Responsabilidad ineludible de las autoridades sanitarias

La situación en el Hospital Neonatal de Córdoba, con cinco bebés fallecidos y otros ocho casos que pudieron sobrevivir luego de sufrir graves descompensaciones, sin que hasta el momento se conozcan las causas, abrió una grave crisis en el gobierno provincial.

 

IRINA SANTESTEBAN

 

La gestión del gobernador Juan Schiaretti realiza un enorme despliegue publicitario mostrando sus obras, como las famosas autovías (con mucha oposición de defensores ambientales por el impacto y la destrucción del bosque nativo) o la construcción de hospitales. Sin embargo, la situación de la salud pública en Córdoba dista mucho de ser un modelo a seguir, tal como lo denuncian los gremios que agrupan a los trabajadores sanitarios, que realizan asambleas y acciones en reclamo de mejoras salariales, incorporación de personal y contra el desmantelamiento de servicios hospitalarios.

 

Muertes inexplicables.

 

El primer bebé falleció el 18 de marzo y al igual que su madre eran sanos, por lo que el caso fue raro pero no se activó ninguna alarma. El segundo fue el 23 de abril, cuando muere otro bebé también sano, lo que motivó que la entonces directora del Hospital Neonatal, Liliana Asís -hoy separada de su cargo e imputada- solicitara a las autoridades del Ministerio de Salud cambiar la marca de la vitamina K, que se aplica a los recién nacidos. Esa medida se tomó, se trata de lotes que se distribuyen a todos los hospitales, pero las muertes se repitieron en el Neonatal y no en otras maternidades.

 

El tercer caso ocurrió el 23 de mayo: otro bebé sano, no prematuro ni con bajo peso. Y lo peor de todo este triste proceso ocurrió en la guardia del 6 de junio cuando hubo cuatro casos y murieron dos bebas.

 

Además de esas cinco muertes ocurrieron otros ocho casos de descompensaciones sin explicación médica, de bebés que sobrevivieron pero algunos quedaron con secuelas graves.

 

Todos eran sanos, sin enfermedades prevalentes ni que implicaran riesgo, lo mismo que sus madres, quienes se habían realizado los controles previos que indicaban "embarazos normales".

 

Ocultamiento.

 

A pesar de esa serie de muertes y descompensaciones, y estando en conocimiento de la situación en el Hospital Neonatal, las autoridades del ministerio de Salud provincial realizaron la denuncia judicial recién el 7 de junio, después de aquella terrible guardia.

 

Desde marzo hasta que la situación se hizo pública en agosto, Raúl Cardozo, ministro de Salud hoy desplazado de ese cargo, con serias probabilidades de ser imputado, ordenó silencio a las autoridades del Hospital. No era la primera vez que actuaba de esa forma. En 2018, se conoció un memorandum firmado por él, dirigido a los directivos de los hospitales públicos de Córdoba, advirtiendo que serían "sancionados" si hablaban con la prensa sobre el alarmante aumento de los casos de hepatitis por transmisión sexual.

 

Según el periodista Héctor Brondo, tanto Asís como la exsubdirectora del Hospital, Claudia Ringelheim -también separada de su cargo e imputada- además de comunicar a Cardozo la situación, le habrían sugerido "cerrar el establecimiento para determinar las causas fehacientes de los decesos que contrariaban una sentencia científica de validez universal: los bebés sanos no mueren así porque sí". Cardozo se negó.

 

Hubo una inexcusable demora en tomar decisiones tanto a nivel administrativo, por parte de las autoridades sanitarias, como a nivel judicial, donde actúa el fiscal Raúl Garzón. La mayoría de las medidas judiciales se realizaron en las últimas semanas, luego que estallara el escándalo.

 

Demora.

 

El gobernador no suele recibir a las víctimas o personas afectadas por situaciones en las que se ve involucrada su gestión. Demoró un año en recibir a Soledad Laciar, madre del joven Blas Correa, asesinado por la policía provincial en un hecho de "gatillo fácil", cuyo juicio comenzará el próximo 7 de septiembre. Por ese crimen, están acusados trece integrantes de la fuerza, entre ellos tres comisarios y dos subcomisarios.

 

Esta vez tuvo reflejos más rápidos y, conciente de la gravedad de la situación, recibió el 19 de agosto a las madres de los bebés del Neonatal. Lo mismo hizo el fiscal Garzón, quien se reunió con algunas de las madres para dar cuenta de las investigaciones que tiene en curso.

 

¿Asesina o perejil?

 

Las hipótesis de las investigaciones administrativa y judicial, se inclinan por la "muerte intencional", ya que de las autopsias realizadas a dos de los bebés fallecidos, surge que hubo un exceso de potasio en los cuerpitos, muy por encima de los valores normales. Pero en otros casos, que no fallecieron, se presentaron síntomas diferentes, como baja glucosa, hematomas o signos de pinchazos no compatibles con las vacunas que se aplican a los recien nacidos.

 

La imputación a la joven enfermera Brenda Agüero sigue esa línea de investigación, así como la licencia a 23 integrantes del personal de salud que estuvieron en contacto con las madres y los bebés. Desde que se tomó esa medida, en junio, no hubo más casos, y ello podría constituir una prueba de intencionalidad en las misteriosas muertes.

 

Las madres de los dos primeros bebés fallecidos, reconocieron a la enfermera y la acusaron de "malos tratos".

 

Sobre Agüero pesa la acusación de "homicidio calificado reiterado por el uso de un medio insidioso", pues según el informe de las autopsias realizadas a las dos bebas fallecidas el 6 de junio, habrían muerto por exceso de potasio. Y esta sustancia habría sido inyectada de "manera intencional".

 

La enfermera, de 27 años, había ingresado al Hospital a fines de 2020 y tenía experiencia previa en un hospital privado, sin registrar antecedentes de mal desempeño.

 

La madre de Brenda asegura su inocencia, y reclama que luego de 10 días de detención todavía no se le ha tomado declaración. El fiscal espera las pericias psicológicas y afirmó que no descarta nuevas imputaciones.

 

Por ello Schiaretti separó a toda la cúpula del ministerio de Salud. De todas maneras, no hay forma de evadir la responsabilidad de su gobierno en este gravísimo caso, en el cual también la oposición política de Juntos por el Cambio trató de sacar una miserable tajada política.