Martes 15 de julio 2025

Argentina y su genocidio permanente

Redacción 08/09/2023 - 00.08.hs

La sociedad argentina se encuentra “sumergida en una práctica social de genocidio desarrollada mucho antes de que el terrorismo de estado se institucionalizara mediante el golpe, y continúa hasta el presente”. Paty Redondo reitera una reflexión formulada varias veces durante los últimos meses, a propósito de las presentaciones de su libro “Genocidio y dictadura en La Pampa”. “No es una teoría personal sino una concepción desarrollada por distintos teóricos e investigadores”, aclara, en diálogo con Radio Noticias (FM 99.5).

 

Debemos entender al genocidio como “un proceso de largo plazo” y por eso a lo largo de “nuestras vidas políticas, sociales e individuales, nunca podemos pensar que llegamos a un punto sin vuelta atrás y que ya hemos superado los años oscuros del pasado, porque los procesos genocidas siguen vigentes”, advierte.

 

Docente, investigadora, escritora, militante, fue entrevistada a propósito del cuarto de siglo que celebra la Cátedra Libre Extracurricular Che Guevara de la UNLPam, justo al día siguiente de un repudiable homenaje a los genocidas de la última dictadura cívico militar, encabezado por Victoria Villarruel. “Así como responsables y autores de crímenes de lesa humanidad, juzgados y condenados, hubo también muchos civiles que apoyaron el golpe y estuvieron dispuestos a que desaparecieran las personas de su vista. Y aunque no supieran exactamente el nivel de monstruosidad” perpetrado por la dictadura “estas personas siguen estando y, cuando pueden, se organizan, avanzan y dan disputa al nivel de consenso de la gente”, alertó.

 

En ese contexto, es imprescindible “seguir trabajando, poniendo en claro qué significa genocidio, quiénes fueron sus responsables y aclarando que, si hubiera delitos cometidos por sectores del campo revolucionario, teníamos instrumentos legales y constitucionales, que requieren del juicio previo y la comprobación, y no incluyen la tortura, ni la desaparición de personas, ni la creación de centros clandestinos, ni arrojar personas vivas al río”.

 

Ante el proceso de genocidio permanente, debemos “seguir contando lo que hicieron”. Y no hay que esperarla aparición de “una Villarruel, que integra el campo de los apologistas del genocidio,” para desarrollar esta tarea: “debemos seguir trabajando en todos los núcleos de base, las escuelas, los barrios, donde hay silencios de gentes comunes”.

 

Avanzada neoliberal.

 

Además de apologista del terror y defensora de los genocidas, Villarruel es diputada nacional y compañera de fórmula de Javier Milei, el candidato presidencial más votado en las PASO. Consultada sobre este nuevo avance de la derecha con su perpetua pretensión de instalar un modelo neoliberal, Redondo lamentó que “las expresiones de derecha y sus políticas neoliberales avanzaron tanto que destruyeron el tejido social del país”.

 

Recordó que los uno de los primeros intentos “fue el Rodrigazo, durante la gestión de Isabel Martínez de Perón, que no pudo avanzar porque existía un nivel de organización obrera de base con un proyecto revolucionario que obligó a la CGT a convocar a un paro nacional”.

 

Esa receta del Rodrigazo, aumento de tarifas, congelamiento de salarios y ajuste fiscal, no tenía muchas diferencias con el programa que implementaría poco después el ministro de Economía José Alfredo Martínez de Hoz. “Necesitaron concretar un genocidio e implementar el terrorismo de estado para domesticar a una sociedad que había desarrollado altos niveles de organizaciones de base con un proyecto revolucionario” dijo. Y recordó que Rodolfo Walsh “lo expresó con absoluta claridad en su Carta Abierta de un Escritor a la Junta Militar (24/07/1977), cuando habló de fábricas convertidas en campos de concentración, desaparición de obreros, congelamiento de salarios, apertura de mercados, aumento de tarifas y concentración de la riqueza en el tradicional capital burgués”.

 

De todas maneras, “no fue posible aplicar este programa al nivel que las clases dominantes pretendían porque, aunque dispersa, hubo resistencia obrera importante en la base, tal cual lo afirma Pablo Pozzi”. Igualmente, el neoliberalismo pudo avanzar con “prácticas que incluyen la flexibilización laboral durante el gobierno de Carlos Saúl Menem, y con consenso social porque estuvo diez años en el gobierno”.

