Por las nevadas, los ríos Atuel y Colorado tendrán un mayor caudal

La acumulación de nieve en la Cordillera de los Andes durante el primer mes del invierno es sorprendente y más aún luego de dos años de mucha sequía. El fenómeno llamó la atención a la NASA, que le dedicó una publicación en sus redes sociales sobre el impacto y beneficios de la tormenta.

 

La situación "es alentadora", afirmó el secretario de Recursos Hídricos, Néstor Lastiri, porque permitirá que el caudal de los ríos aumente. Es por ello que el comité ejecutivo del Coirco decidió abrir la temporada de riego con el agua del río Colorado; en contraposición, respecto al Atuel la provincia depende del manejo unilateral del recurso por parte de Mendoza.

 

Las fuertes nevadas en Mendoza, Neuquén, Río Negro y Chubut dejaron varados a turistas y transportistas porque las rutas estaban intransitables. Y se sumaron los cortes de luz. Asimismo, la situación climática es esperanzadora luego de dos años de mucha sequía que provocó que los cauces de los ríos disminuyeran de forma preocupante.

 

Para conocer cómo beneficiará la nieve a La Pampa, LA ARENA consultó al secretario de Recursos Hídricos, Néstor Lastiri, quien celebró la "importante cantidad de nieve, mayor a la de los dos años anteriores que fueron muy críticos". Sin embargo aseguró que ello "no resolverá el tema de fondo porque la cantidad es mayor pero todavía falta transitar todo el invierno".

 

Expectativas.

 

"Es alentador que los picos de nieve se hayan adelantado porque siempre se presentaban a fines de julio y agosto", añadió. En ese contexto, indicó que "las crisis anteriores generaron que las cuencas estén muy secas, sin agua y es probable que mucha de esa nieve se convierta en agua pero se produzcan filtraciones e ingresos a los acuíferos por las fisuras".

 

"Pareciera que vamos a tener un año mejor y hay mejores expectativas", sostuvo y expresó que "en el río Colorado y el Atuel habrá más agua". Tras la buena noticia, se reunió el Comité Interjurisdiccional del Río Colorado (Coirco) y decidieron, "en función de que tenemos mejores pronósticos que años anteriores, abrir la temporada de riego aguas arriba de Casa de Piedra".

 

"Con la administración del agua del Coirco y al tener un sistema de riego muy eficiente, disponemos de una cantidad de agua que va a empezar a ingresar al sistema de riego manejado por el Ente Provincial del Río Colocado a partir del 2 de agosto", desarrolló Lastiri.

 

En cambio, la cuenca del Atuel es manejada por Departamento General de Irrigación en Mendoza, quienes "no tienen en consideración los usos ambientales. A nosotros nos afecta siempre, haya o no nieve. Como dependemos de las decisiones del manejo de agua de Mendoza, nunca tenemos agua en el río".

 

Fotografía.

 

Pero el paisaje cordillerano también fue una sorpresa para la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA), quienes compartieron en sus redes sociales un informe comparativo del fenómeno a través de dos imágenes tomadas entre el 7 de julio y el 21. En ellas se puede apreciar que la nieve cubre casi por completo algunas regiones de Chile, algo inusual en ese país.

 

La NASA mencionó que "a medida que las olas de calor extremas del verano profundizaron las sequías y alimentaron los incendios forestales en el hemisferio norte, tormentas de invierno se formaron al sur del ecuador". Como consecuencia, "en julio de 2022, los sistemas meteorológicos consecutivos aliviaron el déficit de precipitaciones en el centro de Chile y aumentaron la capa de nieve en la cima de los Andes, una reserva crítica de agua para el próximo verano". En la publicación se adjuntó una imagen satelital en la que se pueden apreciar los resultados de las nevadas que ha caído en la zona central de Chile.

 

Lluvias y nieve.

 

A través de su sitio oficial, la agencia norteamericana detalló que la fotografía del manto de nieve fresca a lo largo de la cordillera entre Chile y Argentina es visible en la imagen de arriba tomada el 16 de julio por el espectrorradiómetro de imágenes de resolución moderada (Modis) del satélite de investigación científica Terra de la NASA.

 

"Fuertes lluvias y nieve cayeron en el área a pesar de las condiciones de La Niña en alta mar en el Pacífico que típicamente traen inviernos secos", mencionaron en la publicación. Además, destacaron que estas precipitaciones trajeron "al menos un alivio temporal" para un área que se ha visto afectada severamente por sequías durante una década.

 

"Las tormentas fueron el resultado de un patrón atmosférico anticiclónico de bloqueo cerca de la Península Antártica que desvió varios ciclones extratropicales hacia Chile", precisaron. Y agregaron: "Dos sistemas meteorológicos, del 9 al 10 de julio y del 14 al 15 de julio, arrojaron lluvia a lo largo de la costa y nieve en las montañas. Según informes de prensa, las tormentas dejaron a cientos de personas varadas en un paso de montaña, donde se acumuló más de 1 metro de nieve en las carreteras".

 

"Hasta hace diez días, el centro-norte de Chile vivía uno de sus inviernos más secos", dijo René Garreaud, científico de la Universidad de Chile. El cambio de seco a húmedo fue rápido y visiblemente impactante. El Visible Infrared Imaging Radiometer Suite (Viirs) del satélite NOAA-20 adquirió una vista de la misma área el 7 de julio (en la izquierda de la foto), justo antes de las tormentas con una capa de nieve relativamente escasa en comparación a la imagen obtenida el 16 de julio (a la derecha) luego de la nevada.

 

Cambios rápidos.

 

Según explicó la agencia, el 7 de julio la ciudad costera de La Serena tuvo un déficit de lluvia anual hasta la fecha de alrededor del 80 % (en comparación con el promedio de 1990-2020). Las tormentas arrojaron 8 centímetros de lluvia, lo que llevó a la ciudad a un superávit del 64 %. Más hacia el interior, el déficit de precipitaciones de Santiago mejoró del 70 % al 27 %. "Estos cambios rápidos no son inusuales en las regiones áridas, donde la mayor parte de la acumulación anual se debe a un puñado de sistemas frontales", dijo Garreaud.

 

A medida que disminuyeron los déficits de agua en algunos lugares, Garreaud dijo que espera que se reduzcan las probabilidades de escasez de agua el próximo verano. Eso depende en parte del estado de la capa de nieve de la montaña, que es una fuente de agua particularmente importante para el consumo humano, la generación de energía y la agricultura. "Esta es nuestra cuenta de ahorros para el próximo verano", finalizó.