Las mujeres, las más afectadas

Hoy se trata el proyecto de Ley Bases en el Senado, y paradójicamente habrá senadoras que votarán para que 9 de cada 10 mujeres no puedan acceder a una jubilación mínima.

 

IRINA SANTESTEBAN

 

El gobierno de Javier Milei tiene solo siete senadores en la Cámara Alta, pero con la ayuda de la “oposición amigable” del PRO, la UCR y bloques “amigables”, pichettistas, más algunos senadores que responden a un par de gobernadores peronistas, espera conseguir en esta sesión los 37 escaños que necesita para iniciar el tratamiento de la Ley Bases. El bloque de Unión por la Patria tiene 33 senadores y ya han anticipado su voto en contrario. Afuera, en la calle, las centrales obreras, sindicatos, movimientos sociales y organizaciones políticas permanecerán en “vigilia” para impedir la aprobación de una ley que ajusta en particular a laburantes, mujeres y jubilados.

 

Moratoria, ¡afuera!

 

Uno de los aspectos más perjudiciales para quienes pretendan jubilarse en los próximos años, será la eliminación de la Moratoria Previsional que el Congreso aprobó el año pasado, mediante la ley 27.705, que permite a quienes no tienen los aportes suficientes pero sí tengan la edad para jubilarse (60 años las mujeres y 65 los varones), puedan hacerlo. Así se jubilan actualmente el 70 por ciento de los varones y el 90 por ciento de las mujeres.

 

¿Por qué sucede esto? ¿Será porque esas personas no han trabajado? Nada de eso, es por el alto porcentaje de trabajo precario que existe en nuestro país, esto es, trabajadores y trabajadoras que no son registrados por sus patrones, que los mantienen en la informalidad porque así pueden bajar el “costo laboral”. O sea, la responsabilidad de que haya tantos compatriotas sin alcanzar los requisitos para jubilarse es de los empresarios que priorizan sus ganancias por sobre los derechos laborales y no de quienes pretenden acceder al beneficio previsional.

 

De paso, hay que resaltar que la Ley Bases incrementará esa precarización laboral, ya que le quita las penalidades que hasta ahora tienen quienes contratan trabajo sin registrar. Ahora, sin multas y con períodos de prueba más extensos, y con la eliminación del derecho a la indemnización, esos empresarios están de fiesta. Podrán contratar y despedir libremente, sin derechos para esos empleados.

 

Poca sororidad.

 

La “sororidad” es el sentimiento que hermana a las mujeres y disidencias en la defensa de sus derechos, en la lucha contra la violencia de género, que comprende las dificultades que atraviesa la “mitad invisible de la historia” en su larga pelea por la igualdad laboral y la equidad de género.

 

Para la Real Academia Española (RAE) - una entidad muy poco feminista- es un “término válido” y la define “la relación de hermandad y solidaridad entre mujeres, a fin de crear redes de apoyo que impulsen cambios sociales hacia la igualdad”.

 

Sin embargo, no todas las mujeres tienen ese sentimiento, y la política es un ámbito donde pisa fuerte el patriarcado, también para “ellas”.

 

Según el diario La Nación, ya hay 35 senadores que votarían a favor de la iniciativa de la Ley Bases, 33 en contra (UxP) y habría tres indecisos. Entre quienes votarían por la aprobación, hay 16 mujeres: Carmen Rivero (PRO), Victoria Huala (PRO), Mariana Juri (UCR), Carolina Losada (UCR), Stella Maris Olalla (UCR), Guadalupe Tagliaferri (PRO), Gabriela Valenzuela (UCR), Ivanna Arrascaeta (LLA), Vilma Bedia (LLA), Alejandra Vigo (Tercera Vía), y Beatriz Avila, Lucila Crexell, Andrea Cristina, Sonia Decut, Mónica Silva y Edith Terenzi (de otros espacios políticos).

 

Si bien algunas podrán luego votar negativamente la moratoria previsional, en el tratamiento en particular de la ley, su voto favorable general es un claro respaldo al gobierno de La Libertad Avanza. Es un aval a la gestión que dos días después de la jornada 3J (Ni Una Menos) cerró lo poco que quedaba del ministerio de Mujeres, Género y Diversidades.

 

Los ataques a los reclamos feministas por parte del presidente Milei son de vieja data. Pero también provienen de su hermana Karina, quien el 8 de marzo cerró el Salón de las Mujeres de Casa Rosada, para rebautizarlo como el Salón de los Próceres y colocar allí, entre otros, el cuadro del entreguista Carlos Menem. La canciller Diana Mondino festejó en una publicación en X el cierre de la Secretaría de Género en una nueva demostración de sus escasas dotes de diplomática. Ellas no pueden calificarse de “sororas”, son más machistas que muchos varones!

 

La senadora Vigo.

 

La cordobesa Alejandra Vigo, esposa del ex gobernador Juan Schiaretti, es una de las que votará a favor de la Ley Bases, en general.

 

En sus campañas electorales para acceder a los muchos cargos que ejerció en su carrera política (legisladora provincial, diputada nacional y ahora senadora por Córdoba), se mostró siempre como la “gran defensora” de las mujeres. Fue la autora de ley 27.696, sancionada en 2022, por la cual se incorporan las prestaciones asociadas al abordaje integral de la Violencia de Género al Programa Médico Obligatorio (PMO).

 

Fue presidenta de SACRA Seccional Córdoba (Sindicato de Amas de Casa de la República Argentina) entre 1995 y 2008, y esta es la gran contradicción de esta dirigenta política. Su voto afirmativo en la sesión de hoy, perjudicará principalmente a esas trabajadoras, las que realizan las tareas de cuidado, que muy poco se reconocen y nada se remuneran. Justamente la jubilación del Ama de Casa, que se aprobó durante el mandato de la ex presidenta Cristina Kirchner, es un reconocimiento a ese trabajo no pago que llevan adelante casi exclusivamente las mujeres.

 

No debería extrañarnos el voto de la senadora Vigo: en 2018 fue la única diputada que se abstuvo en la votación por la Ley de Aborto, y en 2020 votó en contra, junto con todo el bloque cordobés de Hacemos por Córdoba.

 

Estas dirigentas políticas usan los reclamos feministas para posicionarse como “defensoras del género” pero en realidad son parte de “la casta” que desde hace años gobierna provincias y también la Nación, en contra de los derechos de quienes pretende representar. A esa “casta” Milei ni la rozó siquiera, su ajuste está claramente enfocado en atacar los derechos del pueblo trabajador, hombres y mujeres.