Bajar un cambio también puede ser un gran avance

Quiso el destino que en un mismo día de esta semana se conocieran dos importantes novedades sobre el tránsito, que seguramente marcarán un histórico cambio tanto para Santa Rosa como para toda la provincia.

 

Casi simultáneamente, el último viernes, mientras se conocían las resoluciones del Consejo Municipal de Seguridad Democrática, acordando la reducción de velocidad urbana a 30 kilómetros por hora, también se promulgaba el decreto de "Alcohol Cero" en La Pampa.

 

Sin dudas, serán dos fuertes cambios que modificarán hábitos y conductas. Y no sólo eso, también se supone que reducirá las estadísticas de siniestros viales, que tras la pandemia volvieron a mostrar alarmantes índices de muertos y heridos.

 

Lento pero seguro.

 

Las dos decisiones llevaron tiempo, tal vez algo más de lo que aconsejaba el sentido común, pero finalmente están tomadas con un amplio consenso que parece no contar con demasiada oposición.

 

En el caso de la reducción de velocidad, hay que tener en cuenta que se tomaron ejemplos satisfactorios y probados en otros centros con población y parque automotor de similares dimensiones a la capital pampeana.

 

En este caso, según explicaron las autoridades, los pasos que quedan por transitar tienen que ver con el debate en el Concejo Deliberante, donde se descuenta que tendrá un rápido trámite y una unánime aprobación.

 

De allí en más habrá que desplegar una intensa campaña que demuestre los beneficios de la medida. Solo deberán armarse de paciencia los conductores ansiosos que pretenden utilizar las calles céntricas como autopistas. Y aquellos que están acostumbrados a tomar el auto hasta para ir a la panadería de la otra cuadra deberán empezar a convencerse de lo beneficioso de la caminata para su salud y también del aporte que harán al ahorro energético y al medio ambiente dejando el vehículo estacionado en sus respectivas viviendas.

 

En definitiva, a partir del próximo mes, habrá una nueva ordenanza que fijará en 30 kilómetros la velocidad máxima para circular en el casco urbano histórico de la ciudad.

 

La iniciativa, que ya contaba con el apoyo del Consejo de Planeamiento Urbano, es impulsada por la Organización de las Naciones Unidas en el marco de un plan mundial de seguridad vial, que plantea establecer velocidades seguras. Según explicaron, "bajar a 30 kilómetros la velocidad en el radio céntrico y en otras zonas permite reducir la distancia total de frenado y la potencia de daño frente a usuarios vulnerables, propiciando un tránsito más calmo, favoreciendo la inclusión de otras formas de movilidad, más saludables y menos contaminantes".

 

Sin alcohol al volante.

 

En tanto, el Poder Ejecutivo de La Pampa promulgó, a través del Decreto Nº 3165/22, la Ley Nº 3466, por el que quedó prohibido conducir, en cualquier tipo de vehículo, con una graduación de alcoholemia superior a cero miligramo por litro de sangre. La ley yas vigente faculta a las autoridades a retener el vehículo, en caso de constatar una "alcoholemia superior a cero miligramos por litro de sangre". Luego de labrada el acta correspondiente, el vehículo podrá ser liberado bajo la conducción de otra persona habilitada. En caso contrario, el vehículo será removido y remitido a depósito. "La ley considera la conducción con alcohol en sangre como una falta grave y como tal la sanciona", se explicó tras la promulgación.

 

Estrellas incansables.

 

Y no se puede hablar de estos temas sin hacer mención a la labor incansable de la Fundación Estrellas Amarillas. Hace años que vienen reclamando por todas estas cuestiones vinculadas con la seguridad vial, presentando petitorios, gestionando audiencias con autoridades municipales, provinciales y nacionales, bregando constantemente hasta que en estos días pudieron ver cómo finalmente sus reclamos fueron escuchados.

 

Obviamente, con estas nuevas disposiciones el tema no está terminado ni mucho menos. Quedará, por supuesto, velar por su cumplimiento y seguir con el trabajo de concientización para las nuevas generaciones, con charlas en ámbitos educativos y más campañas de difusión.

 

Así, tendremos una sociedad más sana, sin alcoholizados al volante y con automovilistas manejando a menor velocidad. Aunque suene a contrasentido, será una forma de demostrar que a veces si se baja un cambio se puede dar un gran avance en nuestra sociedad.

 

DANIEL ESPOSITO