La Gestapo de Mariu Vidal

El video que muestra la conformación de otra "mesa judicial", esta vez en la provincia de Buenos Aires, en tiempos de María Eugenia Vidal, constituye una prueba elocuente de la persecución que tuvo lugar durante el cuatrienio de Cambiemos contra dirigentes sindicales, políticos, sociales y empresarios. La grabación fue encontrada en la Agencia Federal de Inteligencia y presentada ante el juez de La Plata, Ernesto Kreplak, por la actual titular de la AFI, Cristina Caamaño de acuerdo a instrucciones del Presidente de la Nación.

Hay dos hechos que resaltan por su evidente gravedad institucional. El primero de ellos es la exposición, durante la reunión filmada, del entonces Ministro de Trabajo bonaerense, Marcelo Villegas, quien confesó: "Si yo pudiera tener una Gestapo, para acabar con todos los gremios, lo haría". La sola mención a la policía secreta nazi que fue el instrumento represivo de Adolf Hitler para perseguir y asesinar a sus opositores, alcanza para mostrar la sintonía ideológica del exfuncionario. La finalidad de su deseo y la forma de expresarlo -"acabar con los gremios"- habla a las claras de que sabía muy bien a qué se estaba refiriendo.

Pero más grave aún es el mecanismo de persecución inconstitucional que se estaba pergeñando en la reunión con participación de representantes de Vidal, dos altos funcionarios de la AFI, un senador macrista y representantes de cámaras patronales y asociaciones profesionales. El audio del video permite oír muy claramente cómo se organizaba la trama ilegal que consistía en acuerdos espurios entre jueces, fiscales -con la anuencia del Procurador General, Julio Conte Grand, el mismo que fue sorprendido en un restaurante con Mauricio Macri-, el Ministerio de Trabajo provincial y las patronales empresarias. A estas últimas el ministro les pidió que presentaran denuncias por "extorsión" contra los sindicatos para luego armar causas judiciales destinadas a encarcelar, por fuera de todo procedimiento lícito, a los dirigentes gremiales "molestos".

Cuando un periodista le preguntó a Caamaño sobre el motivo de filmar y archivar un documento tan comprometedor para el propio macrismo la respuesta fue lapidaria: "El expresidente Macri mandó a filmar eso porque si en algún momento alguien quería sacar los pies del plato, lo tenía agarrado y con la soga al cuello".

Más allá de esa perversidad tan poco digna de alguien que no se cansa de posar de "republicano", el documento audiovisual es una prueba contundente. El problema en la Argentina de nuestros días es encontrar jueces probos e independientes que resistan las presiones mediáticas e investiguen a fondo, hasta las últimas consecuencias y los últimos responsables de este entramado ominoso, más digno de una dictadura que de una república.

De paso viene bien recordar los antecedentes de Marcelo Villegas. Es abogado especialista en derecho laboral y se desempeñó en grandes compañías como Pérez Companc, Walmart, Jumbo y Telecom en las áreas de recursos humanos. Queda claro que su llegada al Ministerio de Trabajo de la mano de Vidal no fue para defender los derechos de los trabajadores, precisamente.