Otra muestra de conciencia ambiental

Quienes pensaban que el actual gobierno de la Nación sostendría una política firme sobre la defensa de los recursos naturales del país, han comenzado a ver, consternados, una falta de acción y reacción en cuestiones fundamentales: la navegación del río Paraná, el cuidado de los bosques nativos y de los humedales, el agronegocio, la minería...

Es innegable que recomponer el desastre macrista es una tarea gigantesca, pero los pocos y tímidos pasos dados hasta ahora, a nivel gubernamental, no habilitan el optimismo. Sin embargo, las grandes movilizaciones registradas en Chubut en oposición a una ley que promovía la megaminería en una región crítica de esa provincia muestra que en buena parte de la sociedad argentina existen altos niveles de conciencia que no toleran los engaños de proyectos faraónicos que se caracterizan por dejar, invariablemente, pasivos ambientales que arruinan regiones y poblaciones.

Los departamentos provinciales que contemplaba la ley son de los más despojados de la provincia y además, al margen de los altos riesgos de contaminación ambiental, prácticamente se apropiaba del agua existente en esa región árida. El proyecto había sido cuestionado por el Conicet y la Universidad de la Patagonia y en sus términos aparece identificado con una gran compañía minera del exterior. Por lo demás el método a emplearse para la extracción de los minerales -el del xantato- es de un alto potencial contaminante.

Las manifestaciones multitudinarias en las principales ciudades de la provincia y la magnitud de los sucesos ocurridos en Rawson (con asaltos a edificios públicos, incendios, agresión a legisladores y enfrentamientos con las fuerzas de seguridad) constituyeron una reacción indignada ante lo que se consideró una traición a las promesas formuladas por altos funcionarios gubernamentales.

Al inicio de las movilizaciones públicas el gobernador de la provincia, sin tener para nada en cuenta las protestas, mantuvo un empecinamiento sugestivo al negar que vaya a retroceder con la promulgación de la ley. "Jamás doy un paso atrás en la vida cuando estoy convencido de lo que hice", dijo. Sin embargo los sucesos hicieron que el gobierno retroceda en varios frentes. En primer lugar el gobernador anunció la derogación de la norma, medida que se efectivizó el martes en la Legislatura provincial, y la convocatoria a una consulta popular sobre la minería en la provincia para "escuchar las voces del pueblo". También procedió a remover varios altos oficiales de la policía porque "no estuvieron a la altura de las circunstancias".

Como se viene señalando en esta columna desde hace tiempo, la agenda ambiental tiene hoy altísima prioridad y si los gobiernos -tanto los provinciales como el nacional- no actúan en consecuencia se exponen a tropiezos como el que acaba de padecer el de Chubut. No estaría mal que el propio gobierno nacional tome nota de esta realidad en virtud de tantos acontecimientos que vienen desarrollándose en todo el territorio nacional y que despiertan inquietud en una sociedad altamente sensibilizada y muy consciente acerca de los riesgos ambientales que se ciernen sobre ella.