Un hombre murió en atentado
Una operario municipal murió al explotar una bomba frente a la Escuela de Policía situada en la ciudad rionegrina de Cipolletti, durante un episodio que el gobierno provincial consideró "un atentado terrorista". El estallido se produjo alrededor de las 3, a pocos metros de un nicho de gas ubicado frente a la Escuela de Cadetes de la Policía, emplazada sobre la calle Sáenz Peña.
El estallido provocó la muerte de un operario recolector de residuos de la comuna local, de 65 años, identificado como Juan Domingo Maciel. Al parecer, el trabajador encontró el artefacto e intentó manipularlo sin saber de que se trataba, circunstancias en la que se produjo la fatal detonación, cuyos responsables por el momento no se habían establecido.
Maciel había ingresado en marzo como empleado de Aseo y Limpieza, donde también trabaja un
hijo suyo desde 2007. La municipalidad declaró dos jornadas de duelo en la ciudad y dispuso asueto con suspensión de actividades hasta el jueves, como expresión de dolor por su fallecimiento. Sus restos serán sepultados hoy a las 10 en el Cementerio municipal, y la comuna convocó a participar de las exequias "como una demostración de unidad de la comunidad ante el desafío de quienes pretenden imponen el terror irracional".
Una segunda bomba.
Mientras tanto, otro artefacto explosivo que no llegó a detonar fue encontrado en un local de una empresa telefónica. El ministro de Gobierno rionegrino, Diego Larreguy, quien llegó cerca del mediodía a la ciudad para reunirse con autoridades policiales, judiciales y políticas, aseguró en contacto con la prensa local que el incidente fue un "atentado de características terroristas", y reconoció que constituye una nueva modalidad delictiva para la provincia.
El funcionario informó que se encuentran dedicados a la investigación efectivos de la Policía Provincial, Gendarmería Nacional, miembros de las fuerzas de seguridad de Neuquén y personal de la Policía Federal.
Un acto de locura.
El intendente de Cipolletti, Alberto Weretilneck, que se encontraba de vacaciones fuera de la ciudad, calificó el episodio como "la locura en su máxima expresión", en tanto que el jefe de la Policía provincial, Jorge Villanova, aseguró que se trata de un atentado "gravísimo" y convocó a especialistas de Gendarmería Nacional para colaborar con las pericias. El secretario de Seguridad, Víctor Cufré, señaló que "en la provincia no existen registros sobre hecho de este tipo" y remarcó que no se habían registrado amenazas previas a los atentados.
En medio del desconcierto, las primeras especulaciones relacionaban el hecho con una campaña emprendida por el intendente Weretilneck, para expulsar de la ciudad a una familia cuyos miembros están implicados en hechos delictivos. La campaña de recolección de firmas fue coordinada desde principios de julio con la familia de Diego Oliva, un joven de 18 años asesinado de un disparo el último 29 de diciembre.
Weretilneck había puntualizado que "estas 10 personas tienen más o menos 30 ó 35 causas judiciales por narcotráfico, autos robados, robos, amenazas e inclusive son responsables de la muerte del joven" asesinado. "A pesar de tener los expedientes en trámite la Justicia sigue sin definir las causas judiciales y sin enviarlos a la cárcel", agregó. (NA)
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