Miércoles 10 de abril 2024

Grandes empresarios gracias al Estado

Redacción 09/06/2022 - 01.11.hs

I. Ayer, en esta columna, se habló de la ofensiva contra el Estado que tiene lugar en Santa Rosa producto de un proyecto de ordenanza que apunta a liberar la venta de licencias de remises al mejor postor en reemplazo del actual mecanismo de concesión que tiene la municipalidad.

 

Este conflicto de intereses que se da en nuestro pequeño medio, a nivel municipal, se suele observar también a escala mayor, provincial o nacional, con otro tipo de ofensivas contra el Estado aunque con actores mucho más poderosos. Particularmente graves son los fuertes ataques que en los últimos tiempos se vienen registrando contra el Estado nacional por parte de las mayores corporaciones económicas del país y sus fieles representantes políticos: la derecha de Juntos por el Cambio y la ultraderecha de los mal llamados "libertarios".

 

II. En una suerte de espectáculo malsano, poderosos empresarios y dirigentes de aquellos espacios políticos compiten por ver quién expresa las propuestas más antiestatistas: reducir los impuestos a la elite económica, clausurar ministerios y otros organismos, achicar el "gasto público" mediante el despido masivo de trabajadores, cerrar el Banco Central, volver a rematar Aerolíneas Argentinas, aplicar un fuerte ajuste al sistema jubilatorio, etcétera. Ahora anunciaron su oposición a gravar la renta extraordinaria de la que gozan las empresas más grandes producto del "efecto riqueza" generado por la guerra en Ucrania, tal como lo están haciendo no pocos países del admirado primer mundo.

 

Por si no les bastara, no pierden oportunidad de prenderse al discurso que busca culpar al Estado por la escalada de la inflación y exculpar a los grandes grupos concentrados formadores de precios. En síntesis, para estos grandes actores económicos, políticos y mediáticos el Estado es el culpable de todos los males mientras que el libre mercado es la solución. Tanto es así que la Asociación Empresaria Argentina (AEA), la entidad que nuclea a los hombres de negocios más poderosos del país, sesionó en el hotel Sheraton de Buenos Aires bajo el lema "El sector privado es el factor clave para el desarrollo".

 

III. Esta sobrevaloración de la iniciativa privada y subestimación del papel del Estado en la economía, les impide reconocer que varias de las empresas más grandes del país le deben su consolidación y hasta su crecimiento al Estado. Algunos pocos ejemplos bastan para explicarlo.

 

Las grandes plataformas tecnológicas como Mercado Libre o Globant nacieron, se generaron y expandieron gracias a la "Ley del software" impulsada durante el kirchnerismo. Esa legislación les permitió gozar de fuertes subsidios y ventajas tributarias que las beneficiaron notablemente e hicieron de sus dos propietarios parte de la elite más rica del país. Sin embargo ambos se mudaron al Uruguay para no pagar sus impuestos aquí.

 

Por su parte el Grupo Techint dio su gran salto cuando se quedó por precio de remate con la gran empresa siderúrgica estatal Somisa, gracias a las privatizaciones menemistas. Sin ese obsequio del Estado no hubiera podido incursionar con tanto éxito en el negocio del acero hasta convertirse en uno de los mayores jugadores mundiales.

 

Del Grupo Clarín puede decirse todavía más. Se apropió, con su socio La Nación, de la única fábrica de papel de diarios del país, Papel Prensa, gracias a los favores de la última dictadura en un oscuro proceso cuya investigación clausuró un juez amigo. Más tarde, ya en democracia, el Estado le sirvió en bandeja Radio Mitre primero y Canal 13 después, con lo cual se consolidó como el mayor grupo mediático y así pudo acceder a otros grandes negocios: TV por cable, internet, telefonía celular, etcétera. La llamada "Ley de bienes culturales" fue otro traje a medida, esta vez bajo el gobierno del duhaldismo.

 

Muy poco agradecimiento con el Estado muestran los que tanto le deben.

 

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