Los medios inciden en la inflación

Si en Argentina a alguien se le ocurriera decir que los grandes medios de comunicación tienen incidencia en los niveles de la inflación, seguramente sería catalogado de "oficialista", "peronista", "kirchnerista" o de algo parecido. Sin embargo un reciente estudio realizado en Estados Unidos acaba de revelar que "el análisis del volumen y el sentimiento de las noticias diarias sobre la inflación" sugiere que "una cuarta parte de la mayor brecha entre las expectativas de los hogares y los profesionales (los técnicos que se especializan en el estudio del fenómeno) puede atribuirse a una mayor cobertura negativa de los medios".

El trabajo fue realizado por un equipo de economistas de la Reserva Federal (Fed) de San Francisco que se propuso estudiar el efecto de los medios de comunicación en la inflación, con particular énfasis en las noticias y su influencia en el impulso a las expectativas inflacionarias. Los autores del trabajo admiten que "la forma en que los hogares esperan que evolucione la inflación juega un papel importante para explicar la dinámica general de la inflación".

En tiempos de alta inflación en todo el mundo el tema es motivo de preocupación y análisis y está claro que estos estudios pueden ayudarnos a los argentinos a entender un poco mejor un problema que se ha vuelto endémico en nuestro país desde hace décadas y genera recios debates político-ideológicos.

Los economistas de la Fed detectaron un aumento considerable en los artículos periodísticos que hablan de la inflación con un sesgo negativo. Luego estimaron el efecto de esas variables noticiosas y lo correlacionaron con el impacto de otros factores como los cambios en los precios de los combustibles y los alimentos y su incidencia en la brecha entre las expectativas de inflación de los hogares y las de los pronosticadores profesionales. Lo que encontraron fue que un aumento en la cantidad de noticias sobre la inflación negativas tiende a alejar las expectativas de las familias con relación a las de los profesionales, y viceversa.

Si este fenómeno sucede y es detectable en Estados Unidos cabe esperar que en Argentina también ocurra y con mayor énfasis por causa de dos factores de peso. Por un lado el proceso inflacionario en nuestro país es históricamente mucho más pronunciado, de hecho somos una de las naciones con niveles inflacionarios más elevados y persistentes del planeta. A ello se le suma una circunstancia nada despreciable: la concentración mediática es en Argentina una de las más altas. Muy pocos países poseen -cada uno en su propia escala- los paquidérmicos conglomerados informativos que crecieron y se desarrollaron en Argentina. Y hoy esa prensa concentrada, y fuertemente ideologizada, no hace otra cosa que hostigar al gobierno del Frente de Todos en virtud de sus simpatías con la oposición de derecha. El tema de la inflación es uno de los preferidos a la hora de utilizar la información con un sesgo negativo para atacar al gobierno; de modo que, como se dijera al comienzo de esta columna, no sería un error responsabilizarla, en la parte que le toca, en materia de contribuir a la dinámica inflacionaria.