Lunes 04 de septiembre 2023

Revisarán las designaciones

Redaccion 07/01/2020 - 21.55.hs

Tras una reunión en Casa Rosada entre el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, y la interventora en la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Cristina Caamaño, ambos funcionarios decidieron que revisarán todas las designaciones que hizo el anterior jefe de espías, Gustavo Arribas, durante los años de su gestión. De los 1.405 agentes que tiene la AFI, el 59 por ciento entró durante el mandato de Mauricio Macri; ocho de cada diez se sumaron a planta permanente y nada menos que el 70 por ciento fue ingresado entre el 9 de agosto (justito antes de las PASO) y el 10 de diciembre último, cuando Cambiemos dejó el gobierno.
El problema no son sólo las cantidades: el macrismo llenó la AFI de policías -federales y bonaerenses-, amigos y parientes de funcionarios macristas, sin carrera en materia de inteligencia, sin niveles de conocimiento y que se dedicaron a intervenir en política y en las causas judiciales. Lugares claves como la Dirección de Contraterrorismo están desarmados, mientras que la mayor parte de la AFI se orientó a plantar expedientes contra opositores y a operar con escuchas y de otras maneras contra los dirigentes de otros partidos.
Por supuesto, no faltan los ñoquis: se han detectado agentes que trabajaron una hora 40 minutos en promedio por día; o sea que vinieron algún día de la semana y faltaron todo el resto.

 

Internas.
Como anticipó Página/12, el edificio de la calle 25 de Mayo, sede de la AFI, estaba siendo un hervidero, con fuerte interna entre los que vienen de la carrera en inteligencia, que por ejemplo estudiaron en la Escuela Nacional de Inteligencia, y los comisarios retirados que entraron a la AFI de la mano de Arribas. Parte de las jugadas grotescas de los ex uniformados quedó evidenciada en Dolores donde el juez Alejo Ramos Padilla develó la trama en la que dos comisarios retirados de la Bonaerense, Ricardo Bogoliuk y Aníbal Degastaldi, eran los intermediarios de la central de espías con el falso abogado Marcelo D’Alessio, quien actuaba como una especie de agente inorgánico. En el combo intervinieron, también del lado de la AFI, otros letrados que se ocuparon de armar causas judiciales falsas y de operar en Comodoro Py, la mayor parte de las veces contra los opositores políticos y otras contra jueces que no se prestaban al juego. Es público y notorio que parte de los jefes y el personal se dedicaron a difundir escuchas ilegales en combinación con periodistas vinculados al oficialismo

 

Intervención.
Tras el decreto de Alberto Fernández interviniendo la AFI, Cristina Caamaño asumió como interventora y no sólo se encontró con nombramientos de los últimos seis meses, sino con injustificados pases a planta permanente. Si se calcula que el total de personal en la AFI es de unas 1.405 personas, más de 800 fueron designadas en los últimos cuatro años y 600 ingresaron entre 1983 y 2015. O sea, Cambiemos se ocupó de meter personal de manera descontrolada, designando más gente en cuatro años que los que estaban en sus puestos en los 32 años anteriores.
Pero, además, la jugarreta consistió en dejarle al estado una tremenda carga, ya que se hicieron ingresar unos 600 como planta permanente, una buena parte de ellos familiares y amigos de los funcionarios de Cambiemos. Hubo recién ingresantes con sueldos de 90.000 pesos. Más de 500 de esos recién llegados lograron que les firmen la designación entre agosto y diciembre de 2019, es decir cuando ya se sabía que Mauricio Macri dejaba la Casa Rosada. Como queda patentizado el mensaje fue: «nosotros nos vamos, pero les dejamos cientos de personas que harán imposible una verdadera renovación».
Es tradicional que una persona entre a la AFI como auxiliar de inteligencia. Está seis meses a prueba y luego ingresa. Significa que una persona que recién se inicia, tarda un año y medio para lograr el nombramiento definitivo. (Pagina12.com)

 


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