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El proyecto, aprobado por la Comisión de Educación, consta de 15 artículos y busca garantizar la educación inclusiva y los apoyos necesarios a un grupo de estudiantes que define en su artículo 3 como "estudiantes con necesidades de apoyo".

 

SILVIA LAURA BERSANELLI *

 

El Senado de la Nación aprobó el 9 de diciembre un proyecto que denominó de "Educación Inclusiva", cuya síntesis fue el resultado de cuatro proyectos de las y los senadores Cristina Lo´pez Valverde (San Juan) regulando la Educacio´n Inclusiva; de Esteban J. Bullrich (Buenos Aires) de Educación Inclusiva; de Roberto M. Mirabella (Santa Fe) garantizando el Derecho a la educacio´n en niveles Inicial, Primario y Secundario para las personas que padecen Trastorno por De´ficit de Atencio´n e Hiperactividad; y de Julio Cobos (Mendoza) estableciendo un Re´gimen Nacional de Educacio´n Inclusiva para personas con discapacidad.

 

El proyecto, aprobado por la Comisión de Educación, consta de 15 artículos y busca garantizar la educación inclusiva y los apoyos necesarios a un grupo de estudiantes que define en su artículo 3 como "estudiantes con necesidades de apoyo" entre los que incluye a "las y los estudiantes con discapacidad, dificultades del aprendizaje y/o altas capacidades intelectuales que pueden requerir apoyos, sean estos temporales o permanentes en cualquier momento de su trayectoria escolar, para garantizar la educacio´n inclusiva en cualquier institución pu´blica de gestio´n estatal y de gestio´n privada y en todos los niveles y modalidades de la educacio´n obligatoria del Sistema Educativo Nacional".

 

A ese efecto, conozcamos qué significa educación inclusiva y qué significados y alcance tiene el rotular "estudiantes con necesidades de apoyo" desde una visión individual a un grupo determinado de estudiantes sin profundizar aquí otro artículo del proyecto aprobado, como el que pone en discusión la figura del docente de apoyo a la inclusión.

 

Orígenes de un concepto.

 

El concepto de Educación Inclusiva tiene diversos orígenes y quizás esté presente desde siempre en la historia de la educación.

 

Con diferentes apreciaciones según el contexto se coincide en que es un proceso de fortalecimiento y transformación de los sistemas educativos para llegar a todas y todos los y las estudiantes, garantizando la trayectoria escolar con la presencia, la participación y el aprendizaje en las instituciones educativas con los apoyos pertinentes y en particular de aquellos estudiantes con mayor riesgo de marginalización o exclusión. De ese modo deviene una propuesta o enfoque para construir democracia, implementar la justicia curricular y luchar contra la exclusión (Unesco, 2017; Ainscow, M. 2001; Giné, C. 2001; Connell, R. W. 1997; Slee R. 2012).

 

En algunas regiones del mundo se inició como un proceso de inclusión de los estudiantes con discapacidad, cuya trayectoria escolar se brindaba (y brinda) en espacios segregados. En consecuencia, el Comité de la Convención de los derechos de las personas con discapacidad emitió en el año 2016 la Observación General Nro 4 (CRPD/C/GC/4) en la que señala como debe entenderse la educacio´n inclusiva, subrayando su calidad de derecho humano, como principio, como un medio y como el resultado de un proceso de compromiso continuo y dina´mico para eliminar las barreras que impiden el derecho a la educacio´n, asi´ como de cambios en la cultura, las poli´ticas y las pra´cticas de las escuelas de educacio´n general para recibir y hacer efectiva la inclusio´n de todos los/las estudiantes.

 

Antecedentes.

 

Con estos antecedentes, es claro señalar que la interpretación actual de la educación inclusiva es una cuestión de derechos humanos, adquiriendo relevancia los conceptos de inclusión y equidad; definido el primero como "el proceso que ayuda a superar los obsta´culos que limitan la presencia, la participacio´n y los logros de los estudiantes", y el segundo como aquel que "garantiza que se tiene una preocupacio´n por la justicia, de tal forma que la educacio´n de todos los estudiantes se considera de igual importancia" (Unesco, 2017).

 

Se infiere que la educación inclusiva y la escuela inclusiva como institución social es aquella que, accesible a todos y todas los y las estudiantes, garantiza la permanencia, las oportunidades educativas y los apoyos -curriculares, personales, materiales- necesarios para su progreso académico y personal en la trayectoria escolar, cristalizando aprendizajes de calidad, la plena participación y la movilidad social. Sin estos elementos, la praxis de una Escuela Inclusiva es sólo una simulación, un gazapo propio del lenguaje "políticamente correcto" que cercena el desarrollo y crecimiento humano materializando la reproducción cultural y social del poder hegemónico.

 

Por tanto, "un movimiento hacia la inclusión no trata de hacer ajustes marginales, sino de plantearse las preguntas fundamentales sobre la forma en que la organización está estructurada actualmente" (Ainscow, 1997). (Este lunes, nota 2)

 

* Militante de los derechos de las personas con discapacidad. Magister en Integración de Personas con Discapacidad.

 

Ex Directora de Educación Inclusiva del Ministerio de Educación de la provincia de La Pampa