Colegio piquense inició proyecto ambiental
(General Pico) - Un colegio piquense inició un proyecto ecológico a través del cual buscan convertir tapitas plásticas de jugo o gaseosas en un banco o mobiliario para la institución. Se trata del Colegio Santa Inés de General Pico que puso en marcha una iniciativa ambiental que involucró a todos los cursos y niveles de la escuela. Es el mismo colegio que años atrás resultó ganador sobre la implementación de señalética inclusiva en los edificios públicos de la ciudad. El procedimiento consiste en juntar tapitas plásticas y enviarlas a una fundación santarroseña para que las transforme en un banco o en algún mueble de utilidad para el colegio.
Marianela Tosini, la docente a cargo del proyecto, explicó que la iniciativa surgió luego que las y los estudiantes visitaran una muestra sobre el impacto humano en la generación de residuos. “Hace poco fuimos a una muestra que realizó la Municipalidad de General Pico. Se trataba de una muestra sensorial sobre el impacto humano y a la vuelta pensamos como desde nuestro lugar podíamos empezar a transformar lo que generamos con la basura y demás. Los chicos pensaron propuestas, lo hablamos con el director y le dimos origen al proyecto. Comenzamos con los dos primeros años y lo hicimos extensivo a todo el secundario, primario y nivel inicial, quienes nos ayudan a juntar tapitas. Es una forma de cuidar el ambiente y también de tomar consciencia de estos cuidados”, indicó.
Tapitas.
En tanto, la docente Lucila Heck, explicó que en este proyecto trabajarán junto con una fundación de Santa Rosa, que se encarga de transformar estos residuos plásticos. “La idea de recolectar tapitas era para que los chicos tuvieran la fundamentación de por qué las estamos juntando. Nos contactamos con la fundación Karu Mapu de Santa Rosa, que se encarga de transformar las patitas en listones de madera para hacer distintos mobiliarios. La idea es juntar la mayor cantidad de tapitas para entregar a la fundación y ellos nos cobrarían un costo muy mínimo para tener en el colegio un banco o un mobiliario en el que puedan ver esa materialización. Están muy entusiasmados, nos agarró el receso invernal en el medio, pero ya venimos juntando bastante. Tenemos todo el año para juntar tapitas”, dijo.
Por último, la auxiliar docente Jésica Soloppi, refirió que las y los alumnos involucraron a sus familias en el proyecto y que diferentes empresas del medio se mostraron dispuestas a colaborar. “Ellos empezaron a compartirlo con sus familias y amigos y luego empezaron a recorrer la escuela y empezaron a recolectar un montón. Ahora estamos con la difusión en las redes sociales y cada vez más empresas o locales comerciales nos llaman para que vayamos a buscar tapitas. Empezaron a salir a hacer visitas a distintos locales del centro donde dejan un bidón plástico. Es un proyecto que recién empieza pero que se está extendiendo un montón”, dijo.
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