Un problema clave

El reciente anuncio del gobierno provincial respecto a la construcción de varios centenares de viviendas en la provincia a levantarse en poco más de un año, al margen de su indudable repercusión política, apunta certeramente a un problema clave de la sociedad pampeana, y también de la nacional. Las barrabasadas económicas que cometiera el gobierno macrista terminaron por convertir "el sueño de la casa propia" en algo muy difícil de concretar, especialmente por el precio de los materiales a emplearse. De allí que la decidida presencia del Estado aliente la esperanza de muchas familias, con el pleno derecho que crea la necesidad.

Pero esos planes pueden introducir un elemento de fácil concreción una vez entregadas las viviendas. La idea está referida al mantenimiento, ya que prácticamente se entregan listas para habitar. Lamentablemente, no son raras de ver casas adjudicadas por el Estado cuya condición es tratada desaprensivamente por los propietarios. Sea por falta de educación al respecto o por simple desidia no es raro ver casas necesitadas de un simple y nada oneroso mantenimiento, como lo es arreglo de aberturas, una mano de pintura o la plantación de árboles. Hasta se diría que la gratuidad de la adjudicación o la escasa cuota que ella implica obran como un motivador negativo en la actitud de sus habitantes. Basta con un recorrido por los barrios para comprobarlo.

Algún tiempo atrás la vecina provincia de San Luis tomó cartas en el tema de una manera justa y practicable: el control periódico del estado de las casas adjudicadas por parte de inspectores, con la aplicación de sanciones variadas a quienes tuvieran una actitud desaprensiva para con un bien que, en definitiva, era una generosa actitud del Estado provincial.

Una actitud positiva sería una armónica correspondencia a la afortunada frase del gobernador pampeano respecto a las adjudicaciones: "No se mira el color político sino las necesidades".