Viernes 05 de abril 2024

Garantía de servicio

Redacción 01/04/2023 - 00.01.hs

Desde hace 25 años, Marcela Fredes se encarga de un factor clave en el éxito de cualquier encuentro social. A través de su “Pizza Party” ofrece lo mejor de esa gastronomía que siempre cae bien, la pizza. Una minipyme que sirve el mejor sabor.

 

“Muchos ya me conocen y otros aún no. Soy Marcela, ‘la Marce de las pizzas’”, eligió como frase de presentación en su perfil. Y esa elección seguramente no es antojadiza, debe haber llegado luego de escucharla tantas veces y de saber que fue la creadora de un estilo y de una tradición, la de ofrecer el mejor servicio en fiestas y eventos sociales, cuando las ganas de comer atacan y “Pizza Party” se convierte en la mejor respuesta.

 

“Arranqué el 8 de octubre de 1998, es decir que este año voy a cumplir 25 años con el negocio. Soy maestra pizzera y en ese momento era algo que acá no se hacía, no estaba ese servicio, en una Santa Rosa que era muy diferente. Mi pareja de entonces siempre me insistía, una y otra vez, para que ponga en marcha el emprendimiento, pero yo no estaba convencida. Trabajaba en una estación de servicio y una madrugada, mientras pasaba la noche, se me prendió por fin la luz y me decidí. Empecé a comentarlo a los clientes de la estación y el primer evento fue un cumple infantil, les di las prepizzas a los padres y madres con un pin con mis datos y a partir de ahí todo empezó a andar porque comenzaron a llegar los llamados”, resume Marcela Fredes que, a sus 52 años, no se cansa de amasar, cocinar y servir.

 

“Comenzamos a trabajar con jardines de infantes, les enseñábamos a los chiquitos a amasar y a fin de año ofrecíamos el menú, cobrábamos muy barato y la gente lo demandaba mucho. Aunque la verdad que el click fue un llamado de LA ARENA porque me convocaron para una fiesta de fin de año y había que atender a 100 personas, era muchísimo en ese momento pero nos fue bien y ese evento marcó un antes y un después porque desde ahí explotaron los llamados”, recordó.

 

La receta.

 

Marcela nunca dejó de trabajar muy duro, sobre todo los fines de semana, donde llega a cubrir hasta cuatro eventos a la vez y ha llegado a organizar encuentros de hasta 1.200 personas en un mismo lugar.

 

“El secreto es tener muchos hornos porque a la gente no la podés hacer esperar y no podés servirle la pizza fría, es una comida que se come muy rápido y que genera demanda permanente, entonces tenés que tener todo listo en el momento justo. Además, si vos cortás la pizza en ocho porciones la gente come una de palmitos, una de jamón y queso, una napolitana y una de rúcula por ejemplo, y se llena. Por eso yo las corto en 12 porciones y así podés probar más gustos y más variedad”, revela sobre su receta del éxito.

 

‘Pizza Party’ (su número de contacto es 2954-653252) se hace presente en casamientos, cumpleaños, bajadas de colegios y distintos eventos sociales o familiares. Junto a Marcela trabaja su hija menor Noel (27) y cuando las reuniones son muy grandes también se suma Juliana, su otra hija (32).

 

“Santiago era mi pareja cuando comencé y él era maestro pizzero, había trabajado en Banchero (una de las pizzerías más tradicionales de la ciudad de Buenos Aires) así que me enseñó todo. Como nos iba muy bien, en 2006 abrimos un local propio: La Casita de Pizza Party, en la avenida Spinetto, pero al tiempo él se enfermó y luego falleció. Quedamos solas con mis hijas y era mucho trabajo atender la pizzería y los eventos, así que cerramos”, rememora Marcela en el buffet del colegio María Auxiliadora donde pasa buena parte del día junto a Noel.

 

“Después de la pandemia nos presentamos a la licitación y nos fue muy bien, así que este año renovamos. Es un lugar que me encanta y hay muchísimos chicos y chicas en los distintos niveles. Yo estoy desde la mañana y Noel se queda hasta las 17, cuando se cierra. Por la noche, en mi casa, empiezo a amasar para la agenda de eventos”, explica en el buffet donde además de ofrecer productos de kiosco dispone de menúes diarios.

 

Precursora.

 

El servicio del microemprendimiento que lleva adelante Marcela no funciona solo en Santa Rosa sino que sale a distintas localidades de la provincia e incluso fuera de los límites pampeanos. “El último gran evento fue en Villa Huidobro, en Córdoba, para una bajada de un colegio donde había 600 personas. En esos casos vamos con todo listo, se dispone de fletes para llevar los hornos y de acuerdo a la cantidad de gente se contrata a quienes es necesario para que el servicio esté bien completo”, detalla.

 

Marcela reconoce que su perfil de emprendedora pionera en el rubro generó una especie de “escuela” entre quienes trabajaron con ella y luego abrieron su propio camino. “Mucha gente que estuvo conmigo, después pudo tener su proyecto y eso está muy bueno. Además me parece que este es un trabajo maravilloso porque se generan vínculos muy lindos. Me pasa hoy que hay gente a la que le hice la fiesta de la comunión, por ejemplo, después la bajada y luego el casamiento. Y hoy ya los cumples de los hijos. Siempre digo que vamos a lugares donde la gente es feliz, donde se reúne para celebrar, para pasarla bien. Siempre vamos donde hay disfrute, por más que a veces el trabajo se complique y surjan imprevistos”, reconoce antes de reírse y recordar “miles de anécdotas” en donde todo estuvo pendiendo de un hilo, justamente en un rubro de cualquier fiesta donde no se admite el fracaso.

 

Caer y levantarse.

 

Hoy “Pizza Party” también ofrece perniles además de las 12 variedades de esas masas redondas que salen bien horneadas y que, en 25 años, afrontaron crisis de distinta índole, sobre todo económicas pero con una muy reciente que obligó a replantear todo y a aguantar como se pudiera.

 

“La pandemia fue lapidaria, en nuestro caso fuimos los primeros en tener que cerrar y los últimos en ser habilitados, vendí muchos de los hornos, hice malabares y la pasé mal, pero también es cierto que cuando todo se reabrió fue una explosión increíble. Nos fue muy pero muy bien, sin fechas disponibles porque era evidente que la gente quería reunirse, celebrar, estar de nuevo junta. Volví a comprar lo que había vendido y fui rearmando todo”.

 

“Yo soy mi propia jefa, secretaria, contadora, vendedora, encargada, cocinera y alguna veces cadete. Siempre me van a ver así, con las manos en la masa y llena de harina”, completa en su perfil. Una descripción precisa a la que solo le faltaría agregar esa sonrisa y esa energía permanente que transmite en todo lo que hace, como en esas pizzas siempre listas para la fiesta. “Es la Marce de las pizzas”.

 

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