Domingo 14 de abril 2024

Bocha Campo, una vida de tango y amigos

Redacción 09/10/2022 - 10.31.hs

Hay personajes ricos -no por su opulencia, sino por su personalidad-, que resultan hermosos y queribles y Bocha Campo es uno de ellos. Un hombre de tango y de la noche que hace de la amistad un culto.

 

MARIO VEGA

 

El tango atrapa, emociona, transporta, cuenta historias... Y así hemos escuchado, desde siempre, a quienes le adjudican y cuestionan su carácter machista, y también que sus letras -y su melodía- manifiestan tristeza y abatimiento... abandonos y traiciones. Que su cadencia refleja cierta amargura que se hace lamento y dolor.

 

Y si repasamos tiene mucho de verdad, pero también cabe decir que nos gana el alma con su compás repleto de sensualidad y sentimiento.

 

A los que tenemos algunos años -y llevamos un recorrido por la vida que nos permite mirar mucho tiempo atrás- el tango nos otorga la posibilidad de hablar del barrio, de la calle, de la gente y sus emociones...

 

Porque el tango es eso...

 

Tango, que me hiciste mal/Y sin embargo te quiero,/Porque sos el mensajero/Del alma del arrabal./No sé qué encanto fatal/Tiene tu nota sentida,/Que en la mistonga guarida/Del corazón se me ensancha,/Como pidiéndole cancha/Al dolor que hay en mi vida.

 

Y sí... que el tanto es eso. Un sentimiento que se canta... y se baila.

 

Y que diga si no es así Bocha Campo. "Y claro, cómo que no... si el tango es eso. Sentimiento puro. Yo lo siento así desde que era muy pibe, aunque también incursioné en otros géneros musicales", expresa.

 

Bocha de Villa Alonso.

 

Norberto Teodoro Campo (71) es simplemente Bocha para quienes lo conocen. "Un tipo común de la calle Victoria, en la populosa barriada de Villa Alonso... que no era la 'Villa Moscú' de los Desch, Distel, Rambur, Geringer, Khran, Guette, Wilberger, Human, Braun, Phull, Novak y tantos otros que eran de más allá, más cerca de la cancha de Belgrano", comenta el hombre. Santarroseño hasta la médula Bocha se jacta de conocer la ciudad "como pocos. Es que anduve siempre por todos lados, tuve una maravillosa infancia de amigos y escuela: hice primero inferior en la Roger Valet (n° 233 entonces); luego nos fuimos a vivir con la familia por dos años a la calle La Rioja, entre Paraná y Río Bermejo, así que ahí un par de grados más en la recordada 314, con compañeros inolvidables, como El Gato Villalba, El Turco Alem, El Ruso Kroll un amigo del alma; La Mona Díaz, Espinel, Medina y tantos otros", se retrotrae a varias décadas atrás.

 

Los muchachos de entonces.

 

Y después una adolescencia de muchas salidas, con juntadas en barras... "una época que viviría una y mil veces... esa adolescencia de bailes, los boliches de ese tiempo". Bocha entrecierra los ojos y pareciera estar viendo a los "muchachos de entonces" (tipos buenos de gran corazón, como reza uno de esas letras tan cercanas a sus sentimientos.

 

Y vaya que hay personajes entre esos jóvenes de entonces; y también en otros que están en el radar de sus afectos, como Bocha Calcavecchia, Ricardo Mignone, Quito Flórez, Miguel Vicente, Becho Sánchez, Mingo Monzón y y el Chori Domínguez. "Es que era de hacer amigos en cada lugar al que iba. En el fútbol de pibe en las canchitas del barrio, o jugando bajo la luz del farol de la esquina; y más tarde ligados a los gimnasios, el tenis, el paddle...", enumera.

 

¿Y la música?

 

"La música siempre estuvo ligada a mi vida, desde la infancia en la escuela; y un poco más tarde debuté en el querido Club Argentino, en 1966, con la orquesta Ritmo de Juventud... y fueron épocas gloriosas; con Pocho Roldán, Pinky Pumilla, Cacho Oses, Jorge Sánchez, El Loco Colino que era un organista de Castex". Pero habrían de seguir otros grupos con el maestro Jorge Parassaco, Cambareri, Héctor Bergonzi, El Turco Ismael, Yiyo Grotto... supongo que la música me empezó a atraer porque a mi padre le gustaba cantar y escuchar. En mi casa era habitual", comenta.

