Jueves 11 de abril 2024

Aumento de precios: "olieron aguinaldo"

Redacción 15/12/2021 - 00.26.hs

La voz de alarma que lanzaron varios comerciantes sobre el aumento de precios en productos de la canasta alimentaria sorprendió por la magnitud de los incrementos. Los almaceneros expresaron su bronca, y no sin razón, porque esa medida redundará en una caída de las ventas en momentos en que las tradicionales fiestas de fin de año empujan para arriba la actividad de los negocios.

 

La responsable de la medida es una de las grandes compañías alimenticias multinacionales radicadas en el país. Es una de las empresas que domina el mercado en los llamados "productos de góndola" y, como tal, hace valer su peso sin que, al parecer, nadie pueda evitarlo.

 

Nada justifica que productos alimenticios elaborados en nuestro país -con mano de obra local, fábricas locales e insumos locales- aumenten en valores del 10, 20 ó 30 por ciento en forma tan abrupta. No hubo devaluación de la moneda frente al dólar, no hubo aumentos de tarifas, no se implementaron nuevos impuestos y los salarios continúan en niveles bajísimos, sin poder recuperarse, salvo excepciones, luego de las dos pandemias: la del macrismo y la del coronavirus.

 

Es evidente que al gobierno nacional le está costando mucho meter en caja a los grandes jugadores de la economía. Si bien ayer el Indec le dio una buena noticia al medir en 2,5 por ciento el Indice de Precios al Consumidor de noviembre -un punto por debajo del número de octubre y bastante menos que lo pronosticado por las consultoras privadas-, no siempre su estrategia de buscar acuerdos con los grandes grupos empresarios en forma amigable se traduce en resultados concretos.

 

Los funcionarios que representan el "ala blanda" han ganado posiciones y se han impuesto al "ala dura" que pretende llevar a cabo medidas un poco más enérgicas. Ese desbalance parece haber operado como un mensaje hacia el sector empresario, una suerte de "permiso" para que algunos formadores de precios sigan haciendo de las suyas. En este caso que acaban de denunciar los almaceneros santarroseños es evidente que "olieron aguinaldo" y se lanzaron a pescar el mayor beneficio posible de ese ingreso adicional de los trabajadores. Una estrategia puramente especulativa que puede desplegar un grupo empresario sin temor a eventuales medidas del gobierno.

 

Algo similar ocurrió el mes pasado con uno de los rubros alimenticios preferidos en la mesa de los argentinos: la carne. El salto del precio en noviembre superó, en promedio, el 10 por ciento aunque hubo cortes que casi duplicaron ese nivel. El acuerdo que acaba de lanzar el gobierno para las fiestas de fin de año tiene gusto a poco pues la oferta contempla solo cinco cortes parrilleros en apenas tres días antes de Navidad y otros tres antes de Año Nuevo.

 

Existen muchas dudas de que la caída en la inflación de noviembre se mantenga en diciembre y los meses siguientes porque, según un economista "eso requeriría de un enfoque antiinflacionario que el gobierno no tiene".

 

Al gobierno nacional le cuesta mucho salir de su postura defensiva, por eso le cede la ofensiva al poder económico. Los que pagan el pato son los sectores populares que ven subir sus ingresos por la escalera mientras los precios van por el ascensor.

 

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