Lunes 22 de abril 2024

Ideas sobre rieles y proyectos "durmientes"

Redacción 22/05/2022 - 00.11.hs

El tren que volvió a Santa Rosa, el convenio para instalar un mercado concentrador de alimentos y el fideicomiso para frenar el precio del pan mostraron en la semana tres temas destacados que apuntan hacia un sueño colectivo. Son cuestiones que van en el mismo sentido: mejorar la calidad de vida del pueblo pensando en el bienestar general, sin egoísmos ni mezquindades.

 

La llegada del "Tren Sanitario", con su lenta marcha, abrió la esperanza de la reactivación ferroviaria. Se sabe que queda un largo camino para desandar el abandono neoliberal, pero las gestiones nacionales, provinciales y municipales, tanto desde La Pampa como desde Buenos Aires, permiten vislumbrar un horizonte cercano con vías, locomotoras y vagones nuevamente en condiciones de transitar, tanto para el transporte de pasajeros como para incrementar la salida de producciones de exportación.

 

Casi simultáneamente, la firma del acuerdo entre la CPE y la Municipalidad de Santa Rosa para aunar esfuerzos en la instalación de un mercado concentrador de alimentos mostró que la iniciativa marcha a paso firme. El objetivo no es otro que el de acercar productos de calidad y a bajo precio a los vecinos, lo que además servirá para regular la oferta y la demanda a nivel local.

 

Finalmente, la puesta en vigencia del fideicomiso para frenar el alza en el precio del pan mostró que La Pampa hizo los deberes con rapidez, para poder aprovechar un instrumento que atenúa el costo de vida para la población sin afectar la rentabilidad de industriales y comerciantes.

 

Complicaciones nacionales.

 

En tanto, hay otros proyectos que en vez de ir sobre rieles, parecen ideas "durmientes". Nacieron con la campaña electoral, quedaron paralizados con la pandemia, se complicaron con el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania y ahora deben terminar de definirse: o se concretan de una vez o quedan eternizados como otro "sueño de los justos". No hay término medio, pero de esa definición dependerá la suerte no solo del gobierno, sino también del pueblo.

 

Es que al presidente se le ocurrió hablar del desacople de los precios, pero lo que quedó una vez más al descubierto es que lo que se desacopla es la unidad de un frente. Porque lanza al aire una idea y queda en una expresión de deseos que se desvanece en pocas horas. Para colmo, debe luchar contra la sombra de antecesores con ideas afines que acostumbraron a los argentinos a decir y hacer en el mismo acto.

 

Una pena que se malgaste energía y se pierda credibilidad, mientras el pueblo espera que todo se encamine de una vez por todas. Todo lo que se observa a nivel nacional es que las iniciativas tienen marchas y contramarchas. Mientras a Santa Rosa llega el tren y se despiertan las ilusiones, al gobierno nacional se le desacoplan los vagones de las retenciones.

 

Más allá de las últimas idas y vueltas con las retenciones, la declarada "guerra contra la inflación" muestra otra prueba de esta situación: que se haya cambiado el organigrama de gobierno para unificar decisiones es una demostración de que hasta ahora la lucha emprendida para frenar los precios no ha dado resultado. Los índices de aumentos marcan el fracaso. Y la disposición de reforzar tarjetas alimentarias lo corrobora. Los adelantos de sueldos dispuestos a nivel provincial marcan otra cara de la misma realidad: los asalariados no llegan a fin de mes, ni siquiera con "cláusulas gatillo".

 

Algo de consuelo.

 

A los pampeanos nos queda el consuelo de pensar que en cuanto se acomode la realidad nacional el cambio en la calidad de vida será casi inmediato. Hay una industria pujante que sobrevivió a los peores momentos y que demostró todo su potencial en la reciente Expo Pymes. Hay un movimiento cooperativo fuerte que presta eficientemente innumerables servicios. Hay comunas que piensan en sus vecinos y que encabezan proyectos relevantes, como el ya citado del mercado en Santa Rosa. Hay un gobierno provincial de rápidos reflejos para corregir distorsiones y avanzar con alianzas estratégicas.

 

Solo queda esperar que desde Nación se encarrile el trayecto hacia el progreso. En caso contrario, en las próximas elecciones volverá el neoliberalismo. Y ya sabemos que ese tren no frena y se lleva todo puesto. La barrera debe ser nacional y popular, pero para eso se necesita unidad y firmeza en la conducción. El ministro Guzmán dijo hace unos días que "lo peor ya pasó". Por el bien de los argentinos, esperemos que no se haya equivocado. Hay un pueblo ilusionado, con ganas de darle la razón para subirse al tren de la esperanza.

 

DANIEL ESPOSITO

 

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