Jueves 21 de marzo 2024

PJ: dos actos, dos realidades

Redacción 19/11/2021 - 01.09.hs

Como se había dicho en esta columna, los actos del peronismo en Buenos Aires y Santa Rosa solo coincidieron en el título: "El día de la militancia", pero no en los objetivos.

 

La movilización en la Capital Federal logró llenar la Plaza de Mayo con militantes y dirigentes de todos los sectores internos del Frente de Todos, el gremialismo, los movimientos sociales y los intendentes bonaerenses. Es decir, pudo mostrar la tan ansiada unidad alrededor del gobierno y así acumular fuerzas para enfrentar las arduas negociaciones con el FMI y pararse con mayor solidez frente a la derecha política y su ofensiva mediática después de la caída en las elecciones legislativas.

 

El clima celebratorio enfureció a la oposición y a los grandes medios porteños para deleite del peronismo. Por eso gustó tanto la frase provocadora: "Solo es vencido el que pierde sus ganas de luchar", con la que el presidente relanzó su gobierno hacia la segunda mitad del mandato en el marco festivo de una gran movilización en un día caro a la militancia del justicialismo.

 

En Santa Rosa el acto también fue multitudinario, salvando las diferencias de escala con la CABA. Y también se vieron las caras de los dirigentes y militantes de todas las parcialidades internas aunque el gran aplauso de la jornada se lo llevó el exgobernador Rubén Marín, en tanto los dos únicos oradores fueron el intendente Luciano Di Nápoli y el senador electo Daniel Bensusán.

 

El que no estuvo fue el gobernador Sergio Ziliotto. A pesar de haberse anunciado oficialmente su presencia, en horas de la mañana del miércoles decidió trasladarse a Buenos Aires para asistir al acto del presidente. Más tarde se distribuyeron fotografías que lo mostraban en una reunión con el jefe de Gabinete, el ministro del Interior y otros gobernadores.

 

Ese cambio a último momento se leyó en sectores del PJ santarroseño como un gesto hacia el interior del partido en favor de la unidad en tiempos de tensiones poselectorales. El retorno de los contactos con Carlos Verna, como dejaron trascender a este diario fuentes cercanas a ambos, podría haber persuadido al gobernador de no acercarse "demasiado" a un acto en Santa Rosa en momentos en que arrecian las miradas desconfiadas hacia General Pico y en donde, como finalmente ocurrió, podrían escucharse discursos con claras referencias a la actitud prescindente del líder de la Línea Plural. Fue el intendente santarroseño quien, al usar de la palabra y agradecer el compromiso y el trabajo en la campaña capitalina dijo que "la militancia no sabe de deslealtades ni personalismos".

 

Se entiende la devolución de gentilezas de Di Nápoli hacia quien, al "hacer la plancha" en su bastión piquense, contribuyó a bloquear la llegada de la kirchnerista María Luz Alonso al Senado de la Nación. De todos modos no fue una originalidad. Una apreciación bastante parecida, a pocas horas de la derrota electoral, se escuchó en boca de Rubén Marín, quien fustigó a la dirigencia de Pico porque "no estuvo a la altura de las circunstancias". Y unos días antes, en la reunión convocada por el gobernador en Castelvecchio, el ex ministro Juan Ramón Garay había retado a los representantes de la ciudad del norte por esconderse en la campaña electoral.

 

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