El regreso de los acuerdos políticos

I - La política entendida como discusión y acuerdo, como instrumentación de acciones, como respuesta a problemas concretos de la sociedad volvió a ocupar el centro de la escena en la semana. Como si los treinta años de democracia hubieran tenido un efecto reivindicador de aquélla fecha en el ánimo de los actores políticos lugareños hubo dos oportunidades en estos días de comprobarlo. El cambio de presidente del Concejo Deliberante santarroseño merced a un acuerdo de un sector del peronismo con la oposición y el cambio de estrategia del jorgismo que finalmente participó del Congreso peronista de Quemú Quemú, marcaron esa tendencia a hacer política.

 

II - La cuestión que falta definir es si esta forma de hacer política -en un caso puertas adentro del partido del gobierno y en el otro en torno a los lugares expectables de la municipalidad capitalina-, tienen como objetivo cumplir mejor con las expectativas de la sociedad o si se agotan en simples movimientos tendientes a posicionar dirigentes y apetencias. La mirada ciudadana es escéptica y en general apunta a censurar estos acuerdos y discusiones como "politiquería", término popular con el que se define las acciones de los políticos que actúan más por conveniencia personal. En principio la apertura del jorgismo al Congreso está precedida, desde antes de las elecciones (y tal vez porque el resultado se anticipaba), de movimientos políticos en el gobierno provincial que marcaron una clara intención de responder mejor a la sociedad. En esa línea, en la semana el nuevo ministro de Gobierno anunció una "dura lucha" contra el narcotráfico, uno de los problemas que más preocupa a las familias pampeanas.

 

III - No ha sido ésa la actitud en la municipalidad donde no se toman medidas pese a que no es esta gestión lo que se esperaba de ella y eso quedó claro en las elecciones. Domina allí cierto autismo que aísla a funcionarios de los problemas estructurales, coyunturales y hasta los que la propia función causa como la accesibilidad de los colectivos que es un dolor de cabeza que se autoinflingieron y del que no parecen acertar a salir. Tal vez por eso es que el movimiento para cambiar la presidencia del Concejo tuvo allí terreno político fértil, cierto consenso y, desde luego, una dosis de audacia en la nueva presidenta para fijar posición y anticipar públicamente sus movimientos. El tiempo dirá si este cambio logra modificar el desencuentro entre los vecinos y su gobierno municipal o si se agota en solo un cambio de nombres. Por lo pronto la oposición logró que, producto de ese acuerdo, el Cuerpo de Relatores (el Tribunal de Cuentas municipal) quedara en sus manos con toda la capacidad de ser verdaderos fiscalizadores del gobierno comunal.

 

IV - Mientras el gobierno sigue a paso lento su anunciada demanda contra Mendoza y la Nación por el corte del río Atuel, dos abogados pampeanos han logrado un avance trascendente en la lucha secular por la recuperación de las aguas de ese interprovincial. La Corte Suprema resolvió en la semana pedirle al gobierno nacional que fije posición sobre el diferendo que ha dejado, a los largo de las décadas un enorme pasivo ambiental en el centro del país afectando gravemente las condiciones ecológicas y sociales de La Pampa.

 

No hay dudas que la respuesta de la Nación será favorable a nuestra provincia pues lo contrario sería ir no solo en contra de tratados internacionales firmados por la Argentina y que tienen hoy rango constitucional, sino que una opinión que avale el mal manejo del caudal aguas arriba sería un precedente catastrófico cuando el país quiera hacer valer sus derechos sobre rios que nacen en otros países. El desastre ecológico y humano en nuestra provincia es tan evidente y está tan probado que llevó hace más de seis años a la presidenta de la Nación a prometer una solución del diferendo en el transcurso de su mandato.

 

V - Lo paradojal es que con este avance significativo en el reconocimiento de los derechos pampeanos sobre el Atuel, el gobierno de la provincia siga dándole largas al anuncio del juicio que el Estado provincial anticipó que hará para destrabar la cerrada posición mendocina y la indiferencia cómplice de la Nación. Aunque los tiempos judiciales nos han acostumbrado a tener paciencia, no es de extrañar que haya en el juicio de los abogados pampeanos resultados concretos y definitorios sobre el litigio aún antes que La Pampa como provincia inicie las prometidas acciones legales. (LVS)