Vinos: en Mendoza derrochan el doble del agua que consumen

A diferencia de la eficiencia en el riego que muestra La Pampa, que en Casa de Piedra es del cien por ciento, en Mendoza la vitivinicultura presenta un desperdicio de agua que duplica en cantidad a la que se utiliza para consumo humano. Según los datos informados por un investigador del Instituto Nacional del Agua (INA), se pierden 753 mil millones de litros por año, mientras que para consumo se distribuyen 340 mil millones.

 

Según un artículo que se publicó en el diario Los Andes, la ineficiencia del riego en la vitivinicultura implica una pérdida de 387 mil millones de litros por año. Esto surge de los datos estudiados por Eduardo Comellas, licenciado en Economía, Magister en gestión integrada de los recursos hídricos e investigador del Instituto Nacional del Agua (INA). Esa cifra es mayor a la que distribuye Aysan en Mendoza anualmente, la cual asciende a 340 mil millones de litros para consumo humano.

 

Sin embargo, Cornellas indicó que también se podrían ahorrar otros 366 mil millones de litros si se realizaran mejoras en infraestructura y en el uso de agua que realizan las bodegas. "Entonces, entre la ineficiencia de riego, las obras de infraestructura que faltan y el mal uso del agua en bodegas, se desperdician 753 mil millones de litros de agua por año, más del doble de lo que distribuye Aysam anualmente para todos sus usuarios".

 

En su informe, el investigador señala que se debe tener presente que, con la tecnología de riego existente extra finca y con las técnicas de producción dentro de las bodegas, es necesario incurrir en 2.500 hm3 agua para su producción. "Para lograr reducir este consumo y liberar recursos hídricos para otras actividades, es posible realizar obras de mantenimiento, impermeabilización de canales de riego y uso eficiente dentro de las bodegas, con lo cual la cifra anterior podría reducirse en un valor cercano a los 366 hm3. Por otra parte, se podría llegar a obtener un mayor ahorro de agua si se adoptase una política asociada la implementación progresiva de técnicas de riego más eficientes dentro de los predios, cuyos valores podrían reducir la demanda de recursos hídricos en alrededor de 387 hm3", indica según informó Los Andes.

 

En ese sentido, Cornellas destaca que es posible asumir que si se efectuasen mejoras en la infraestructura extra finca, se adoptaran técnicas eficientes dentro de las bodegas y se implementaran técnicas de riego eficientes en todas las hectáreas cultivadas con vid, sería posible ahorrar 753 hm3 por año.

 

Eficiencia pampeana.

 

El vicepresidente del Ente Provincial del Río Colorado, Roberto Bigorito, explicó que el riego en Casa de Piedra "es lo más eficiente que hay porque es presurizado". Esto permite que la eficiencia sea del cien por ciento.

 

El procedimiento es el siguiente: se toma el agua del río, se inserta en caños subterráneos que transportan el líquido y atraviesa unos ocho kilómetros. De esta manera, llega a las cámaras que hay en cada chacra, y de allí se distribuye a través de mangueras de goteo. "Va goteando en cada una de las plantas, no se desperdicia nada", destacó en diálogo con LA ARENA y remarcó que "este tipo de riego es el más eficiente que existe".

 

Es por estos motivos que no se registran desperdicios, a diferencia de los sistemas a canal abierto donde hay pérdidas por evaporación o por inundación. "Acá la bomba toma el agua del río, la introduce en un caño por lo que no hay evaporación. A través de ese caño va a llegar a cada una de las cámaras dentro de cada chacra, y por una manguera de goteo cae directamente a la planta. "No tenes ningún tipo de pérdida", indicó Bigorito.

 

Beneficios.

 

El sistema presurizado que riega las viñas de Casa de Piedra registra una eficiencia 90 veces mayor que el riego por manto y es este uno de los aspectos que ha interesado a bodegueros mendocinos. Bigorito explicó que en Mendoza, para construir un viñedo, "tienen que pagar la tierra más cara, tienen que hacer una perforación que tiene un costo elevado, pagar un costo de luz por esa bomba, un canon de riego y hay riesgo de heladas fuera de término", aspectos que no se registran en Casa de Piedra.

 

En esa línea, comentó que a los productores se le entrega la tierra y se le cobra un valor en dólares que se calcula en función de la inversión realizada por la provincia para facilitar la parcela. "Después el productor toma el agua directamente de cada cámara y lo distribuye con cañería en su chacra. Y hoy por hoy al productor no se le está cobrando el agua", indicó.

 

Si bien varia de acuerdo a la época del año, debido a que desde fines de abril hasta septiembre el riego se frena y se realizan tareas de mantenimiento, el promedio de consumo en Casa de Piedra es de 40 metros cúbicos por hectárea por día. Actualmente, son 130 las que están bajo este sistema de riego, el cual utiliza "tecnología de primer mundo".