El foco en los villanos

En los últimos años, pudimos ver en cine y series una tendencia a dar protagonismo a las historias personales de quienes siempre fueron “los malos de la película”. Casos como Joker o Cruella, dejan un mensaje social que vale la pena analizar.

Tomás Villarreal D’Atri *

Cruella es uno de los grandes lanzamientos de Disney de este 2021, estrenándose en mayo de forma simultánea en los cines y en la plataforma de streaming Disney +. Fue todo un éxito, se convirtió en una de las películas más taquilleras de lo que va del año y su secuela ya está confirmada.

No vamos a explayarnos en analizar la trama del film ni a dar una crítica de la misma, sino que la intención de esta nota es destacar las tendencias tanto de Disney, como del mundo del cine y la televisión en general, de traer a villanos como protagonistas centrales en películas y series.

En primer lugar, veamos quién es este personaje llamado Cruella. Cruella de Vil, es la villana de una clásica película de Disney, que muchos y muchas deben recordar, llamada 101 dálmatas. La versión original, basada en un cuento infantil, se estrenó en 1961 y era en formato de animación. Algunas décadas después, en el año 1996, se estrenó la versión live action, que tuvo su secuela en el año 2000. Estas últimas dos películas las recuerdo con cariño, siendo de mis VHS favoritos de mi infancia. El personaje más destacado y terrorífico era justamente el de la villana, Cruella, interpretada fabulosamente por la legendaria Glenn Close. De manera muy resumida, Cruella era una mujer muy obsesionada por los abrigos de piel de animales, y en 101 dálmatas su objetivo era secuestrar a los perros dálmatas de los protagonistas para hacerse un abrigo con ellos. Claramente nos resultaba imposible sentir afinidad con alguien que quería asesinar a 101 perros solo para hacerse un saco de piel con ellos. 

Villanos protagonistas.

Cruella (2021) funciona como precuela de estas clásicas películas de Disney y está protagonizada por Emma Stone. Sin entrar en detalles ni spoilers, este film retrata los orígenes de este famoso personaje, en donde nos cuentan todo lo que atravesó en su niñez y adolescencia, su vida atravesada por la delincuencia, el sueño de convertirse en una diseñadora de moda (para lo que tenía un talento nato), y finalmente, tratar de justificar por qué podría llegar a ser una villana o que el resto la vea como tal. 

Antes dije que hay una tendencia de colocar villanos en el rol protagónico, y es que Disney ya lo había hecho con Maléfica (2014), la antagonista del clásico film La bella durmiente (1959). Lógicamente no es algo exclusivo de esta compañía, ya que si vamos al caso, en el 2019 se estrenó la extraordinaria Joker, basada en el reconocido payaso enemigo de Batman, que tras su abordaje original y totalmente distinto a cualquier otra película de superhéroes, se convirtió en uno de los films basados en personajes de cómics con más nominaciones hasta el momento y mejor recepción. Pensando en el mundo de la televisión, desde hace tiempo nos cautivan grandes series protagonizadas por “los malos”, como por ejemplo Dexter, Los Sopranos, Peaky Blinders, Breaking Bad, y la lista podría seguir.

Sociedad que moldea.

Pero ¿qué es realmente lo que nos transmiten estas tendencias y por qué nos atraen tanto? Poniendo el caso de Cruella, que es la protagonista de esta nota, pero que bien puede aplicarse a otros casos, creo que lo que se busca es tratar de comprender que situaciones, experiencias, traumas, llevan a una persona a actuar de un modo inmoral, criminal o que la sociedad considera “negativo”, “malvado” o “incorrecto”. Nos atrae que no sea una simple dicotomía entre los buenos y los malos, entre blanco y negro, sino que haya una complejidad en los personajes, al igual que ocurre en la realidad.

Y es que en la vida real se podría decir que prácticamente nadie nace con una maldad intrínseca, con la que causa el mal por simple placer y sin ningún motivo (obvio que puede haber algunas excepciones). Gran parte de los cuentos o películas infantiles que nos han atravesado a lo largo de nuestras vidas, nos presentaban a los antagonistas de esta vil forma: villanos terribles cuyo único objetivo era derrotar al protagonista y causar el mayor mal posible, sin desarrollar cuáles eran sus aspiraciones o motivaciones. Lo que nos muestran en Cruella es justamente la vida de ella, desde sus inicios, y todas las terribles vivencias y acontecimientos que debió soportar a lo largo de su historia, que inevitablemente marcaron su carácter y definieron su personalidad. Es la propia sociedad y sistema el que le puede dar la espalda a una persona, dejarla sola, desprotegida, sin brindarle nada bueno. Entonces, en ciertas ocasiones podemos llegar a comprender a estos personajes. En el caso de Cruella, si la oscuridad no la terminó de captar, es gracias a sus amigos que creen en ella y la apoyan.

Esta última cuestión, del sostén de sus amistades, es un lindo mensaje que nos deja la película. A pesar de que distintos hechos llevan al personaje a tentarse hacia el lado oscuro, nunca la vemos convertida en aquella Cruella de Vil que quiere asesinar perros para hacerse un sofisticado abrigo. La convirtieron en un personaje mucho más complejo, con sus matices, pero que la terminamos comprendiendo y sintiendo cariño por ella. Es más, hay un personaje que es mucho peor que ella, que funciona como la antagonista en Cruella, aunque suene contradictorio, y es el de la Baronesa, interpretado por Emma Thompson de forma muy notoria.

En conclusión, siento que es muy distinta la Cruella de Emma Stone a la de Glenn Close y a la versión animada, no creo tampoco que hayan tenido la intención de igualarlas. La nueva es más una reconstrucción o resignificación del personaje, mostrándolo con sus grises, y sobre todo desde una perspectiva más humana. Como en el caso de Joker, muchas veces es la misma sociedad, la cultura o el sistema, los que excluyen a ciertos individuos y terminan catalogándolos como “villanos”. Pero nada es tan sencillo como parece, y es interesante explorar y tratar de entender por qué alguien actúa de determinada manera.

* Colaborador. Estudiante de la UNLPam.