Lunes 22 de abril 2024

Milagro y Marcos, tan diferentes

Redacción 29/06/2022 - 08.22.hs

El mismo día circularon las dos noticias. Una informaba sobre la internación de Milagro Sala por un problema de salud en un sanatorio de la capital jujeña; la otra sobre una denuncia contra Mercado Libre, la empresa del multimillonario Marcos Galperín, por evasión impositiva. La primera tuvo gran cobertura en los medios más grandes del país, con profusión de datos que nada tienen que ver con la descompensación que sufrió la dirigente social sino con las causas judiciales armadas en su contra. La segunda en cambio apareció en muy pocos medios, ninguno de ellos pertenecientes a los gigantes de la prensa porteña.

 

No es antojadiza esta comparación entre Milagro Sala y Marcos Gelperín. Las brutales diferencias que los separan nos hablan con crudeza del país en el que vivimos.

 

La investigación de la Administración General de Aduanas detectó que Mercado Libre, junto a otra empresa de origen francés, evadió 7,5 millones de dólares en una operación de importación de terminales de pago, al declarar otros equipos -libres de impuestos- que los realmente comprados en el exterior. De acuerdo a lo informado el "incidente" se solucionaría con el pago de una multa, y ahí se terminaría la pretensión punitiva del Estado. Es decir, Galperín estaría muy lejos de perder la libertad por este delito a pesar del elevado monto en juego.

 

Varias de las causas abiertas contra Milagro Sala por una corrupta justicia jujeña, cooptada por el gobernador Gerardo Morales, le merecieron prisión preventiva e incluso condenas por causas menores, amañadas, con testigos sobornados, con fiscales designados exclusivamente para perseguirla y un Superior Tribunal que duplicó sus miembros con integrantes del partido de Morales entre gallos y medianoche.

 

Hoy Galperín es uno de los hombres más ricos de la Argentina. Su empresa nació y creció al amparo de exenciones impositivas y subsidios del Estado, esos subsidios que merecen tanto ladrido mediático cuando se destinan a los más vulnerables. A pesar del apoyo recibido, el empresario se radicó en Uruguay cuando perdió el macrismo, en una acción muy festejada por la prensa porteña, porque, según dijo, en Argentina tenía que pagar "demasiados impuestos". Sin embargo se ve que el hombre está muy lejos de ser un puntilloso cumplidor con el fisco, a pesar de lo generoso que fue el Estado al ayudarle a edificar un emporio empresarial y convertirlo en una de las mayores fortunas.

 

Milagro Sala no tuvo tanta suerte. Nació pobre, vivió buena parte de su vida en la calle y, cuando pretendió organizar a los pobres en cooperativas, molestó demasiado al establishment político y económico de su provincia. Se lo están facturando con un hostigamiento judicial sin precedentes que la ha convertido en una presa política desde hace más de seis años.

 

Uno mimado y protegido por el poder económico y mediático; la otra perseguida y encarcelada por esos mismos factores. Uno es varón, rico y de piel blanca; la otra es mujer, pobre y de piel cobriza. Es evidente que votar cada cuatro años no garantiza, per se, superar tamañas diferencias de clase, y que la democracia, tal como la conocemos, acumula una pesada carga de deudas.

 

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