 

Grupos musicales para laburar.

 

Si bien conozco aunque sea de oídas a todas esas personas que menciona, lo tenía a Pinky como poeta, escritor y periodista, pero no con la música... Y es Bocha el que reafirma: "¡Sí, cómo que no!, Pinky era guitarra rítmica, la segunda guitarra del grupo...", señala.

 

Con todos ellos interactuó Bocha. "Se armaban grupos de orquestas, típica y característica... y cantaban todos ellos y también yo. Con esas formaciones salíamos a laburar los fines de semana en los pueblos... era un lindo negocio y ayudaba para la vida diaria lo que hacíamos en ese par de días que andábamos por ahí", completa.

 

La familia.

 

Bocha es hijo de Cipriana Hernandez y Teodoro Campo. "Tengo tres hermanos: Mingo que es mi gran amigo de la vida y ahora vive en Marbella; María Eva, ama de casa, jubilada; y Susana Noemí, retirada hace poco del Servicio Penitenciario Federal. Tenemos entre nosotros la mejor relación, y más allá de las reuniones habituales de familia lo importante es que estamos cuando nos necesitamos", dice con cierto orgullo.

 

En un baile del Guanaco.

 

Tiene muy presente cuando comenzó su amor con Irma. "Cómo no recordarlo... fue en un baile del Guanaco. Había una piba linda que me miraba y entonces, como correspondía en esa época cabecee y a la pista... Y ya llevamos 52 años con Irma, que todos conocen como Chichita, y tuvimos tres hijos: Javier que es ingeniero y vive en Capital Federal con Mara, su pareja de hace años; Silvina, la nena que trabaja en Salud; y Gustavo que es gran pastelero y labura en una reconocida confitería aquí en Santa Rosa", señala. Pero obviamente, y a esta altura aquellos son por supuesto sus seres más queridos, pero en su corazón ahora están en un lugar de privilegio "los amores de mi vida", dice. Tiago, de 22 años; y Olivia, la artista de 7 años" que tiene completamente embobado a su abuelo.

 

Conociendo a Bocha.

 

Lo conocía a Bocha solamente de pasada. Sí en realidad he tratado y mucho a Mingo, su hermano, con quien compartimos tardes de fútbol sobre todo en esos partidazos en torneos que se armaban detrás del hospital (¡qué lejos te fuiste Mingo! Marbella... nada menos).

 

No sé si todos saben que los domingos hacemos los domingos de 10 a 13 en Radio Noticias (99.5) el programa La Pampa Va (música, información, comentarios)... bueno, ahí hablé por primera vez con Bocha. Llegó consu sonrisa en banderola, vestido sencillamente con pantalón, camisa y chaleco, y un funyi marrón que lo distinguía como tanguero viejo nomás. Y cantó, tres o cuatro tangos que maravillaron a los oyentes.

 

Santa Rosa, "mi ciudad".

 

Cuenta con entusiasmo aspectos de su vida. Le gusta hacerlo y repasar su propia historia... "Estudios nada más que los primarios, pero podría decir que fui un gran aprendiz de la universidad de la calle... y de la vida. Que he sido gran lector, y por eso me animé a escribir y a codearme con gente que lo hacía tan bien", expresa.

 

Y sigue: "Como dije nací en Villa Alonso, pero por cosas del destino he vivido en Villa Tomás Mason, comercialmente me desarrollé en la Villa Santillán; y hace 47 años que vivo en Colonia Escalante, en la esquina de Poblador Desconocido y Savioli. ¡Y sabés una cosa! Puedo decir que amo cada calle de Santa Rosa. Un tiempo estuve en Capital Federal, pero a mi ciudad no la cambio por nada",

 

Trabajador de mil oficios.

