"Fue un efecto estampida en la gente"

Guillermina Castro, directora de Tránsito de Santa Rosa, explicó que el proyecto de bajar a 30 la velocidad máxima en la ciudad, tiene que ver con establecer parámetros más seguros, y es parte de un programa mundial. "Máxima 30 es un plan de acción que está lanzado por la ONU y la OMS, porque es conocido que los siniestros viales son la mayor causa de muerte y lesiones gravísimas a nivel mundial", señaló.

 

Y agregó que "es una recomendación, establecida en un marco de un plan mundial de seguridad vial, en el cual se establecen objetivos. El objetivo es reducir al 50% los sinistros viales, con una visión de cero siniestros como objetivo, y está promovido por víctimas y familiares de víctimas, de siniestros viales", dijo en el programa La Parte y el Todo, de la Televisión Pública Pampeana.

 

Asimismo, explicó que "es una acción que está promovida principalmente en Europa, en España que tiene una larga trayectoria en materia de seguridad vial, se ha implementado de manera paulatina en todo el país. La idea es establecer un cambio de paradigma, no hablamos de velocidad máximas, con 30 kilómetros por hora hablamos de velocidades seguras".

 

En ese contexto, señaló que actualmente las velocidades máximas en Santa Rosa son las establecidas por la Ley Nacional de Tránsito. "En zonas urbanas tenemos 40 kilómetros, 20 en intersecciones y 60 en avenidas. Esas velocidades no son seguras, analizadas en función del tiempo y la distancia necesaria para el frenado total de un vehículo, y también esta analizado en lo que es energía o potencia de choque de un vehículo a determinada velocidad", señaló.

 

Alcohol 0.

 

Respecto a la ley de alcohol cero al volante, Castro indicó que "lo primero que notamos con esto de la noticia de alcohol cero, fue un efecto estampida en la gente, porque como toda nueva normativa genera una reacción. En este caso la reacción fue de susto, y de asumir conductas muy riesgosas para el operativo, como intentar evadir el dispositivo, con conductas que son más riesgosas incluso para el conductor".

 

"Pasar por un control y dar positivo, no es tan grave, porque está incluso la posibilidad de que otro conductor con licencia y un alcohotest que de cero, retire el vehículo", dijo. Asimismo aclaró que "los alcoholímetros que usa la Municipalidad, se calibran cada seis meses, y los nuevo que se van a adquirir, cada dos años".

 

"La normativa hace que la gente que la gente reaccione así en principio, hasta que después se acostumbre a la nueva normativa, sin perjuicio de que Santa Rosa todavía no adhirió a la ley provincial, pero hay una firme decisión de hacerlo, como parte de la política pública que se está llevando adelante, y el Concejo Deliberante ya lo está tratando", aseveró. Respecto a los conductores que suelen conducir con graduación alcohólica en sangre, señaló que estadísticamente "la franja etaria que más da positivo, va entre los 15 y los 35 años, y mayormente en hombres que en mujeres".

 

Estrellas amarillas.

 

La funcionaria destacó la tarea de la Fundación Estrellas Amarillas, "tenemos un convenio de trabajo continuo y mancomunado con ellas, incluso trabajamos en conjunto el proyecto de máxima 30. Ellas lo promueven porque forman parte del Grupo de Asistencia para la Seguridad Vial Mundial, nos nutrimos de su experiencia, de su trabajo".

 

Castro señaló que "desde antes de la promoción de la ley de alcohol cero estaba previsto el tema de las capacitaciones y la reeducación vial. Nosotros ampliamos los contenidos y las preguntas de examen para los que vienen a sacar la licencia por primera vez, pero también implementamos el curso de reeducación para las personas que tienen infracciones graves, que detectamos al momento, y no necesariamente tienen que estar inhabilitados".

 

"Hay un curso de reeducación que además de volver a entrar al aula con los contenidos mínimos, y también obran en las sentencias del Juzgado de Faltas cuando declaran las inhabilitaciones, que para la rehabilitación de ese derecho, deben comprobar que sean habilitados mediante la capacitación de cursos de formación y educación", explicó la directora.

 

"Calmar el tránsito".

 

Finalmente, Castro llamó a los conductores a "calmar el tránsito, bajar un cambio, salir anticipadamente a hacer nuestras tareas", y añadió que "debemos asumir la responsabilidad de que los que llevamos en el vehículo son personas que nos interesan, son nuestra familia, y que es la responsabilidad del conductor tener el pleno dominio de ese rodado".

 

"El tránsito lo construimos entre todos, y no es una muletilla, es una realidad. Hay que empezar a trabajar la percepción del riesgo vial, porque nuestras conductas son las que lo aumentan o disminuyen. A mayor conciencia individual se genera un compromiso social y un beneficio para todos. El tránsito es un lugar de convivencia en el que todos podemos ser beneficiados o perjudicados. Bajar a velocidad 30 tiene que ver con eso, con generar un tránsito más amigable y más inclusivo", concluyó.

 

La clave de educar.

 

Castro destacó la importancia de la educación para mejorar el tránsito, "desde el punto de vista de la política pública hay que hacer un gran abordaje de educación y de información", aseguró. Y explicó que la educación vial "hoy se aborda en los colegios primarios, con todo un trabajo pedagógico interactivo, a través del área de Educación del municipio", en el caso de los secundarios, señaló que "desde Tránsito, también en conjunto con Estrellas Amarillas, empezamos a implementar el programa Primera Licencia".