Otro procesamiento para un pampeano
A pesar de negar su participación en el resonante caso de los sobresueldos que cobraban los más altos funcionarios del gobierno de Carlos Menem, el pampeano Jorge Rodríguez también terminó implicado. La Cámara Federal porteña entendió que, prima facie, fue responsable de cometer el delito de "sustracción de caudales públicos" y en consecuencia dictó su procesamiento.
También aplicó la misma medida al ex ministro de Justicia, Raúl Granillo Ocampo y dictó la falta de mérito a Domingo Cavallo y Elías Jassan. En esta causa ya se encontraban procesados el ex ministro de Defensa, Oscar Camilión y la ex secretaria de Medio Ambiente, María Julia Alsogaray.
Rodríguez, ex ministro de Educación y ex jefe de gabinete durante el menemismo, es una de las figuras emblemáticas de lo que la prensa porteña bautizó "la banda de los pampeanos" y siempre negó haber estado vinculado a este escandaloso caso que hoy vuelve a los primeros planos en virtud de la resolución del tribunal.
Como se recordará, en aquellos oscuros años noventa, cuando Menem y Cavallo se lanzaron a rematar las principales empresas del Estado por centavos en nombre de la "modernización" y del "ingreso al primer mundo", se detectaron infinidad de casos de corrupción. Todos ellos surgieron por investigaciones periodísticas y no por el accionar de la Justicia que también había sido copada por incondicionales al gobierno, como los recordados "jueces de la servilleta" de Carlos Corach -el ex ministro del Interior- y la no menos famosa "corte de los milagros" como tristemente se había bautizado al supremo tribunal de la Justicia argentina.
En ese "lodazal humano" -como diría el poeta- florecieron la corrupción y la compra y venta de conciencias como nunca antes en la historia política de nuestro país. Y en ese ambiente tan fértil para las maniobras oscuras con dineros del tesoro público se vieron edificar fortunas personales al por mayor. Muchos de estos funcionarios también están en la mira de la Justicia sospechados de otro delito no menos grave: enriquecimiento ilícito. Apelando a leyes secretas y utilizando dineros de la SIDE que no eran rendidos, estos fieles representantes de la Argentina de aquellos años, distribuían sobresueldos que, en los funcionarios de mayor rango, alcanzaban los 50 mil pesos-dólares.
Rodríguez forma parte de ese lote de altos funcionarios del menemismo investigados por el desmesurado incremento patrimonial que tuvo durante la década de los noventa. Al pampeano, un fiscal le detectó una impresionante serie de propiedades y valores: más de 20 inmuebles, entre ellos ocho campos y varios departamentos en Capital Federal. También significativos depósitos de dinero en moneda nacional y en dólares y acciones en bancos y sociedades anónimas.
Ahora suma un procesamiento más, producto de haber sido partícipe destacado en aquella fiesta de sobres con dinero que embolsaban los responsables de gobernar un país en donde una inmensa mayoría quedaba sin trabajo, desamparada e inmersa en la pobreza a causa de la entrega por centavos del patrimonio nacional.
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