 

"¿Laburos? Trabajé de mil cosas: fui carnicero en el Supermercado Luro, también en la carnicería de mi viejo... después ingresé en el Servicio Penitenciario en la Colonia Penal y ahí también fui carnicero. Con mi esposa supimos tener una gran rotisería y confitería: 'Mónaco, el principado del sabor'. Fueron tiempos de mucha ocupación, nos iba muy bien, pero...".

 

La 1050.

 

Hubo un tiempo en este país -en realidad un tiempo que ha sido recurrente- en el que las cosas no fueron de la mejor manera para la clase media: "Nos iba muy bien, pero un día vino un señor que a lo mejor mucha gente recuerda no precisamente bien: era Martínez de Hoz, que nos hizo un desastre (aplicó la circular 1050 que fue emitida por el Banco Central en abril de 1980, en plena dictadura militar. Con eso se liberó las tasas de los créditos hipotecarios que se indexaron conforme a la inflación de la época). "Como a cientos de miles de familias argentinas a nosotros también nos hizo un desastre... Si hasta estuve a punto de perder la casa como le pasó a tantos; pero por suerte ahí estuvieron los amigos y de eso por lo menos pudimos zafar. Aunque por supuesto perdimos el comercio y casi quedamos en la calle", dijo todavía dolido al recordar.

 

Laburante de aquellos.

 

Pero si a algo no le tuvo miedo Bocha fue al laburo. "Cuando salía de mi trabajo siempre hacia otra cosa; y cuando pasó eso estaba haciendo pozos ciegos en el Barrio Matadero II. En ese tiempo mi hermano Mingo siempre me decía: 'Loco, aprendé peluquería, sos muy hábil con las manos...', y me decidí: en 1983 empecé y fueron 35 años. Durante una década trabajaba en la Colonia Penal y en la peluquería; y cuando me retiré del Servicio Penitenciario seguí con la pelu; y también con una empresa familiar de catering que llamamos 'Rallu Wuitru'... o sea que de laburo puedo contar un toco", resume.

 

El jubileo.

 

Y completa: "Ahora hace tres años que dejé todo pero guardo el mejor de los recuerdos de cada cosa que hice. ¿Historias? Mil, y en cada lugar que estuve coseché amigos y personas que confiaron en mi",

 

Su peluquería se llamaba "Unisex Salón, la creación de un estilo diferente". Y cuenta Bocha: "La pusimos con Juan Fatyas, un amigo del alma; pero también en algún momento y por bastante tiempo estuvimos con Mingo, cuando se había ido a España y decidió volver", completa.

 

La amistad tiene para él un valor insuperable, y no se quiere olvidar de ninguno, como Orfel y Carlos Blanc, Cino Chicopar, Daniel Cerezal... y muchos más.

 

Más que música.

 

Ya he expresado cuánto admiro a los que pueden ejecutar música, sea con un instrumento o cantando. Un privilegio que no todos tenemos por carencias propias -como dijera Unamuno "lo que natura non da Salamanca non presta"-, que vendría a ser mi caso.

 

Pero eso no significa que no pueda disfrutar de los que sí lo hacen muy bien. "Con la música estoy ligado de toda la vida, aunque confieso que uno de mis errores fue no aprender algun instrumento. De todos modos me han acompañado músicos como Silvia Zabzuk, Machi Sanes, Jorge Sosa, Faito Baraybar, Martín Corredera, Lou Trincheri. También el maestro Nicolás Ledesma, y estamos armando algo con Pablo Ruggieri, un capo. Andando la vida me permitió conocer infinidad de artistas...", define.

 

Siempre el arte.

 

Pero además Norberto tiene otras facetas como por ejemplo "la fotografía... y pinto, escribo, grabé un CD de tangos, y tengo publicados dos libros: 'Nostalgias, bocetos de poemas y otras evocaciones'; y 'Volver a pasar por el corazón'. Y además participé de antologías con otros escritores. Estuve en gran cantidad de instituciones como la Asociación Pampeana de Escritores... ¿Proyectos? Siempre alguno hay, y ahora mismo estoy trabajando en un tercer libro; en el armado de una muestra fotográfica y estamos haciendo algo con una pintora castense", señala.

