Martes 16 de abril 2024

Historia del talismán del ascenso

Redacción 24/03/2022 - 07.00.hs

"Se dio sin pensarlo. De hecho no me había percatado de la estadística". Sonriendo, preservando la humildad y con algún rastro de timidez en la voz, Esteban "Kin" Miranda posa ante el reportero gráfico con las camisetas de Deportivo Anguilense y Deportivo Uriburu -histórico clásico de la Ruta 5- y con dos medallas que engalanan su atuendo futbolero.

 

"Estábamos comiendo un asado, salió la conversación y alguien me dijo que tal vez era el único jugador que había logrado el ascenso con los dos clubes", le comenta a LA CHUECA el delantero que ascendió con el Fantinero en 2010 y con el Canario en 2021.

 

Además, en su haber, posee el campeonato de Primera División que logró con Anguilense en 2014 y un dato estadístico que se relaciona con el Torneo Provincial: desde 2012, donde se coronó campeón con All Boys de Santa Rosa luego de que Ramón "Chueco" Ramírez lo haga debutar en la elite culturalista, jugó casi todas las ediciones.

 

Comienzos.

 

Con 14 años, y casi sin rodaje, un adolescente desfachatado soñaba con jugar en la Primera División del club de su pueblo. "Yo recién empezaba a jugar al fútbol en clubes porque no tuve infantiles y tampoco inferiores", comenta Miranda que recuerda haber jugado apenas un año en Santa Rosa pero por cuestiones de logística no pudo continuar viajando hacia la capital pampeana.

 

"Acá -en Anguil- nos entrenábamos con una persona pero nunca teníamos la posibilidad de ir a jugar. Lo hacíamos porque a nosotros nos gustaba el fútbol", relata Kin mientras lee y relee los recortes del diario que su padre Luis guarda como un verdadero tesoro. "Arranqué a jugar de grande en Reserva y a los 14 años debuté en primera cuando Anguilense estaba disputando el Torneo de Primera B de la Liga Cultural bajos las órdenes de Favio Morales", comenta, y recuerda que el primer partido fue en Pampero de Ataliva Roca, misma cancha donde convirtió un gol importante ante Centro Oeste para el ascenso de Uriburu en la pasada temporada.

 

"Ya en 2010, con 15 años, comencé a tener más rodaje en la Primera de la mano de Alberto 'Tito' Mansilla", dice Miranda que de reojo observa un cuadro con la foto de aquel equipo que en junio, luego de vencer a Sarmiento en los penales, logró el boleto a la Primera A.

 

"Ese año se nos dio el ascenso. Yo era el más chico de todo el plantel y estaba muy contento solo con integrar el banco de suplentes y que me hagan parte del grupo, aunque una vez en el partido quería entrar siempre", admite el delantero con pasado en All Boys de Santa Rosa, Atlético Macachín y Deportivo Argentino de Quemú Quemú, entre otros.

 

Y reflexiona: "Hoy en día ves que hay varios chicos que les importa poco jugar en el primer equipo y, si se enojan, se conforman con jugar en Reserva. Cuando yo tenía 14 años y empezaron a foguearme con la primera, quería jugar a toda costa".

 

"Fue una gran experiencia", sostiene Miranda que luego mudó su talento al Auriazul santarroseño.

 

El Canario.

 

Con 28 años, ya más asentado en el fútbol culturalista, Esteban Miranda partió rumbo a Deportivo Uriburu con el bolso cargado de ilusiones rumbo a sumar, casi sin pensarlo, otro ascenso en su historial deportivo. "Fue el año en el que Anguilense decidió no participar del torneo y me surgió la chance de ir a jugar al Canario", sostiene. "A mi me gusta el fútbol y voy a defender la camiseta que me toque de la mejor manera. En ningún momento pensé que me estaba yendo a jugar al clásico rival. Es el fútbol", recalca.

 

Con respecto a la temporada, el equipo dirigido por Darío Di Lorenzo se quedó con el ascenso luego de eliminar en la semifinal a Deportivo Centro Oeste. Fue 2-1 en la ida, en condición de visitante, con un gol de Miranda para dar vuelta un partido chivo. En la revancha, en Uriburu, fue empate sin goles para lograr el ascenso del club luego de 52 años.

 

Además, en la final por el título, el Canario venció 1 a 0 a Campos de General Acha -el otro ascendido al igual que en la temporada 2010- con un gol del propio delantero.

 

"Nos fuimos planteando objetivos. El primero fue clasificar. Obviamente que cada uno sabía cuando arrancamos a entrenar que el principal objetivo era ascender pero teníamos que ir paso a paso porque no se puede hacer el segundo gol sin hacer el primero antes", reflexiona.

 

"Me siento muy identificado con el ascenso en Uriburu porque tuve mucho más protagonismo. Tuve la chance de convertir varios goles que para mí todos tienen su importancia", dice. "Se me dio convertir en la serie por el ascenso y después en la final y, siendo de Anguil, tuvo una repercusión doble", asegura el delantero que también supo jugar por las bandas.

 

Lo que viene.

 

"Soy muy agradecido con los clubes que me abrieron las puertas", asegura Miranda ante la evidente consulta sobre si gritaría un gol en un clásico. Es que con el ascenso de Uriburu y la vuelta de Anguilense, la Liga Cultural volverá a disfrutar del clásico de la Ruta 5. "Si me deja las lesiones tengo un rato para jugar. Ahora quiero recuperarme bien la lesión en la rodilla y después veremos que nos depara el futuro porque me desligué de la disputa del pase", dice al ser consultado por su próximo equipo. "Donde me toque jugar, sea en Anguilense o en Uriburu, daré lo mejor de mí y, en caso de jugar el clásico, jamás gritaría un gol. Me ha tocado muchas veces jugar en contra de Anguilense -aunque no es lo mismo en el clásico- y jamás le gritaré un gol", sostiene. Y cierra: "Soy muy respetuoso con esas cosas".

 

' '

¿Querés recibir notificaciones de alertas?