 

Destruyendo el tejido social.

 

La flexibilización laboral “intensificó la destrucción del tejido social, eliminando las formas de contratación laboral existentes desde periodos anteriores, núcleos que habían ayudado a los obreros a organizarse para sus luchas y resistencia”. La década menemista “suspendió los convenios colectivos y modificó estatutos (como el Estatuto Docente), incrementando la masa de población en situación de trabajo en negro: no solo dejándolos sin obra social ni jubilación y cobrando a destajo, sino destruyendo también el tejido social en la vida cotidiana”.

 

Estas políticas “nos están jugando muy en contra ahora, porque las ideologías no son solamente ideas, sino precisamente prácticas: no se destruye el tejido social haciendo apología como Villarruel, sino a largo plazo con estas prácticas políticas”, advirtió. De esta forma, el neoliberalismo instaló “una subjetividad construida en absoluto aislamiento” que no se aplica solo a los pobres tradicionales sino que incluye “a sectores totalmente flexibilizados de clase media y con título universitario, como el periodismo”.

 

Por eso “desde las izquierdas no podemos seguir pensando las formas de contratación obrera de hace 40 años, porque nos estaría faltando una parte importante de la sociedad”, concluyó.

 

El trabajo militante.

 

Ante la perspectiva de un retroceso, con la eventual asunción de Milei como presidente, le preguntaron qué debería hacer la militancia. “Para empezar, los militantes tenemos que hacernos tiempo, dejar el activismo, reflexionar para el largo plazo y no tenerle miedo a las minorías, porque a veces se piensa que ser muchos es bueno y ser pocos es malo. Es claro que las mayorías sirven para ganar elecciones, pero los trabajos de largo plazo producen momentos de dificultades y aislamiento”, reflexionó.

 

Y convocó a “no confundir la necesidad de reconstruir el tejido social con las llamadas redes sociales, que no son redes sino espacios virtuales donde el usuario puede colocar un anuncio, hacer una convocatoria o publicar un comentario. Una red social se construye con el intercambio y el diálogo, y desarrollando la capacidad de escuchar a otras personas y pensar en conjunto. Es una construcción basada en el intercambio, la investigación y el conocimiento de los hechos, porque no es posible trabajar solo desde las consignas”.

 

Afiches urgentes.

 

Esta tarde, a las 20 horas, en el Hall de la UNLPam, quedará inaugurada una muestra retrospectiva de los afiches callejeros diseñados por Alejandro Urioste, a lo largo de los últimos 25 años, para la Cátedra Libre Extracurricular Ernesto Che Guevara. Una de las formas de “comunicación y contacto que utilizamos fue la pegatina callejera de afiches”, explicó Redondo, y contó que los afiches “estarán organizados según distintas temáticas abordadas y estudios realizados en relación al pensamiento revolucionario de América Latina: guevarismo, anarquismo, vertientes del marxismo y también luchas emergentes de las últimas décadas, de las mujeres, el feminismo, la reivindicación de los pueblos originarios”.

 

Después de la inauguración, los asistentes se congregarán en el Salón del Consejo Directivo, donde “Alejandro ofrecerá una referencia más amplia sobre las distintas líneas de trabajo que tuvo en cuenta para la selección, y algunos videos que fueron una incorporación suya a propósito de la pandemia”, cuando el aislamiento obligó a buscar “nuevas maneras de ponernos en contacto con quienes deseaban saber qué hacíamos con la cátedra”.

 

La muestra incluirá algunos de los más de 160 afiches realizados durante estos 25 años. Según el comunicado que contiene la convovatoria, “originalmente fueron impresos en papel obra, en blanco y negro. Esos originales que anunciaban las charlas, talleres y seminarios y fueron pegados en las calles por el grupo coordinador de la cátedra, con Daniela Melchor y Eduardo Mata a la cabeza, no fueron creados en un estudio de diseño gráfico. Son diseños urgentes, como urgente es el pensamiento que emerge de las verdaderas experiencias emancipatorias”, aclararon.

 

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