Nuevos bancos y pocos afiliados
(General Pico) - La sede local de la Asociación Bancaria cumple 40 años de actividad, y junto con este aniversario celebra hoy el Día del Empleado Bancario que se conmemora cada 6 de noviembre. El secretario general de la asociación, Adolfo Pernas, contó cuáles son los temas actuales que ocupan el gremio.
La Asociación Bancaria, ubicada en General Pico, representa la zona norte y centro de La Pampa. Esta seccional, que integra el Consejo Directivo Nacional, tiene alrededor de 300 afiliados. "La defensa de los trabajadores es constante e incluye el cumplimiento de las leyes laborales y del convenio colectivo, que data de 1975 con las siguientes actualizaciones", indicó Pernas.
Durante este tiempo se está organizando con los bancos una comisión que trabaja para el cuidado de la salud psicofísica de los empleados, algo que en el Banco de La Pampa está instituido hace unos seis años. Se trata de controlar las condiciones laborales y exigencias que tienen las personas que están en la entidad financiera.
Son los delegados gremiales de las instituciones quienes dan a conocer las problemáticas de las diferentes sedes financieras, comentó el secretario general. Sin embargo, en los bancos privados la llegada sindical se ha vuelto difícil. "Las corporaciones influyen para que esa gente no se afilie y entonces quedan desprotegidos", expresó.
Nuevos bancos.
Durante los últimos años desde la asociación se busca concientizar a los nuevos empleados acerca de la necesidad de asegurar su trabajo y tener buenas condiciones. A pesar de ello, Pernas indicó que en los bancos instalados recientemente en esta ciudad, como el Hipotecario, el Patagonia y el Francés todavía no lo han logrado.
"La necesidad de trabajo lleva a los jóvenes a tratar de mantener sus puestos haciendo lo posible y lo imposible, con recargo horario o descuido de sus vidas personales", remarcó. La necesidad de afiliarse aflora recién ante un problema o con el paso de los años.
"No estamos en contra de las instituciones bancarias, son nuestra fuente de trabajo y nos conviene que les vaya bien, aunque es necesario mantener el diálogo y buscar soluciones consensuadas", afirmó Pernas.
"En estos momentos hacemos inspecciones en las instituciones, logrando cambios positivos para el personal. Pero sigue habiendo problemas como por ejemplo con el pago de horas extraordinarias. La patronal les requiere más horas a sus trabajadores, sacrificando tiempo con su familia y con una exigencia mayor, pero sin intenciones de abonar", aseguró.
"Los reclamos están presentes, plegándonos a los paros realizados a nivel nacional y acudiendo por algunos casos puntuales al Ministerio de Trabajo. En este momento estamos en medio de un litigio con el Banco Nación, con la presidencia de esa organización, por la falta de reposición del personal. El público en general puede notar este inconveniente en la atención que reciben", agregó.
Pernas analizó que las personas que se jubilan o se van no son reemplazadas, y eso repercute con la recarga de tareas para los empleados, el corrimiento de las licencias ya que no pueden tomarse sus vacaciones en tiempo y forma, o incluso en la relación entre compañeros ya que para no perjudicar a los demás algunos trabajadores asisten sin estar en buenas condiciones de salud. Otra consecuencia es la aparición del estrés laboral.
Por otra parte, Pernas evaluó que después de un período sin paritarias estos últimos años vienen negociando en forma positiva logrando convenios importantes en lo salarial. Más allá de otras cuestiones que afectan a todos los trabajadores como la inflación o el impuesto a las ganancias que perjudica el sueldo real percibido por los empleados.
Obra social recuperada
"Estamos en plena actividad y en los últimos tres meses recuperamos la obra social que estaba en convocatoria", resaltó Pernas. Uno de los puntos importantes para ello fue la disposición del Ejecutivo nacional para que el uno por ciento del salario de todos los trabajadores bancarios del país se destine a salvar esta prestación. "
"Es una obra social que estaba prácticamente en quiebra y ahora la reiniciamos pero llevará entre dos y tres años para llegar realmente a tener la actividad organizada", consideró Pernas. Señaló que antes el gremio no intervenía en esta prestación social. En el norte y la zona centro son unas 400 familias las afectadas por esta cobertura.
El sector que más preocupa asistir, dijo el representante gremial, son los jubilados. Un grupo que requiere mayor atención y no tiene muchas opciones para ser asistidos en sus necesidades. Incluso algunos pocos optaron en el pasado por pasarse al PAMI, debido a los conflictos con la obra social.
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