Siempre hablamos de cine

Con la llegada de la pandemia, los sistemas de streaming y de televisión satelital ofrecieron un gran abanico de opciones. Pero todo nace con el cine y en algún momento hablamos de lo que vimos.

Walter Geringer *

Los Sistemas de Streaming y de televisión satelital ofrecen una amplia cartelera de películas y series, y con las salas cerradas durante la pandemia que nos azota, se convirtieron en las estrellas del día. Pero todo nace con el cine, las películas, los noticiarios audiovisuales y las series. Y en algún momento hablamos de lo que vimos, no importa dónde o cómo, sino sobre algo que nos sorprendió, nos sedujo, nos horrorizó o nos hizo perder tiempo, o un final o final de temporada que nos dejó con el corazón en la boca. Siempre hablamos de cine.
“Películas”, “pochoclos”, “streaming” y “sofá” son los términos más mencionados en conversaciones y descripciones de los usuarios de la aplicación “Tinder”. “Cine” se utiliza veinticinco veces más a menudo que “serie”, y en enero 2021 la palabra “streaming” tuvo un pico de menciones en la plataforma. Otro dato es que “Tarantino” es el director más citado entre los hombres mayores de 25 años. (1)
Hablamos ahora de ajedrez luego de disfrutar de “Gambito de Dama” (Netflix). Muchos, llorando emocionados, llamaron a sus amigos a cualquier hora después de ver el final de la segunda temporada de “Star Wars-El Mandaloriano” (Disney+). La abstinencia de películas de Marvel en cines y sobre lo rápido que se devoraron las series relacionadas. Lo “zarpado” de los jueguitos eróticos de “Amor y Anarquía” (Kärlek & Anarki, Netflix). Cómo cantan y bailan los actores del cine de la India ¡aún en los policiales de misterio! O al ver las tres partes de “El Padrino” descubren frases que se han repetido o escuchado cien veces…. Ejemplos en un abanico inmenso.

Emociones en episodios.
El cine es el papá o la mamá de las series de streaming y de televisión.
Llamado “serial” o “chapter-play” o “en episodios” formaban parte de la cartelera de las salas de cine a principios del siglo pasado. Antes de la película, junto a algún dibujo animado o un noticiero, venía un capítulo de serial.
Aparecen entre 1911 y 1913 en Estados Unidos y Francia, y los historiadores de cine afirman que “se inspiraba en la forma y fondo de los folletines literarios”. Estos folletines eran novelas en capítulos que se publicaban en revistas o periódicos. También sostienen (2) que la auténtica inventora del serial “es la Scheherazade de ‘Las Mil y Una Noches’, la princesa astuta que para escapar del destino trágico de las anteriores mujeres del Sultán, ejecutadas por no poder sacarlo del aburrimiento, inventó un nuevo modo de contar sus historias. Sus cuentos continuaban durante varias noches y cada vez se interrumpían en un momento de angustia o de misterio, para mantener en vilo la curiosidad y el interés del Sultán. Esta es exactamente la construcción de muchos folletines y de todos los ‘chapter-play’. Cada episodio terminaba en una situación tan desesperada para los héroes” –y heroínas– “que el espectador debía volver la semana siguiente para admirar cómo los personajes escapaban del peligro; pero se encontraban con nuevos contratiempos, y así sucesivamente”.
“¿Qué le pasó a María? (What Happened to Mary, 1912) fue el primer serial, producido por Edison y protagonizado por Maria Fuller, en doce episodios. “Los peligros de Paulina” (The perils od Pauline, 1914) protagonizado por Pearl White, con nueve episodios de treinta minutos que se proyectaban cada dos semanas, y “Los Peligros de Nyoka” (1942) fueron muy populares.
A partir de los años ’30 los seriales comienzan a involucrarse con personajes de historietas o comics: “Dick Tracy” creado por Chester Gould; “Mandrake” de Lee Falk y Phil Davis; “The Phantom-El Fantasma” creado por Lee Falk y Ray Moore. “Flash Gordon” de Alex Raymond; “Batman” de Bob Kane o “Superman” creado por Jerry Siegel y Joe Shuster, por ejemplo. Y muchos de éstos se convirtieron más tarde en películas o series de televisión, también “Las aventuras de Rin Tin Tin” (1930), “Arsène Lupin” (1909) o “Fantomas” (1921).
Hay otro antecedente de serie de cine y antecesora del serial, apareció en 1908 creada por el francés Victorin-Hippolyte Jasset: “Nick Carter, le roi des détectives”, aventuras de un investigador policial, con seis películas seguidas ese año, cada una con una historia diferente, y en 1909 nueve películas más con el personaje. En la misma época surgieron: “Bronco Bill”, “The Dandie Detective”, “Nat Pinkerton”, “Sherlock Holmes” entre otras.
Algunas series se exhibían en los cines y a su vez se publicaba el episodio en periódicos, como “Belphégor” (El Fantasma del Louvre, 1927) escrita por Arthur Bernéde.
“The Lost Planet” (1953) en 15 episodios y “Overland the Trail” (1956) fueron de los últimos seriales en la gran pantalla.
Encontré registros de seriales españoles, y le consulté si había argentinos a Fernando Martín Peña, conductor de Filmoteca de la Televisión Pública, me informó que al menos en el cine sonoro no.
Las series de televisión o de streaming están muy de moda hoy, son parte del encuentro de amigos o parejas, el motivo de volver pronto a casa, el tema de conversación junto al deporte en el trabajo o en el gimnasio, o para acortar las esperas de las salas de espera.

Siempre hablamos de cine.
“Por lo general a todos les gusta, es difícil encontrar una persona que no vea nada”, comentan Adriana Nunam y María Amélia Penido en el libro “Relaciones Amorosas en la Era Digital” (3). Y concluyen: “Entonces uno le recomienda algo al otro, comienza a hablar más de eso, de lo que le gusta a cada uno. El sujeto tiende a fluir más”.
Finales de alto impacto, actores y actrices que dejan todo en pantalla, historias conmovedoras o bodrios imperdonables, hechos reales muy irreales. Amores enormes, aventuras increíbles, sustos que ni les cuento… el cine se involucra en nuestras vidas en muchas, muchas charlas.

(1) Mención de “Boletim Exibidor”
(2) Román Gubern, Terenci Moix, Raúl Contel y otros: “El Cine” (Salvat, 1981)
(3) “Relacionamentos Amorosos Na Era Digital” Editora Dos Editores, cita de “Boletim Exibidor”

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