Se fue un pronosticador de prestigio mundial

"Carlos será una persona terriblemente difícil de olvidar", resumió el meteorólogo Lucas Berengua al definir al "Brujo" López, el reconocido experto en meteorología que este último miércoles perdió la vida en un accidente de tránsito cerca de Chacharramendi. La noticia conmovió a una gran parte de la opinión pública no solo pampeana sino también trascendió aquellas fronteras donde López supo tejer fuertes vínculos profesionales y humanos.

 

Berengua, considerado como "el meteorólogo más joven del país", con una gran trayectoria, y actual coordinador de Redes del Servicio Meteorológico Nacional, dialogó ayer con LA ARENA y recordó a quien fuera su "padre profesional" y mejor amigo.

 

-¿Cómo se conocieron?

 

-Él me encontró a mí en el 2000 en Azul, de donde soy oriundo, mientras daba mis primeros pasos en la observación meteorológica. En ese momento, Carlos vio en mi alguien a quien pasarle todos sus conocimientos y su increíble pasión por lo que hacía, sobre todo en lo relacionado al vuelo a vela asociado a la meteorología.

 

Berengua, quien en la actualidad trabaja para el Grupo América y para La Nación+, explicó que López lo adoptó "como a un hijo" y que lo llevó a recorrer todo el país con los campeonatos de vuelo a vela, donde le mostró y transmitió todos sus conocimientos. "Hoy no sería quien soy, sino fuera por Carlos López", destacó.

 

-¿Cómo fue su relación en el tiempo?

 

-Increíble. Nunca tuvo ningún recelo en darme sus conocimientos y formarme en mis pasiones. Fue una especie de padre, tutor y se convirtió en uno de mis mejores amigos. Compartí muchos veranos con él, con su esposa Alicia, con sus dos hijos, aguatándolo en su buen y en su mal humor, pero siempre tuvo la actitud de cuidarme, defenderme y formarme. Para mí, y para toda la comunidad que lo conoció, será muy difícil de olvidar.

 

Lucas ejemplificó que formó parte de la familia de López en almuerzos, cenas y charlas. "Él sentía mucho orgullo por mí", dijo el joven experto.

 

-¿Puntualmente qué recordás de sus enseñanzas?

 

-Desde los datos más objetivos y calculables hasta lo más prácticos y empíricos aplicables.

 

-¿Qué admirabas de Carlos?

 

-Su templanza, su persistencia, fuerza de voluntad, sus ganas de seguir aprendiendo y sobre todo su paciencia, era algo inigualable. Tenía un perfil muy bajo, que lo hacía aún mucho más grande. Cumplimos años el mismo día, el 4 de marzo, ambos somos de Piscis, y se ve que fueron los astros, que nos hemos reunido en un momento determinado del destino.

 

-¿Cómo se llevaba Carlos con la tecnología?

 

-A mí me encantó compartir con él los avances tecnológicos que fueron surgiendo con el tiempo, relacionados con la meteorología. Al principio hacíamos los cálculos con calculadora y a mano pero con el tiempo las cosas cambiaron, se pudo tener una mayor certeza y eso lo fue aprendiendo, lo fue comprendiendo y admirando. Yo le devolví un poco de todo lo que me enseñó al hacerlo entender que el avance tecnológico no iba en contra de lo que comprendía sino que llegaba para ayudarnos.

 

Lucas dijo que "El Brujo" no tenía redes sociales, fiel a su bajo perfil, pero sí usaba WhatsApp.

 

"Realmente estoy muy muy triste por lo que le pasó, a mí ayer se me fue un papá", se quebró Berengua, a minutos de viajar en micro hacia Santa Rosa para darle el último adiós a su amigo y mentor.

 

Exactitud.

 

Una de las personas que más lo conoció y acompañó a Carlos fue Jorge Ortiz Echagüe, con quien compartían la pasión por el vuelo a vela.

 

"El Brujo pronosticaba con un grado de exactitud llamativo", lo describió en entrevista con LA ARENA.

 

López, de prolongada y reconocida trayectoria en La Pampa, era experto en radiosondeo y trabajó para el Servicio Meteorológico Nacional. Fue capacitador nacional e internacional en su especialidad. Gran impulsor del vuelo a vela en el país y la región y prestigioso pronosticador en competencias nacionales. Fue docente de Física en el Colegio María Auxiliadora y director de la revista Volovelismo Argentino y directivo del Club de Planeadores. Por su amplia experiencia sobre el clima era fuente recurrente para los medios periodísticos, a los que siempre atendía con paciencia y profesionalismo. Tenía una mujer, Alicia, y dos hijos, Eduardo y Ana.

 

"Lo conocí en 1974 y lo recuerdo cuando llegué a Chañares, cuando estábamos en la Ruta 35, sobre Agronomía, pronosticaba la termodinámica, es decir cómo iba a ser el día o si podría haber algún fenómeno en las competencias de vuelo a vela", rememoró Ortiz Echagüe, reconocido en la disciplina deportiva.

 

"El Brujo era una persona que hacía todo muy profesional, muy entusiasta, un amante del vuelo a vela aunque nunca se subió a un avión: su misión era pronosticar el clima para los que volábamos", sostuvo, para agregar que "él llegaba con su cuaderno, su termómetro, sus pronósticos y sus cuadritos termodinámicos".

 

Ortiz Echagüe lo definió como "un vasco que cuando algo se le ponía en la cabeza no había quien lo frenara, un muy buen tipo, con una familia ejemplar".

 

"Llegaba muy temprano para lanzar el globo, que medía la temperatura, la humedad y el viento, y hacía cálculos, pronosticando cuando no había la tecnología que había hoy", dijo al ponderar que la revista que dirigió tenía suscriptores, no solo de amantes del vuelo a vela, de todo el país y del mundo.

 

"Era muy perfil bajo, pero siempre te dejaba algún mensaje por cualquier cosa que necesitaras, un apasionado por la meteorología y por el vuelo a vela, el país le va agradecer todo lo que hizo por el pronóstico", destacó.

 

Ortiz Echagüe, quien no está en Santa Rosa en este momento, dijo que sintió una gran tristeza al enterarse del accidente que le costó la vida al prestigioso pronosticador.

 

"Realmente no lo podía creer, es una gran pérdida, estamos todos muy tristes, pero lo recordaremos de la mejor manera, como se lo merece", completó.

 

El velatorio de López será hoy a partir de las 10 horas, y a las 15 se le dará sepultura en el Cementerio Parque.