El taxista que se convirtió en industrial
Su primer trabajo, recuerda Viana, fue de taxista. Realizó esa labor hasta la crisis del 2001 cuyas consecuencias políticas y económicas a nivel nacional y provincial provocaron que tuviera que buscarse otro trabajo simultáneo. "Con la crisis, no había trabajo, por lo que tenía que hacer otra cosa y, en ese momento, decidí junto a mi padre comenzar con la fabricación de rejas, portones, trailers y casillas gastronómicas", afirma. Y agrega: "Siempre me gustó más el trabajo industrial y, por ese motivo, montamos mi primer taller en el patio trasero de la casa de mi madre".
Trailers.
A su vez, en diciembre del 2003, Viana compró un terreno y fabricó el galpón que conserva hasta el día de hoy, en la esquina de Rodríguez y Santiago Álvarez. En ese momento, el realizador comenzó a fabricar fundamentalmente rejas, puertas, aberturas metálicas y, con el paso de los años, trailers para todo tipo de vehículos como cuatriciclos, motos y autos, y casillas gastronómicas. "Lo que más fabricamos, por lo menos ahora, son trailers y casillas", resume el entrevistado.
El propietario de "J y P" sostiene que lo fabricado se efectúa en función de lo solicitado por los clientes. Los industriales le sugieren a los compradores lo que más le conviene por lo que se organiza y se fabrica sin respetar los parámetros estandarizados.
El industrial reconoce que los primeros años fueron "duros" pero que, el boca a boca, generó que los vecinos se enteren de la existencia de una fábrica de estas características.
"Si bien comencé trabajando con mi padre, luego continúe solo", resume. Viana aclara que las casillas gastronómicas son utilizadas para la venta ambulante de comida preparada en sitios específicos como por ejemplo la Terminal de Ómnibus o el predio de la laguna "Don Tomás".
Estructurales.
El entrevistado explica que el proceso de fabricación de los dos elementos mencionados se efectúa de acuerdo con las características de los caños estructurales disponibles. "Utilizamos caños y chapas plegadas en dobladoras locales", informa. Y añade: "En base a lo que me piden, vamos fabricando, pero el caño lo realizamos sierras para hacerse el molde y se completa con chapa".
Por ejemplo, la fabricación de un trailer para un cuatriciclo demanda tres días de trabajo, en cambio para un automóvil alrededor de una semana. "Entregamos los trailers pintados, con cadenas de seguridad y la instalación eléctrica", afirma. Y agrega que los productos son vendidos, además de La Pampa, en diversas localidades de Santa Cruz y Río Negro.
Viana cuenta con dos operarios y los horarios de trabajo son: lunes a sábado a la mañana de 8 a 12.30 y de 15.30 hasta las 20.
"Tenemos trabajo, no nos falta, pero creemos que tiene que ver con el trato que le damos a los clientes", enfatiza.
En la fábrica, el industrial cuenta con tres soldadoras, un cortador de plasma, amoladoras, y todo tipo de herramientas manuales. "Tratamos de generar los productos que nos piden en todo momento", concluye el industrial.
Amplia clientela.
Durante el transcurso de la entrevista, los integrantes de "J y P Metalúrgica" relataron la realización de los diversos productos con el correr de los meses y detallan cada uno de los procesos de fabricación. Viana sostuvo que realizaron trabajos para supermercados, empresas de transporte y particulares, como así también organismos oficiales como por ejemplo el APA, APE, Casa de Gobierno, y la Cámara de Diputados, entre otros. "Manejamos los tiempos de trabajo de acuerdo con lo que va entrando", completó el propietario del taller situado en la calle Rodríguez.
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