El miércoles se vota ley de matrimonio gay

El ministro Randazzo dijo que el objetivo es que el país vaya "a la vanguardia" en la igualdad de derechos. Luis Juez adelantó que votará a favor y la Iglesia acrecentó su ofensiva en contra.
El ministro del Interior, Florencio Randazzo, reiteró hoy el respaldo del Gobierno al proyecto de
ley que permite el matrimonio entre personas del mismo sexo, y respondió a la Iglesia al sostener que no pretende "destruir" la "cultura" nacional, sino "reconocer una realidad".
"Somos respetuosos de todas las opiniones pero no discriminamos, por eso este miércoles vamos a trabajar para que salga esta (ley) en el Senado", señaló Randazzo, al asegurar que el objetivo es que "la Argentina vaya a la vanguardia en la igualdad de derechos".
Randazzo, quien formuló declaraciones durante una visita a Chivilcoy, su ciudad natal, se refirió a las declaraciones de rechazo al proyecto por parte de la jerarquía eclesiástica.
"Nada más alejado que querer cambiar nuestra cultura, destruir nuestras familias", dijo el funcionario acerca de las críticas de la Iglesia.
Por el contrario, Randazzo afirmó que la intención de la iniciativa es "reconocer una realidad que existe, que tiene que ver con el amor y el amor no tiene condición sexual".
La intención del gobierno nacional al respaldar el proyecto, "que surgió de otros bloques", es que "la Argentina vaya a la vanguardia de la igualdad de derechos".
Además, expresó su convencimiento de que la "media sanción de Diputados se va a convertir en una sanción en la Cámara de Senadores". La iniciativa, manifestó, tiene por objetivos que, "independientemente de nuestra condición sexual, todos tengamos los mismos derechos".

Juez, a favor
Por su parte, el senador Luis Juez adelantó ayer que votará a favor del proyecto de ley para que se puedan casar personas del mismo sexo porque sostuvo que "esta minoría se merece tener derechos y obligaciones en igualdad de condiciones que la mayoría heterosexuales".
El jefe del Partido Nuevo resaltó en radio Mitre que "esto no tiene nada que ver con
la fe, es una cuestión de derecho pura y exclusivamente de derechos".
Además, dijo que el cardenal Jorge Bergoglio "está equivocado. Esto no es una guerra", al cuestionar el llamamiento de la Iglesia a la población para que se manifieste en contra.
En cuanto a las distintas posiciones tomadas por los senadores, advirtió que "se tienen que respetar pero no ayudan a desentrañar una cuestión elemental" y agregó que el debate gira en torno a "derechos humanos básicos que no merecen semejante puja ni disputa de sectores de poder"."No se está discutiendo poder, esto tiene que entenderlo la Iglesia", señaló.
En tanto, aseguró que "algunos creen que se le pueden asignar derechos en cuotas a la minorías cuando en definitiva los derechos humanos se conceden o no, no hay otra alternativa".
"Hay senadores que encontraron en la unión civil un atajo para esconder su hipocresía, una excusa maravillosa para seguir manejando al pueblo con ignorancia y asustando a la gente", destacó.

Oposición e Iglesia
En tanto, senadores de la oposición y miembros de la Iglesia Católica renovaron ayer su dura crítica contra el proyecto sobre el matrimonio entre personas del mismo de sexo, de cara a la marcha del martes al Congreso en repudio a la iniciativa, que será tratada el miércoles en la Cámara Alta.
Además, sacerdotes de distintos puntos del país, al oficiar misa leyeron ayer una declaración en la que sostuvieron que los niños tienen el "derecho inalienable" de nacer y crecer en lo que
definieron como "ambiente natural del matrimonio" heterosexual.
Por su parte, la legisladora del Peronismo Federal Liliana Negre de Alonso acusó a la presidenta Cristina Fernández de utilizar "medios espurios" para que se convierta en ley el proyecto, aprobado en Diputados a principios de mayo y prevé la modificación del Código Civil.
En ese sentido, cuestionó que la jefa de Estado haya invitado a viajar a China a dos senadoras opuestas a la iniciativa mientras el regreso de la comitiva está programado para el jueves. (Télam y NA)