternidad "no quiere más escándalo mediático, ni que esto cause más daño a la comunidad (religiosa) y a la sociedad toda".
El pasado jueves, el Gobierno argentino conminó al obispo Williamson a "hacer abandono del país en un plazo perentorio de diez días bajo apercibimiento de tener decretada su expulsión", aduciendo irregularidades en la documentación mediante la cual ingresó al país en 2003. En los considerandos de la medida, informada por ministro del Interior, Florencio Randazzo, se subrayó además que las recientes manifestaciones del prelado "agreden profundamente a la sociedad argentina, al pueblo judío y a la humanidad toda". Williamson quedó en medio de un escándalo tras conocerse una entrevista a la televisión sueca en la que aseguraba que las cámaras de gas no existieron y que entre 200.000 y 300.000 judíos, y no seis millones, habían muerto en los campos de exterminio nazis. (DyN)