 

Cabe decir que Bocha ha ganado premios no sólo en la Peluquería, sino también en fotografía y pintura, lo que indica que es un hombre polifacético.

 

Cantando por el mundo.

 

Junto a su esposa Chichita anduvo por todo el país, pero también se dio el gusto de viajar bastante afuera. "A Chile lo conozco de punta a punta: de Punta Arenas a Iquique; hemos estado en Brasil, Perú... En cada lugar que visité si había algún músico que me acompañara me subía al escenario... y así canté en Cuba, en España; y un día me pellizqué y estaba cantando en París. Fue un momento glorioso... esa vez me acompañó un gran pianista. Y lo más lindo fue que cuando bajé una señora, uruguaya ella, me dice: 'Señor, ¿me firmaría un autógrafo?'. Le agradecí y me quedé pensando que cuando uno siembra en el andar de la vida tiene su recompensa", cuenta con una enorme sonrisa mientras su mente se traslada a aquel momento.

 

Vale la pena...

 

Y vaya si ha transcurrido la vida para este hombre que no descansa, o que en todo caso usa su tiempo de ocio -el del jubileo- para seguir haciendo las cosas que le gustan. "Tengo una maravillosa familia, sobrinos que son lo más... y puedo decir satisfecho: 'Tuve hijos, planté árboles, escribí libros...'. Como dice un amigo, con todo eso 'la puta si vale la pena seguir viviendo'...".

 

Bocha Campo, tanguero de ley, y un convencido que esa melodía tiene que ver con sentimientos que todos alguna vez atravesamos en la vida... "No sé que encanto fatal, tiene tu nota sentida...". Y sí, debe ser cierto nomás... el tango refleja la vida misma... Ni más ni menos.

 

Testimonio desde Marbella.

 

"Mi hermano mayor ha sido mi referente y mi amigo, una persona que siempre estuvo y ha sido un gran ejemplo para mí". Mingo Campo, desde Marbella, quiso decir lo suyo sobre Bocha y los recuerdos de tantas cosas compartidas.

 

A la distancia rememora aquellos viejos tiempos cuando gomera en mano salían "de cacería. Era cuando en Santa Rosa no había nada... íbamos con algunos pibes del barrio, los De La Fuente y otros, unos sandwiches y a la aventura. Ni que fuéramos al África... comprábamos un atado de Saratoga mentolados que fumábamos sin tragar el humo, en esa pretensión de sentirnos hombres. Y después me acuerdo de Bocha trabajando en el barrio en el taller mecánico de Martín, o en la panadería de los Baraybar cuando llegaba con las masas a casa...".

 

"Y esos bailes cuando me 'colaba' con él y Los Violentos... cuando llegaron Los Iracundos al Club All Boys, y después a Argentino", dice Mingo. Y yo mismo me retrotraigo a ese tiempo, porque en All Boys me tocó ser una suerte de presentador-locutor de Los Iracundos en una fiesta del estudiante.

 

Se emociona Mingo al hablar de su hermano: "Me vino a visitar a Marbella; nos acompañó con los equipos de veteranos de fútbol a Catamarca y Chaco... fue para él como una terapia porque había tenido un problemita del corazón, del que por suerte salió muy bien... Y sí, compartimos cada domingo, cumpleaños, asados con las familias. Lo quiero y es mi mejor amigo, lejos...", resume.

 

Y cierra: "Cuando lo lleves a la radio tenés que pedirle que cante 'El último café', el tango que mejor le sale", pide.

 

Y es querible Bocha... lleno de amigos en todos lados... "En eso le gano a Roberto Carlos", afirma. "En un tiempo salíamos de vacaciones en grupos de amigos con familias... como los gitanos, una carpa grande al medio y otras nueve en derredor... llegamos a ser 27 personas entre grandes y chicos".

 

Bocha, un tipo asombroso... que disfruta de la vida, de su familia, de la música, de divertirse... "Si de bailar se trata, con mi esposa somos 'primereadores'. De los primeros en saltar a la pista: sea tango, cumbia, cuarteto. Nos gusta y somos felices". Qué más se puede decir...

 

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