Milagro Sala y la "Gestapo" jujeña
La lideresa de la Tupac Amaru cumplió seis años de detención, mientras una de las causas en su contra cumplirá en marzo dos años sin resolver por parte de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
IRINA SANTESTEBAN
Uno de los motivos por los cuales organizaciones sociales, gremiales, políticas y de derechos humanos, más algunos magistrados como el juez Juan María Ramos Padilla, han convocado a una movilización el 1 de febrero, exigiendo la renuncia de los cuatro integrantes de la CSJN, es la demora de casi dos años en resolver una causa por las cuales Milagro Sala se encuentra detenida en Jujuy.
Acampe y escrache.
Milagro fue detenida por orden de una fiscal el 16 de enero de 2016, mientras la Tupac realizaba un acampe frente a la Casa de Gobierno de Jujuy, en reclamo de fondos para sus planes de viviendas y otros emprendimientos sociales.
Esa causa fue desestimada a los pocos días, pero igualmente siguió presa por un perverso mecanismo que aplicó el Poder Judicial jujeño, armando sucesivos procesos, incluso reflotando algunos de años atrás. Así fue a juicio por un "escrache" realizado en 2009 contra el entonces senador Gerardo Morales, hoy gobernador, del cual Milagro no participó, pero lo mismo fue condenada a tres años de prisión en suspenso por el Tribunal Oral Federal de Jujuy. Esa pena fue confirmada el año pasado por la Cámara de Casación por el delito de daños, pero consideró que la prescripción de la acusación por amenazas estaba mal dictada y ordenó al TOF resolver con una nueva sentencia. Los jueces jujeños dictaron un nuevo fallo y agravaron la pena en seis meses más.
Esos magistrados fueron denunciados ante el Consejo de la Magistratura "por mal desempeño", por los abogados defensores de Milagro, que consideraron a esa sentencia "arbitraria" y "contraria a derecho", pues una causa judicial por un hecho ocurrido 12 años atrás, debe ser declarada prescripta, incidente que fue planteado en Casación.
Irregularidades.
En todas las causas se cometieron tremendas irregularidades, como en el proceso que hoy se encuentra en la Corte, conocido como "Pibes Villeros": las juezas que integraron el Tribunal Oral que la condenó, no habían aprobado los exámenes para ser magistradas.
La prisión de Sala es la consecuencia de la voluntad política del gobernador Morales, quien desde su primer mandato, en diciembre de 2015, se encargó de reformar el Poder Judicial para que responda a sus designios. Aumentar el número de integrantes del Tribunal Superior de cinco a nueve, fue la primera de las leyes que impulsó, además de designar a legisladores de su partido entre los nuevos miembros.
El abogado de Milagro, Luis Paz, anunció que están trabajando para que se presente un proyecto de ley tendiente a pedir la intervención del Poder Judicial de aquella provincia. Una iniciativa de muy difícil tratamiento en el Congreso, teniendo en cuenta que para ello se necesita una mayoría especial en ambas Cámaras (dos tercios), que no tiene el oficialismo. Tampoco hay consenso dentro de la coalición gobernante para sancionar una ley en tal sentido, comenzando por el presidente Alberto Fernández.
"Gestapo" jujeña.
A seis años de su injusta detención, Milagro afirmó que en Jujuy "sigue vigente la Gestapo", en obvia referencia al escándalo desatado en la provincia de Buenos Aires tras un video encontrado en la Agencia Federal de Inteligencia (AFI). Allí se muestra una reunión realizada el 15 de junio de 2017, en la sede porteña del Banco de la Provincia de Buenos Aires (Bapro), en la cual, en presencia de tres funcionarios de la AFI y empresarios, el ex ministro de Trabajo de la entonces gobernadora María Eugenia Vidal, expresó que "deseaba una Gestapo para terminar con el sindicalismo". Esos hechos están siendo investigados por el juez federal de La Plata, Ernesto Kreplak, quien ya ha imputado a los ex funcionarios presentes.
El armado de causas, con la complicidad del Poder Judicial y la prensa de los medios hegemónicos, fue modus operandi del macrismo para la persecución de sus opositores. También se espió a miembros de la familia del ex presidente (su hermana y su cuñado) y hasta funcionarios de su gobierno (Vidal, Diego Santilli, Emilio Monzó, Horacio Rodríguez Larreta, etc).
En Jujuy esa manipulación de las causas judiciales se dio desde el momento de la asunción de Morales, con la mencionada ampliación de los miembros del Tribunal Superior y la designación de jueces y juezas "del palo", aún cuando no reunieran los requisitos para la función.
En la causa "Pibes Villeros" fue determinante la declaración de un testigo que, según la defensa de Milagro, fue "comprado" por el gobierno jujeño para que mintiera e incriminara a la dirigente de la Tupac. Fue premiado con un puesto en la administración pública, hecho que negó cuando se le preguntó, en otra mentira más.
Ninguneada.
A pesar de su pertenencia orgánica al kirchnerismo, Milagro ha sido ninguneada por el gobierno del Frente de Todos. Si bien el domingo pasado se publicó una solicitada exigiendo su libertad, suscripta por diversos sectores, entre ellos funcionarios, gobernadores, legisladores y ministros del gobierno nacional, lo cierto es que la situación de injusta detención de la dirigente tupaquera se mantiene, habiendo transcurrido más de dos años del gobierno de AF y Cristina Fernández.
Su ex defensora, hoy ministra de Mujeres, Géneros y Diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta, suscribió la solicitada pero no ha tenido una activa participación en el reclamo por la libertad de su otrora defendida.
Cuando el gobierno tenía mayoría en el Senado, la vicepresidenta no impulsó una ley de amnistía que podría haber liberado no sólo a Milagro, sino a los demás presos políticos heredados del macrismo (la mayoría hoy con prisión domiciliaria).
El presidente se refirió a la causa contra Milagro, demorada hace casi dos años en la Corte Suprema, pero no está dispuesto a firmar un indulto que beneficie a la jujeña, a pesar de ser una facultad que la Constitución Nacional le otorga. ¿Tiene miedo al costo político que le acarrearía? Sin embargo, antes de ser presidente, AF visitó a Milagro en Jujuy. La consideraba entonces una "presa política", después cambió ese término por el de "detención arbitraria".
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