¿Solo ignorancia o deliberada estrategia?

El sainete político protagonizado por un diputado radical que intentó poner en duda que el gobierno de Mauricio Macri haya boicoteado a La Pampa en la construcción de viviendas hizo que la ola de calor, que ya amainaba en la provincia tuviera, en los medios, unos días más de alta temperatura política.

Llamó la atención en propios y extraños que conocen los números del presupuesto, el razonamiento que esgrimió el legislador: de acuerdo a sus conclusiones La Pampa recibió dinero comprometido por el kirchnerismo en 2015 para construir 7.500 viviendas más que las que se hicieron realmente. Semejante conclusión ameritó que el periodismo lugareño se abocara con seriedad a consultar a las autoridades del Instituto Provincial Autárquico de la Vivienda sobre una denuncia tan explosiva. Desde el Ipav demostraron con planillas y razonamientos basados en la forma en que se confeccionan los presupuestos de la provincia, que la denuncia del radical es una mezcla de ignorancia en la lectura de los números del presupuesto y cierta temeraria actitud inmune a las consecuencias del papelón que representa decir lo que dijo.

En realidad la motivación del diputado puede tener otra lectura si se observa la estrategia de la coalición que integra junto al Pro que, a nivel nacional, y con la complicidad de los grandes medios hegemónicos, niega la realidad sin ponerse colorados.

Niegan las cuentas off-shore de Macri que un consorcio internacional de periodistas descubrió en los Panamá Papers, niegan el espionaje sistemático que se ha descubierto durante el macrismo, niegan el armado de causas en la mesa judicial que una filmación de sus propios espías puso al descubierto como la Gestapo Antisindical, niega que la deuda que tomó el macrismo se fugó como reconoció nada menos que su estrella en economía Prat Gay y, en esta misma línea, afirman que esa deuda tuvo que tomarse para pagar deuda anterior, entre otras falacias que los medios le publican generosamente sin repreguntar o repreguntarse.

En este contexto, las expresiones del diputado pampeano afirmando que en La Pampa los gobernantes dejaron de hacer miles de viviendas solo para hacerle la contra al macrismo, no parecen ser sólo el fruto de la ignorancia contable o de algún mal asesoramiento, Al contrario, tienen la matriz común con la estrategia de su propia coalición que llegó al gobierno en 2015 mintiendo ("no vas a perder nada de lo que ya tenés", "no vamos a devaluar", "la inflación es lo más fácil de solucionar", etc. etc.) y ahora quiere repetir aquélla exitosa estrategia para volver en 2023 de la mano de otro alcalde porteño que no quiere hablar sobre su papel en la muerte de Favaloro cuando era pope del Pami delarruista.

Por suerte para los pampeanos, todavía quedan en el partido otrora popular que fue el radicalismo, dirigentes que les da vergüenza mentir. Dos intentendes radicales admitieron públicamente que lo de Macri con La Pampa en el tema habitacional fue un verdadero boicot.

(Lo extraño del argumento que usó el diputado es que, además, hizo añicos uno de los clásicos argumentos del radicalismo para cuestionar el ritmo de construcción inédito de La Pampa que llegó a las dos mil viviendas anuales. Es que para la UCR local los planes de viviendas fueron para el peronismo una oportunidad para reforzar su sistema clientelar en la provincia y capturar voluntades electorales con la entrega de viviendas a las familias que no pueden construirse la suya con sus recursos. Que un radical salga ahora a decir que el peronismo, acusado por ellos de ganar elecciones con los votos captados gracias a sus planes de viviendas, no hizo 7.500 viviendas cuando pudieron hacerlas, suena, por lo menos incoherente).