Miércoles 02 de agosto 2023

Dos ingenieros proponen instalar turbinas más chicas

Redaccion 11/05/2021 - 05.20.hs

Para recibirse, dos jóvenes de Cipolletti y Neuquén presentaron un proyecto para optimizar el embalse Casa de Piedra, y obtener provecho aún en medio de la sequía que lo atraviesa. En la tesis que presentaron en la UNCO se sacaron diez.
Franco Landetcheverry, de Cipolletti, y Matías Gabriel Rolandi, de Neuquén, se recibieron de ingenieros tras aprobar, con sendos 10, su tesis final, en la Universidad Nacional del Comahue. Fue con un ensayo sobre la problemática del embalse Casa de Piedra.
Así lo refleja una entrevista publicada ayer en el diario Río Negro. Allí los jóvenes contaron que abordaron el tema al advertir que ante la sequía, el ingreso de agua no es suficiente para que los generadores funcionen correctamente y un gran porcentaje del agua no puede ser utilizada para generar la energía necesaria, por lo tanto, esa energía se pierde. Además, el agua debe seguir su curso para abastecer todas las poblaciones de abajo y alrededores.
El proyecto consistió en formular tres alternativas posibles para aprovechar el caudal del agua del embalse que disminuye cada día y para solucionar el problema de sequía, aprovechando el caudal existente y lograr una optimización y funcionalidad de lo que genera pérdidas.

 

Bajo caudal.
El embalse Casa de Piedra, que recibe el agua del Río Colorado, atraviesa una de las peores sequías de su historia. «Cuando se inició la obra, Casa de Piedra tenía 110 m3, con un registro histórico que viene decayendo. Pero luego, se dieron épocas de muy pocas nevadas en el norte neuquino. 2014 fue el año en que menos agua ingresó y en 2020 también. Ciclos más húmedos y otros de mucha sequía, que sumado al cambio climático fue modificando el caudal», acotó Rolandi.
Landetcheverry sostuvo que «partiendo del 97 ya se comenzó a registrar menos caudal de ingreso al embalse, y empiezan a ser más recurrentes los ciclos de poca agua que ingresan por la poca nieve que cae en la cuenca del norte de neuquino».
Esto hace que mucho tiempo no pudieron operar con las turbinas principales, por el bajo nivel del embalse sumado al poco ingreso del caudal. En la época donde no hay deshielos, como en el verano, la presa sufre la falta de agua.

 

Turbinas más chicas.
El ensayo de los estudiantes propone instalar una pequeña central, con turbinas de menor envergadura comparadas con las presas de la zona, dentro de la cuenca existente para que sea más económico y a la vez, sin nuevos movimientos.
El trabajo técnico sopesó la posibilidad de tres tipos de turbinas. «Una de las primeras posibilidades era la utilización de una turbina Kaplan vertical, Kaplan horizontal; y, la última, se trataba de tres turbinas de Flujo Cruzado, que fue la que seleccionamos a partir de los criterios energéticos, económicos y constructivos. Son sistemas sencillos, más factibles de construir y de menor costo», explicó Landetcheverry.
Rolandi, sin embargo resaltó la última alternativa. «Estas turbinas -de flujo cruzado- trabajarían con el caudal de agua existente, que es poco, abastecería a los pueblos de abajo y a la vez estarían produciendo energía», entendió.
Afirmaron que actualmente, la presa cuenta con un caudal de 70 m3, y más de 45 m3 podrían producir con las turbinas existentes, pero por debajo este nivel es imposible generar energía. «El proyecto tomaría hasta 45 m3, que sería el mínimo que tiran las turbinas existentes. Después de analizar todos los caudales registrados, elegimos turbinas más chicas, por el caudal que es menor a los 45 m3», concluyó Rolandi.

 

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