Martes 16 de abril 2024

El mensaje del flamenco

Redacción 28/08/2022 - 11.43.hs

Probablemente haya pasado desapercibido para muchos pampeanos, pero el avistaje de flamencos andinos en territorio provincial durante esta semana podría ser más importante de lo que parece y hasta serviría como argumento para un reclamo judicial que desde hace décadas desvela a gobiernos vecinos.

 

Para los que no se enteraron, la cuestión es la siguiente: investigadores del área ambientalista reportaron la visualización de una especie que nunca había sido vista en la provincia. Se trata de la Parina Grande, también llamada Flamenco Andino.

 

Estas aves aparecieron por la zona, fueron registradas por los investigadores y hasta se pudo constatar que una de ellas contaba con un anillado identificatorio que permitía seguir la pista de su procedencia. Así se pudo establecer que venía desde una reserva ubicada en Atacama, Chile, distante a unos 1.500 kilómetros de la nueva zona de observación.

 

El dato científico surgió a través del proyecto de Ciencia Ciudadana que viene desarrollando el Museo Provincial de Historia Natural junto a un grupo de naturalistas pampeanos. Se trata de una de las tres especies de flamencos que habitan en Argentina y se diferencia de las otras dos, la Parina Chica y el Flamenco Austral, en la coloración del cuerpo, que es de un rosado más claro y tiene su parte posterior negra, además de sus patas, que son amarillas. Su distribución abarca humedales altoandinos de Argentina, Bolivia, Chile y Perú, y se extiende a las lagunas en las tierras bajas del centro de Argentina.

 

Hasta el momento, los registros de área de invernada de la Parina Grande correspondían a las provincias de Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires, pero no existía ninguno en La Pampa.

 

Tras dar a conocer la novedad, los investigadores destacaron que el avistaje representa la localización más "austral" de estas aves. Y lo llamativo es que se instalaron en un reservorio de agua conocido como "La obra de los daneses".

 

El legado de los daneses.

 

La Pampa está pasando actualmente por un período de sequía, pero hace años, en una época de abundantes precipitaciones, el gobierno provincial debió realizar trabajos para evitar que amplias extensiones terminaran anuladas para la producción agropecuaria por las inundaciones. De las investigaciones realizadas surgió como la alternativa más potable la utilizada en Dinamarca, donde optaban por direccionar las aguas hacia una zona de sacrificio, permitiendo un escurrimiento hídrico hacia un sector de contención. Así fue cómo surgió "La obra de los daneses", que terminó dando solución para recuperar tierras en un amplio sector productivo.

 

Las lagunas donde ocurrieron los registros de los flamencos pertenecen a esta red de cuencos naturales que luego de las intervenciones realizadas a partir del año 2005 se tornaron casi permanentes, con el objeto de cumplir la función de reservorios de agua durante los períodos considerados como de "excesos hídricos". Esta infraestructura, conocida popularmente como "La obra de los daneses", tiene un área de influencia delimitada por las rutas provinciales 1, 3 y 10, dentro del ejido de la localidad de Quemú Quemú.

 

En este lugar, precisamente, fueron avistados los flamencos andinos. Y es más que obvio que eligieron ese lugar por la presencia asegurada de agua.

 

La lección de la naturaleza.

 

La localización de estas vistosas aves da lugar a la reflexión. Si viajaron 1.500 kilómetros y optaron por este lugar es porque tienen claro que encontraron un buen lugar para vivir en armonía. Y en esa elección, seguramente, la presencia del agua ha sido un factor fundamental. Es por esta razón que los investigadores destacaron que "resulta evidente que las lagunas existentes en las inmediaciones de la llamada obra de los daneses albergan una interesante biodiversidad".

 

Pues bien, así relatada, la historia del flamenco andino debería ser incorporada a los cientos de fojas que integran los reclamos judiciales de La Pampa a Mendoza por el corte de los ríos, los que ya fueron reclamados y los que vendrán. Porque está claro que Mendoza tuvo que abandonar la idea de hacer la represa de Portezuelo, pero ya está pensando en otra que también afectará la cuenca interprovincial. Y mientras, sigue sin liberar agua del Atuel.

 

El mensaje del flamenco es claro: donde hay agua hay vida. Y esa circunstancia da paso a la recuperación de una diversidad natural, tanto en flora como en fauna. Por eso es importante la presencia del recurso hídrico. Es el mensaje que nos deja la llegada de los flamencos, es la lección que nos vuelve a dar la naturaleza en todo su esplendor. Por eso deben devolver los ríos robados. Las pruebas están a la vista. Y si los jueces necesitan comprobarlo personalmente, no tienen más que venir a ver el hermoso espectáculo natural que ofrecen los flamencos andinos.

 

DANIEL ESPOSITO

 

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